Hace
ahora
un
año
veíamos
las
conclusiones
de
un
estudio
promovido
por
Sam
Altman,
el
CEO
de
OpenAI,
junto
a
otras
personas,
mediante
el
que
repartió
millones
de
dólares
para
comprobar
si
la
renta
básica
universal
puede
reducir
el
impacto
de
la
IA
y
qué
hace
la
gente
de
rentas
bajas
si
tienen
un
ingreso
mínimo.
Luego
pudimos
ver
los
resultados
de
un
estudio
realizado
en
la
ciudad
de
Barcelona.
Y
entre
otras
conclusiones,
se
vio
que
si
la
gente
recibe
dinero
prefiere
no
trabajar
y
destinar
su
tiempo
a
cuidar
a
su
familia.
Ahora
vamos
a
ver
otro
muy
interesante
en
donde
la
cantidad
de
dinero
que
se
daba
a
las
personas
fue
superior
que
en
el
experimento
mencionado.
También
tuvo
lugar
en
Barcelona,
entre
los
años
2017
y
2019
aunque
las
conclusiones
acaban
de
ver
la
luz.
Cómo
fue
el
experimento
Cantidad
mensual.
Se
entregaban
hasta
1.297
euros
al
mes
a
los
participantes.
Esta
cantidad
era
para
familias
de
cuatro
miembros.
El
mínimo
fue
de
663
euros
para
personas
que
vivían
solas,
aunque
afirman
que
la
gente
más
abierta
a
participar
era
la
que
tenía
hijos.
El
programa
proporcionaba
apoyo
sin
imponer
condiciones
comunes
en
otros
programas
similares,
como
la
búsqueda
activa
de
empleo.
Quién
lo
organizó.
Fue
una
iniciativa
del
programa
B-MINCOME,
que
destinó
un
coste
total
de
4,8
millones
de
euros.
Quiénes
recibían
este
dinero.
En
total,
se
seleccionaron
822
hogares
de
distintos
barrios
vulnerables
de
la
ciudad.
Para
iniciar
el
proyecto
se
identificaron
5.000
hogares
potencialmente
participantes
a
quienes,
en
septiembre
de
2017,
se
mandaron
cartas
informativas
que
les
convocaban
a
unas
sesiones
en
las
que
se
les
explicaría
el
proyecto.
Los
potenciales
participantes
estaban
identificados
por
ser
hogares
con
rentas
bajas
y
con
un
expediente
abierto
en
servicios
sociales,
por
recibir
ayudas
municipales,
entre
otros.
Cuál
era
el
objetivo
inicial.
El
programa
tenía
como
objetivo
combatir
la
pobreza
y
la
exclusión
social
mejorando
la
situación
socioeconómica
de
los
hogares.
Constaba
de
dos
componentes:
apoyo
a
la
renta,
la
Prestación
Municipal
de
Apoyo
a
la
Inclusión
y
activación
social.
Qué
estudiaron: «Estudiamos
el
impacto
del
programa
en
el
empleo,
la
inversión
en
capital
humano
(tras
la
capacitación
o
educación)
y
la
participación
comunitaria»,
explican
los
investigadores.
Cómo
dividieron
a
los
participantes.
Para
poder
sabe
qué
falla
en
este
tipo
de
programas
de
renta
universal,
lo
que
hicieron
fue
dividir
a
los
participantes
en
tres
grupos
y
analizar
cada
uno
por
separado
y
luego
comparando.
Por
un
lado,
renta
básica
vinculada
a
la
participación
voluntaria
en
actividades
formativa
y
de
inclusión
social
no
supervisada;
renta
básica
(SMI)
en
modalidad
limitada,
que
reduce
la
prestación
en
la
misma
medida
que
se
recibe
un
salario;
renta
básica
con
retirada
gradual
en
tramos,
condicionada
a
la
percepción
de
un
salario
por
porcentajes.
Tener
pocos
ingresos
es
una
fuente
de
mucho
estrés. «Las
familias
que
hacen
frente
a
presupuestos
muy
bajos
suelen
tener
peor
salud,
inseguridad
alimentaria
y
de
vivienda
y
sufren
estrés
y
falta
de
sueño»,
es
una
afirmación
muy
relevante
de
los
investigadores
a
tener
en
cuenta.
