El entorno del opositor ruso Alexey Navalny, fallecido el 16 de este mes en una cárcel del Ártico, aseguró que había negociaciones muy avanzadas con las autoridades rusas para liberarlo en un canje de prisioneros junto a «dos ciudadanos estadounidenses» detenidos en Rusia por un ruso encarcelado en Alemania.
Según la directora de la Fundación Anticorrupción de Alexey Navalny, Maria Pevchikh, el activista estaba a «días» de ser intercambiado por el ruso Vadim Krasikov, excoronel de los servicios de seguridad rusos FSB, detenido en Alemania por el asesinato del excomandante separatista checheno Zelimjan Jangoshvili en un parque de Berlín en 2019.
Para la justicia alemana, el asesinato del separatista fue ordenado directamente por las autoridades rusas, que siempre han negado su implicación.
Sin embargo, en palabras de Pevchikh, el intercambio se topó con el rechazo frontal del presidente Vladimir Putin, informó la agencia de noticias Europa Press.
«Recibí la confirmación de que las negociaciones estaban en curso y en su fase final«, afirmó la colaboradora a través de un video difundido en al canal de YouTube del opositor ruso.
En el video, Pevchikh asegura que «Putin mató a Navalny», también intenta hacer entender los motivos que llevaron al mandatario ruso a que Navalny muriese el 16 de febrero.
«Se suponía que Navalny iba a ser liberado en los próximos días porque habíamos tomado una decisión sobre su intercambio«, dijo Pevchikh.
La negocación
Como monedas de cambio también estaban incluidos dos ciudadanos estadounidenses, el ex militar Paul Whelan y el periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich, ambos acusados de espionaje.
Los tres debían ser liberados a cambio de Krasikov, detenido en Alemania, señaló Pevchikh, pese a que el Gobierno alemán se negó a hacer comentarios al respecto.
Pero la activista insistió y aseguró que Estados Unidos y Alemania estaban al tanto de las negociaciones, aunque no precisó qué papel desempeñaron en las conversaciones. Asimismo, resaltó que solo restaba el visto bueno de Putin para cerrar un canje.
Según Pevchikh, la propuesta final había sido entregada a Putin a principios de febrero por Roman Abramovich, el empresario que supo incursionar en el fútbol inglés.
Al presidente ruso se le habría planteado que «la única manera» de conseguir que Krasikov volviese a Rusia sería entregar a Navalny. De modo que por la tarde del 15 de febrero todo estaba ya en «una fase final», dijo Pevchikh.
Pero -continuó la colaboradora- Putin optó por hacer desaparecer a quien debía ser su moneda de cambio y decidió matar a Navalny «porque lo consideraba demasiado peligroso».
La asistente de Navalny también acusó a funcionarios estadounidenses y alemanes de haber retrasado el posible intercambio debido a su pasividad.
Occidente, de la indignación a la condena
El anuncio de la muerte de Navalny, el principal opositor del Kremlin, que falleció a los 47 años, tras más de tres años preso, provocó indignación y condenas de las potencias occidentales y de sus partidarios.
Las circunstancias del deceso siguen sin estar esclarecidas y varios países, incluyendo Estados Unidos, señalaron como responsable al presidente ruso.
También el canciller alemán, Olaf Scholz, responsabilizó al presidente ruso de la muerte de Navalny.
«Yo entiendo, como muchos otros, que ha sido el régimen quien lo ha matado». «Su muerte es la consecuencia de una dictadura», declaró este lunes Scholz ante la presencia de los jefes de redacción de los principales medios de comunicación alemanes.
Según las autoridades rusas, Navalny murió el 16 de febrero en el campo de prisioneros con el nombre no oficial de «Lobo Polar», en la región ártica siberiana de Yamal. Las circunstancias de su muerte aún no han sido aclaradas.
Se dice que Navalny, debilitado y en régimen de aislamiento en prisión, se desplomó durante un recorrido por el helado patio de la cárcel y murió a pesar de los intentos de reanimación. Según el equipo de Navalny, el certificado de defunción menciona causas «naturales».