Una de las grandes debilidades de Netflix ha sido su incapacidad para dar con un sitcom que se convierte en uno de los grandes emblemas de la plataforma. Está claro que no es nada fácil dar con la nueva ‘Friends’ o la nueva ‘The Office’, pero por faltas de intentos no ha sido. La cuestión es que luego títulos como ‘Space Force’ o ‘Blockbuster’ acabaron siendo sonoros fracasos.
En su nuevo intento por conseguirlo ha apostado por una fórmula diferente, ya que en lugar de intentar levantar algo de cero, han optado por sacar adelante una secuela de la mítica ‘Aquellos maravillosos 70’. Estrenada el pasado 19 de enero, los primeros datos de ‘Aquellos maravillosos 90’ no han sido demasiado buenos, y es una pena, ya que lo peor que puede decir de su muy entretenida primera temporada es que una lástima que no dure más de 10 episodios para que así haya más margen para asentar a los personajes y las relaciones entre ellos.
Muy continuista
Una cosa que tienen muy clara los responsables de ‘Aquellos maravillosos 90’ es que si algo ya funciona, mejor no toques demasiado. Eso lleva a que la serie beba mucho de la original, tanto en lo referente a personajes secundarios y apariciones especiales como en la forma de abordar el humor. Ahí es verdad que hay varias referencias que dejan claro que estamos en los años 90, pero en otros muchos aspectos parece más una prolongación de lo que ya vimos en ‘Aquellos maravillosos 70’.
La gran duda que surge entonces es hasta qué punto tiene sentido hacer eso casi 17 años después de que ‘Aquellos maravillosos 70’ llegase a su fin, sobre todo si tenemos en cuenta todo lo que ha evolucionado la comedia televisiva desde entonces. Porque es verdad que eso no ha afectado tanto a otros títulos, pero en el caso que nos ocupa sí que es una obra muy hija de su tiempo y que no ha conectado tanto con generaciones posteriores de espectadores.
La respuesta a esa duda depende de cada espectador, porque no es igual volver a algo a lo que ya tenías cariño que enfrentarte a algo que te aporte básicamente lo mismo. Sí, los actores jóvenes son otros y habrá quien suelte alguna idiotez sobre el tema de la representación, pero al final vienen a llenar roles similares, aunque sin caer tampoco en el error de convertirse en meras copias, y con un sentido del humor claramente continuista.
Ahí ya no es solamente que la aportación de Kurtwood Smith y Debra Jo Rupp como Red y Kitty Forman resulte esencial para que en todo momento se siente como una sucesora clara -y de paso transmita al espectador cierta sensación de volver al hogar-, pues también se nota que varios de los creadores de la serie original han participado en su desarrollo.
Necesitaba más episodios
De hecho, todo en ‘Aquellos maravillosos 90’ parece pensado para que se sienta como una transición más o menos natural. Es cierto que el primer episodio quizá tira demasiado de nostalgia con tanta aparición especial -luego serán habituales pero mucho más dosificadas-, pero quizá tampoco una forma mejor de crear una carta de presentación para algo que quiere recuperar ese cruce entre nostalgia y absurdez que lanzó las carreras de varios de sus protagonistas.
En este caso no creo que vaya a lograr lo mismo, pues es cierto que el trabajo de casting ha resultado bastante acertado, pero ahí es donde tenemos una de las principales series de Netflix respecto a su predecesora: aquí todo tiene un toque más efímero, desde el hecho de que la serie se sitúe durante las vacaciones de verano de Leia (inspirada Callie Haverda) hasta que apenas sean 10 episodios.
Eso quita peso al esparcimiento de los personajes para convertirse ellos en el motor incluso por encima de las situaciones a las que se enfrentan -porque sí, nos hace gracia que les pasen cosas, pero sobre todo que les pasen especificamente a ellos-. Soy consciente de que muchos no dudarían en calificar eso como simple relleno, pero en las sitcoms es el pegamento esencial para diferenciar aquellas que son más o menos divertidas de las que se acaban quedando con nosotros para siempre. Ojo, me refiero a las sitcoms puras, no a esas comedias televisivas para las que hacer reír al espectador pasa a segundo o incluso tercer plano.
En el caso de ‘Aquellos maravillosos 90’ creo que sus nuevos personajes acaban funcionando bastante mejor de lo que puede dar a entender su piloto, pero también que todavía les falta rodaje e incluso que en algunas tramas quizá se han visto algo apurados por la escasez de tiempo. Y no tengo muy claro que Netflix vaya a dárselo. Hace unos años seguro que sí, pero ahora cancelan tantas cosas que las 41 millones de horas reproducidas que tuvo durante sus primeros días en la plataforma invitan a pensar que quizá no pase de aquí.
En resumidas cuentas
‘Aquellos maravillosos 90’ es una muy buena secuela que recupera el espíritu de la original con acierto, hasta el punto de que realmente se siente como una continuación de lo que pasó allí en lugar de como algo nuevo y diferente. Lo único que falla es no tener más tiempo para que los engranajes fluyan mejor, pero por mí me vería una segunda temporada mañana mismo. Ahora solo falta que Netflix no la cancele.
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