Qué
conclusiones
sacaron
Según
el
informe
presentado,
el
impacto
general
del
programa
se
puede
resumir
en
cuatro
partes:
Trabajo.
En
primer
lugar, «encontramos
evidencia
sólida
de
considerables
efectos
negativos
en
la
oferta
laboral:
después
de
dos
años,
los
hogares
tratados
tenían
un
14%
menos
de
probabilidad
de
tener
al
menos
un
miembro
trabajando,
y
los
beneficiarios
principales
tenían
un
22%
menos
de
probabilidad
de
trabajar».
Es
decir
que
si
alguien
pierde
el
empleo,
pero
está
recibiendo
un
ingreso
fijo,
en
un
22%
de
los
casos
no
buscaron
otro
trabajo.
Las
tasas
de
empleo.
En
segundo
lugar,
las
tasas
de
empleo
se
mantuvieron
bajas
seis
meses
después
del
tratamiento,
lo
que
sugiere
que
las
decisiones
sobre
la
oferta
laboral
podrían
ser
difíciles
de
revertir.
Participación
en
la
comunidad.
En
tercer
lugar,
no
hay
evidencia
de
efectos
sustanciales
en
la
participación
social
ni
en
las
actividades
educativas.
Cuidados
a
la
familia.
Lo
que
sí
es
que
existe
evidencia
de
que
la
gente,
si
no
tiene
que
trabajar,
prefiere
destinar
su
tiempo
a
los
cuidados
de
la
familia:
hijos,
hijas
y
familiares
dependientes.
Los
investigadores
afirman
que
esta
decisión «podría
generar
externalidades
positivas,
como
mejoras
en
la
educación
y
la
salud
de
los
niños
o
reducciones
de
la
delincuencia
adolescente»,
además
de
mejorar
la
conciliación
familiar.
Lo
mejor
de
recibir
una
renta
universal
Mejores
resultados
académicos.
También
descubrieron
que
permitir
a
las
familias
en
riesgo
de
exclusión
destinar
tiempo
a
sus
hijos
en
vez
de
trabajar
redujo
la
repetición
escolar
de
estos
menores.
También
se
redujo
el
abandono
escolar.
Felicidad
de
pasar
el
tiempo
en
familia.
Una
mujer
cuenta
que
para
ella
era
muy
doloroso
tener
que
ver
poco
tiempo
a
su
hija
en
el
día,
mientras
su
trabajo
era
cuidar
a
los
niños
de
una
familia. «Cuando
obtuve
los
ingresos
del
B-MINCOME,
pude
reducir
mis
horas
de
trabajo
y
pasar
más
tiempo
con
mi
propia
hija,
lo
que
me
ha
hecho
sentir
muy
feliz
y
más
conectada
con
ella».
Qué
pasa
con
el
ocio.
El
estudio
no
percibe
ningún
efecto
significativo
entre
los
hogares
que
han
participado
sobre
la
probabilidad
de
disfrutar
del
ocio
individual
,
pero
en
cuanto
al
disfrute
de
actividades
de
ocio
social,
el
efecto
es
positivo,
en
el
grupo
asignado
en
modalidad
condicionada
a
una
política
activa.
Más
consciencia
social. «Ha
permitido
a
los
participantes
disponer
de
un
tiempo
para
usos
sociales
que
antes
no
tenían,
lo
que
probablemente
se
ha
traducido
en
el
fortalecimiento
de
sus
relaciones
sociales».
Aquellas
familias
que
han
podido
disfrutar
de
las
actividades
sociales
que
antes
estaban
fuera
de
su
alcance
tienen
ahora
más
consciencia
de
inclusión
social
y
han
experimentado
una
mejora
en
la
calidad
de
vida.
Emprendimiento.
Lo
que
vio
el
estudio
es
que
pocas
de
estas
personas
quisieron
emprender.
A
este
respecto
explica
que
es
probable
que
las
políticas
activas
hubieran
tenido
efectos
más
positivos
en
la
voluntad
de
trabajar
si
se
hubieran
tenido
en
cuenta
las
necesidades
específicas
de
los
beneficiarios
antes
de
asignarlos
a
las
distintas
opciones
de
capacitación
y
emprendimiento.
Vía
|
Xataka
Imagen
|
Foto
de
Richard
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