El cantante presentó un material que trae una versión de “Egoman”, un cover de U2 y el clásico “Sur”. En una charla con La Viola contó sobre su comienzo en la música, su ingreso a la famosa banda de heavy metal y sus proyectos.
Adrián Barilari, voz de Rata Blanca, presentó su nuevo y esperado EP, Barilari x 3. Volumen 1. El reconocido artista entregó una nueva propuesta donde se metió con facetas totalmente diferentes dentro de lo musical, con llegadas al rock y al metal, pasando por el pop internacional, y sumando al tango, una idea que tenía desde hacía varios años. De esta manera, conviven en el material, “Todavía no encontré lo que estoy buscando”, versión del clásico de U2, “Sur”, y su tema “Egoman”.
“Este nuevo formato arrancó a salir por plataformas digitales, antes hubiera sido un disco o CD. Lamentablemente, estos formatos no se usan mucho y a mi me gustaban mucho. Son tres temas que grabamos en vivo, en una sola toma, como se hacía en los ’60. Quisimos darle esa impronta para hacer una grabación más real, con algunos errores que van a aparecer”, describió Adrián Barilari en una charla con La Viola. A lo largo de lo que queda del año, el músico presentará más canciones.
Estos volúmenes estarán integrados por canciones que acompañaron al cantante a lo largo de su carrera, tanto en Rata Blanca como su proyecto solista. “En esta oportunidad se suman los tangos, una idea que tenía desde hacía muchos años”, agregó.
Este estilo fue importante en la formación de Barilari como cantante. Estuvo presente en sus primeros descubrimientos musicales. “Representa mucho. Cuando era chico, en casa, mis viejos y mis tíos escuchaban mucho tango. Yo tenía 6 años y recuerdo que todo el tiempo había música. Mi mamá me llevaba a todos los concursos para que cantara”.
En aquellos años, su tío le marcó el camino. “Lo tomaba como un juego. Él me ponía un longplay de un trío de guitarras, instrumental, y yo cantaba arriba. Me grababa con un geloso y me lo hacía escuchar. Lo recuerdo con mucho cariño. Mi abuela se enojaba y decía: ‘Dejen tranquilo a ese chico’”, recordó con emoción.
“Mi hermano mayor escuchaba a Los Beatles y a Creedence. Él tenía una banda, que ensayaba en casa, y cuando faltaba el cantante me daban el micrófono”, contó sobre aquellos primeros encuentros musicales.
Con los años, ya en la adolescencia, aparecieron otros artistas como Led Zeppelin o Pappo: “Tenía en esa época muchas ganas de crecer musicalmente”. A su vez, el cantante remarcó que fue muy importante las canciones de Carlos Gardel. “Me di cuenta que el tango no era un género para tomarlo a la ligera. Tuvo que pasar un tiempo para animarme y hacerlo de la forma correcta. La gente dirá si le gusta o no. Tengo que reconocer que con el tango aprendí muchísimo”.
Sobre su formación musical, Adrián destacó que la posibilidad se la dio la calle, la experiencia. “No estudié canto. Desde los seis años hasta los 29 fue un período de mucho aprendizaje, de tocar en bares, en programas de televisión, de andar por la vida haciendo música. Es un oficio que nunca se termina de aprender”.
El éxito con Rata Blanca
La banda se formó a mediados de los ´80 y se destacó desde los primeros días con su propuesta metalera y de hard rock. Con la salida de su cantante, Saúl Blanch, en 1989, Rata Blanca salió a la búsqueda de un reemplazo.
Un amigo de la banda, llamado Marcelo fue quien le presentó a Adrián al grupo. “Tenía 29 años y estaba dejando la música. Estaba cansado. Era muy difícil, tenía un hijo y me sentía viejo. Por medio de un conocido en común me contactó Walter Giardino y tuvimos algunas charlas por teléfono y nos juntamos en la sala”.
No fue tarea fácil. El músico tuvo que aprender el repertorio del grupo. “Ellos ya eran conocidos, tenían un disco, y sonaban en las radios. Lo primero que aclaré fue que yo no cantaba como Saúl y me dieron la posibilidad de hacer mi estilo. En octubre de 1989 empezamos a componer los temas de Magos, espadas y rosas, un disco emblemático para nuestro rock. También marcó la carrera de Barilari ya que lo transformó en la voz de Rata Blanca.
“Las cosas se fueron alineando. Cuando uno está en el lugar indicado y se presenta la oportunidad, no lo podes dejar pasar. Mis compañeros de la banda que tenía en esa época me alentaron a dar el paso”.
El primer corte de Magos, espadas y rosas fue “La leyenda del hada y el mago”, pero el tema que se impuso fue “Mujer amante”. Barilari recuerda una curiosa anécdota sobre la composición de este clásico.
“Le pedí a los chicos que me dejaran componer, de aportar algo, y me dieron un casete con una base de guitarra, bajo, batería y teclados. Vivía en un departamento muy chico con mi familia, donde teníamos un perro que no paraba de ladrar. Busqué de encerrarme en el baño para estar tranquilo. Siempre se ríen con la historia ya que cuento que escribí la letra sentado en el inodoro, con la tapa baja. Después fue tomando otra forma. Encontré un lugar para estar solo y que no me molestaran los ruidos”.
Fuente: La Viola