La ONU dijo que constató un «gran número de heridos de bala» en un hospital de Gaza, después del incidente en el que murieron más de 110 palestinos que pedían ayuda humanitaria, en medio de la presión internacional para investigar el hecho del que Israel y el movimiento islamista palestino Hamas dieron versiones contradictorias, mientras Estados Unidos lanzó por primera vez alimentos desde el aire sobre el enclave.
Hamas, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, aseguró que en el episodio ocurrido el jueves murieron 115 personas y otras 760 recibieron heridas, y responsabilizó por los decesos a los disparos hechos por las fuerzas militares israelíes.
Israel, por su parte, admitió haber abierto fuego contra la multitud, pero consideró que se trató de un suceso caótico en el que la mayoría de las muertes se originaron en una estampida o en atropellos de los propios vehículos del convoy humanitario.
Un equipo de la ONU visitó al día siguiente el hospital Al Shifa de la Ciudad de Gaza, adonde ingresaron decenas de heridos de este hecho.
Allí vieron «un gran número de heridos de bala», declaró Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
«No sé si nuestro equipo examinó los cadáveres de los muertos. Lo que entiendo de lo que vieron en cuanto a los pacientes que estaban vivos recibiendo tratamiento es que había un gran número de heridas de bala», manifestó el vocero.
La comunidad internacional pidió que se investiguen estos hechos y un alto el fuego inmediato en la guerra.
Estados Unidos se sumó a la Unión Europea (UE) y otros países para pedir una investigación independiente del hecho, aunque bloqueó un comunicado de repudio en el Consejo de Seguridad de la ONU, en una sesión pedida de urgencia por Argelia y en la que el embajador de Palestina, Riyad Mansour, reclamó sin éxito que el organismo multilateral adoptara esa decisión.
La UE volvió a exigir una «investigación internacional imparcial» sobre lo ocurrido y afirmó que «los disparos de soldados israelíes contra civiles que intentaban acceder a alimentos son injustificables«.
«El pasado jueves, más de un centenar de civiles murieron y muchos otros resultaron heridos cuando intentaban desesperadamente conseguir alimentos de un convoy, muchos de ellos víctimas de los disparos del ejército israelí durante la estampida subsiguiente», indicó el organismo diplomático del bloque en un comunicado.
Por eso, pidió una «investigación internacional imparcial sobre este trágico suceso que permita esclarecer los hechos y las responsabilidades» y aseguró que «en cualquier caso, es responsabilidad de Israel cumplir las normas del derecho internacional y proteger la distribución de ayuda humanitaria a la población civil».
«La responsabilidad de este incidente recae en las restricciones impuestas por el ejército israelí y las obstrucciones de los extremistas violentos al suministro de ayuda humanitaria», apuntó.
En ese contexto, tres aviones militares de carga estadounidenses lanzaron hoy 38.000 paquetes de alimentos desde el aire en la Franja de Gaza, en el primer lanzamiento de ayuda humanitaria que realiza Washington ante la creciente crisis humanitaria en el enclave tras casi cinco meses de conflicto.
«Llevamos a cabo un lanzamiento aéreo combinado de asistencia humanitaria en Gaza», anunció un responsable del Comando Central estadounidense en la región (Centcom) bajo condición de anonimato.
Los aviones arrojaron «66 bultos en total de comidas sin carne de cerdo», detalló el funcionario, añadiendo que aún no dispone de una cifra sobre el tonelaje total lanzado.
El presidente Joe Biden había anunciado ayer que su país comenzaría a lanzar ayuda desde el aire, como lo hicieron en los últimos días Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Francia, dada la enorme dificultad para la entrada de la ayuda humanitaria por tierra ante los combates y los bloqueos israelíes sobre los pasos al enclave.
Por vía terrestre, la ayuda llega de forma muy limitada, a través de Rafah, al estar supeditada a las autorizaciones de Israel, que impone un bloqueo en Gaza desde 2007.
En los últimos días, diez niños murieron de «malnutrición y deshidratación» en el enclave, según el Ministerio de Salud gazatí.
Por su parte, el canciller francés, Stéphane Séjourné, consideró que «la responsabilidad del bloqueo de la ayuda es claramente israelí», en una entrevista publicada hoy en el diario Le Monde.
La guerra en Gaza se desencadenó el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a cerca de 1.200 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a unas 240 en el sur de Israel, entre ellos una veintena de argentinos.
A ese ataque siguió una operación aérea y terrestre lanzada por Israel para «aniquilar» a Hamas, un movimiento al que cataloga, al igual que Estados Unidos y la UE, como organización «terrorista».
Una delegación de Hamas viajaba hoy El Cairo para participar en negociaciones sobre una eventual tregua en la Franja de Gaza, indicó una fuente próxima al grupo.
Qatar, Egipto y Estados Unidos intentan lograr un acuerdo entre Hamas e Israel que incluya una tregua de seis semanas y la liberación de rehenes a cambio de la puesta en libertad de prisioneros palestinos detenidos por Israel, informó la agencia de noticias AFP.
Un alto funcionario estadounidense aseguró hoy que un acuerdo para una tregua está «sobre la mesa» de negociaciones y que ahora «el balón está en la cancha de Hamas» para que entre en vigor.
«Hay un acuerdo marco. Los israelíes lo han aceptado más o menos», dijo el funcionario a periodistas bajo condición de anonimato.
«Hoy podría comenzar un alto el fuego de seis semanas en Gaza si Hamas acepta liberar una categoría bien definida de rehenes vulnerables», afirmó el alto funcionario, precisando que, por el momento, «prosiguen las discusiones» para sellar un acuerdo antes del inicio del Ramadán, la celebración más sagrada del Islam, dentro de una semana.
Biden admitió ayer que la tragedia ocurrida durante la distribución de ayuda complica las negociaciones de una tregua, pero afirmó «esperar» que se logre un acuerdo en ese sentido antes de que empiece el Ramadán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta también una creciente presión en el país para alcanzar una tregua para la liberación de rehenes, con movilizaciones cada vez más numerosas.
Más de 15.000 personas llegaron a Jerusalén en la culminación de la llamada «Marcha por la Unidad», organizada por las familias de los rehenes israelíes, que exigen la puesta en libertad de sus seres queridos.
En las últimas horas, se incorporó a la marcha el líder de la oposición israelí, el ex primer ministro Yair Lapid, quien denunció la «incapacidad» del gabinete de guerra liderado por Netanyah, para lograr la liberación de los 134 rehenes que se encuentran en Gaza.
En tanto, Israel prosiguió con sus bombardeos en la Franja de Gaza, sobre todo en Khan Yunis y en Rafah, en el sur del territorio, según corresponsales de agencia de noticias AFP.
El ejército israelí causó al menos 92 muertos en las últimas 24 horas, indicó el Ministerio de Salud de Hamas, que elevó a más de 30.300 los palestinos muertos desde el inicio del conflicto.
El conflicto provocó hostilidades con otros países de la región. El movimiento chiita libanés Hezbollah anunció hoy la muerte de tres de sus miembros en un bombardeo israelí que, según la agencia de noticias local, apuntó contra su vehículo, en el sur del país.