Los
semiconductores
son
el
núcleo
de
los
dispositivos
que
usamos
a
diario,
desde
smartphones
hasta
vehículos
eléctricos
y
satélites.
Sin
embargo,
su
producción
está
concentrada
en
unas
pocas
empresas
que
controlan
el
mercado
global.
Este
dominio
no
solo
tiene
implicaciones
empresariales,
sino
también
geopolíticas,
como
lo
demuestra
la
creciente
rivalidad
tecnológica
entre
Estados
Unidos
y
China.
Y
ese
músculo
tecnológico
es
algo
que
se
puede
ver
a
la
perfección
en
el
siguiente
gráfico
elaborado
por
Visual
Capitalist.
Nvidia.
En
el
gráfico
se
muestran
los
datos
bursátiles
(de
las
empresas
que
cotizan
en
bolsa)
a
fecha
30
de
diciembre
de
2024
y
algo
en
lo
que
no
había
dudas
era
en
el
papel
protagónico
de
una
empresa
norteamericana:
Nvidia.
La
compañía,
especializada
en
la
creación
de
GPU
para
videojuegos
y
servidores
(y
que
acaba
de
presentar
su
nueva
generación
de
tarjetas
gráficas),
tiene
un
valor
de
mercado
de
3,6
billones
(de
los
nuestros)
de
dólares.
Es
el
pilar
sobre
el
que
se
asienta
la
industria
de
los
semiconductores
estadounidense,
que
tiene
otros
gigantes
como
Micron,
AMD,
Qualcomm
o
Texas
Instruments.
Y
puesto
en
un
contexto
visual,
podemos
apreciar
mucho
mejor
el
peso
de
esta
compañía
en
el
mercado
global,
mucho
mayor
que
el
de
la
gran
mayoría
del
resto
de
compañías…
unidas.
TSMC.
Otra
empresa
que
tiene
un
buen
trozo
de
la
tarta
de
los
semiconductores
es
la
taiwanesa
TSMC.
De
hecho,
sólo
esta
empresa
es
la
que
permite
a
Taiwán
tener
la
segunda
mayor
cuota
de
mercado
a
nivel
mundial.
Y
no
es
para
menos
si
tenemos
en
cuenta
que
es
quien
lidera
la
fabricación
de
semiconductores
a
nivel
mundial
para
otras
empresas.
Esto
significa
que
produce
chips
diseñados
no
por
ellos,
sino
por
otros,
siendo
Apple
el
ejemplo
perfecto:
la
compañía
norteamericana
diseña
sus
chips,
pero
es
TSMC
la
que
se
encarga
de
la
producción.
Tras
micho
tiempo
teniendo
un
papel
destacado
en
la
industria,
fue
a
finales
de
2024
cuando
TSMC
se
convirtió
en
una
de
las
tres
compañías
que
superan
el
billón
de
dólares,
algo
que
aspira
a
aumentar
gracias
a
sus
objetivos
expansionistas.
Broadcom.
Y
la
tercera
en
discordia
es
Broadcom.
La
empresa
nació
como
una
división
de
semiconductores
de
HP,
pero
se
separó
de
Hewlett-Packard
a
finales
del
siglo
pasado
y
estos
años
se
ha
ido
convirtiendo
en
uno
de
los
diseñadores,
desarrolladores
y
fabricantes
de
semiconductores
más
importantes
a
nivel
mundial.
Además,
y
como
en
el
caso
de
TSMC,
Apple
es
una
de
las
patas
más
importantes
de
Broadcom
gracias
a
un
acuerdo
de
colaboración
anunciado
en
2023
que
debería
desembocar
en
el
desarrollo
de,
al
menos,
módems
5G.
La
resistencia
europea.
Los
focos
europeos
están
bastante
claros.
Por
un
lado,
tenemos
a
ASML,
siendo
este
un
caso
de
lo
más
curioso
porque
no
fabrican
chips,
pero
sí
son
los
responsables
de
las
máquinas
más
avanzadas
para
la
construcción
de
los
mismos.
Es
decir,
son
los
que
nutren
a
los
principales
constructores
de
la
maquinaria
más
puntera
y
se
han
convertido
en
uno
de
los
sacos
de
boxeo
en
la
guerra
comercial
entre
China
y
Estados
Unidos.
En
Alemania
tenemos
el
fabricante
Infineon
y
en
Reino
Unido
destaca
ARM,
la
compañía
que
diseña
procesadores
con
su
propia
arquitectura,
ARM,
para
competir
contra
Nvidia,
Qualcomnm,
AMD,
Intel
o
Samsung.
Y
recientemente
se
anunció
la
Ley
Europea
de
Chips
para
que
el
territorio
deje
de
ser
un
jugador
secundario
en
este
mercado.
Intel
en
caída
libre.
Hablando
de
Intel,
ocupa
un
espacio
minúsculo
entre
tanto
gran
jugador.
Con
85.000
millones,
no
es
ni
la
sombra
de
lo
que
fue,
pero
no
es
que
esté
lejísimos
de
Nvidia,
sino
que
también
está
muy
lejos
de
la
compañía
a
la
que
una
vez
pisoteó:
AMD.
La
compañía
estadounidense
se
ha
ganado
críticas
de
propios
y
extraños,
se
desplomó
a
mediados
del
año
pasado
con
su
mayor
crisis
en
décadas
y
su
CEO,
Pat
Gelsinger,
salió
por
la
puerta
de
atrás
a
finales
del
año
pasado
tras
perder
el
tren
de
la
IA.
Veremos
qué
les
depara
un
2025
para
el
que
tienen
grandes
aspiraciones.
¿Y
China?
Todo
esto
está
bien
y
es
innegable
el
dominio
estadounidense,
taiwanés
y
los
pesos
pesados
europeos
y
surcoreanos.
Pero…
¿dónde
está
China?
Estos
últimos
años,
a
raíz
de
la
guerra
comercial
entre
Estados
Unidos
y
China
y
el
veto
de
compra
de
tecnología
occidental
a
las
empresas
chinas,
el
gigante
asiático
ha
dado
un
impulso
a
sus
empresas
tecnológicas.
El
principal
protagonista
es
Huawei,
quienes
están
desarrollando
GPU
para
competir
contra
las
de
NVIDIA
en
materia
de
IA,
pero
el
brazo
ejecutor
es
SMIC.
Se
trata
de
la
punta
de
lanza
de
la
industria
de
los
semiconductores
china,
quien
‘revivió’
la
conversación
sobre
la
situación
de
Huawei
en
dispositivos
móviles
y
la
principal
compañía
de
semiconductores
del
país.
Sin
embargo,
está
en
el
puesto
22
de
la
lista,
extremadamente
lejos
no
sólo
de
compañías
estadounidenses,
sino
europeas,
japonesas,
surcoreanas
y,
evidentemente,
de
TSMC.