Ya es el Vélez de Heinze

Al hablar de Gabriel Heinze se suelen remarcar sus reiterados encontronazos con los periodistas, sus cambios polémicos (aquella vez que sacó a Mauro Zárate en un partido que perdía ante Racing), sus castigos (contra Temperley dejó fuera de los concentrados a Santi Cáseres por una acto de indisciplina), pero se reconoce muy poco su gran trabajo. El Vélez de esta Superliga está confirmando lo que ya era una evidencia en el torneo anterior: el equipo asimiló la idea de su DT y ya se sabe a lo que juega. Como ocurrió en su paso triunfal por Argentinos (campeón en la B Nacional), el Gringo potenció a sus jugadores, logró convencer a sus dirigidos del estilo de juego que debe tener el equipo y eso comenzó a reflejarse en los resultados. De mirar con preocupación la tabla de los promedios en el torneo pasado ahora observa con ilusión los puestos más altos de la tabla de posiciones.

Sin figuras rutilantes (Zárate ya no está), con un plantel que acumula más promesas que realidades (Robertone, Domínguez, Giménez, Almada), este Vélez se hizo fuerte desde el funcionamiento colectivo. Como muchos entrenadores de su generación, Heinze suele apostar por el 4-3-3, el dibujo que más favorece las triangulaciones que él propone. Aunque tampoco se casa con esa idea y puede innovar con algunos movimientos posicionales, como cuando hace retroceder a Giménez a la posición de último hombre para iniciar la construcción del juego. Eso ocurrió ante Unión, un rival parado con un claro 4-4-2. Con su joven 5 entre los dos centrales (como suele hacer Marcelo Díaz en Racing), Vélez siempre salía jugando con superioridad numérica 3vs2. Y los dos laterales, posicionados bien altos, intentaban ganarles las espaldas a los carrileros rivales o, en el peor de los casos, los obligaban al retroceso generando espacios en la mitad de la cancha para la segunda fase de la elaboración. Mirá este video:

Influenciado por Marcelo Bielsa, a quien tuvo en la Selección, Heinze inculca la famosa verticalidad y por eso exprime al máximo a sus jugadores desde lo físico. Sabe que la dinámica de los interiores es clave para romper y atacar los espacios y por eso les pide que pisen de manera permanente el área rival. Su Vélez, además, tiene cositas del gran Newell’s de Martino que él integró. Mismo dibujo táctico, mismas intenciones protagónicas, ciertos movimientos automatizados, aunque quizás con algo menos de tenencia y de volumen de juego producto de las diferencias lógicas en las características de los jugadores. 

Los dos goles ante Central, este lunes, llevan el ABC del Gringo. Mirá:

1) La jugada del 1 a 0. Todo arranca con un avance de Almada, ese chiquitín mediapunta de sólo 17 años que pinta lindo. El pibe, en pocos metros, atrajo a tres rivales y descargó para Vargas, posicionado como extremo y listo para el mano a mano con Angel Gómez, el lateral de Central. A todo esto, los dos interiores (Domínguez y Robertone) ya enfilaban hacia el área rival. El Monito enganchó hacia adentro para su perfil diestro y envió el centro al corazón del área, donde los dos interiores y Bouzat cerrado atacaban en igualdad numérica, 3vs3. Robertone se elevó entre los centrales y metió el cabezazo limpio para el 1 a 0. ¿Voracidad ofensiva y compromiso con la idea? Claro. Mirá:

2) La jugada del 2 a 0. La acción comienza con una pelota que recupera Laso en la salida de Vélez. Con el rival mal parado (la línea de cuatro volantes del Canalla estaba en campo contrario y la línea de cuatro defensores achicaba muy atrás), el central metió un pase filtrado para el pibe Almada, ubicado detrás del doble cinco de Central. Con Bouzat y Vargas fijando a los laterales y generando la amplitud necesaria para ensanchar a la defensa adversaria, Almada vio que Bouzat le marcó el pase y se la tiró larga sin que Ortiz, el 6 de Central, llegara a tiempo al anticipo. Bouzat, mano a mano con el lateral Elías Gómez, encaró de afuera hacia adentro y esperó el instante justo para descargar hacia la entrada de un Almada que había hecho una corrida fenomenal, dejando fuera de acción a Ortiz. El pibe, haciendo la diagonal, definió abajo junto al palo izquierdo de Miño. Un golazo. Mirá:

Mirá los videos de los dos goles: