Aun
recuerdo
el
Redmi
Note
3
que
importé
de
China,
en
aquel
entonces,
Android
era
muy
distinto
y
MIUI
todavía
imperaba
en
los
móviles
superventas
del
gigante
chino.
Aquí
estoy
casi
10
años
después
con
uno
de
los
más
recientes
integrantes
de
la
gama
media
de
Xiaomi:
el
Redmi
Note
13
Pro
5G,
una
versión
‘Pro’
que
mejora
al
modelo
base
en
varios
de
sus
apartados
y
que
un
tiempo
después
las
constantes
rebajas
dejan
a
un
precio
más
apetitoso
que
de
lanzamiento.
Ahora
después
de
unas
meses
con
este
móvil
de
Xiaomi,
tengo
claro
cuáles
son
sus
puntos
fuertes,
sus
debilidades,
cómo
es
de
potente
y
cómo
se
comportan
sus
cámaras.
Te
cuento
mi
experiencia
de
uso
del
Xiaomi
Redmi
Note
13
Pro
5G,
un
gama
media
al
que
no
le
falta
de
nada
y
consigue
prolongar
la
alargada
sombra
de
esta
archiconocida
gama
de
smartphones.
es
como
gana
dinero
Xiaomi
–
te
atraen
y
te
atrapan
Ficha
técnica
del
Xiaomi
Redmi
Note
13
Pro
5G
Xiaomi |
|
---|---|
Pantalla |
AMOLED
2712
120
Gorilla |
Dimensiones |
161,15
187 |
procesador |
Snapdragon |
ram |
8 |
almacenamiento |
128 |
cámara |
16 |
Cámara |
200
8
2 |
Batería |
5.100
Carga |
Sistema |
MIUI
Android |
Conectividad |
5G
Wi-Fi
Bluetooth
IR Minijack NFC |
Otros |
Lector IP54
Altavoces |
Precio |
Desde |
*
Algún
precio
puede
haber
cambiado
desde
la
última
revisión
Refinando
un
diseño
muy
reconocible

Su
trasera
desprende
buena
construcción
y
esta
unidad
en
verde
olvida
resulta
muy
bonita
Si
bien
hace
unos
años,
solo
la
gama
alta
parecía
recibir
diseños
atractivos,
ahora
todo
ha
cambiado.
El
año
pasado
tuve
la
oportunidad
de
analizar
el
Redmi
Note
12
5G,
que
empezaba
a
mostrar
un
diseño
muy
reconocible
para
los
superventas
de
Xiaomi.
He
tenido
las
mismas
sensaciones
-sino
mejores-
porque
este
Redmi
Note
comparte
las
líneas
que
lo
hicieron
fácil
de
identificar.
Módulo
de
cámaras
con
esquinas
redondeadas,
dos
sensores
que
sobresalen
en
disposición
vertical…
esta
trasera
me
suena.
Y
eso
que
ha
cambiado,
aunque
sea
un
poco:
Xiaomi
deja
atrás
el
policarbonato
de
aspecto
metalizado
por
una
suerte
de
plástico
que
imita
al
cristal
y
otorga
cierto
aire
premium
al
sostenerlo
en
mano.
En
esta
trasera
se
mantiene
la
serigrafía
de
la
marca,
y
añade
unos
colores
menos
llamativos
que
en
la
generación
pasada.
En
el
caso
de
la
unidad
recibida,
un
verde
oliva
muy
agradable
a
la
par
que
sobrio.

Las
cámaras
son
protagonistas
A
pesar
de
su
trasera
reconocible
y
continuista,
el
fabricante
chino
se
apunta
a
las
últimas
tendencias
del
mercado:
la
trasera
es
completamente
plana,
sin
una
sola
curva,
unos
laterales
también
llanos,
que
conectan
ambas
caras
con
bordes
redondeados.
Vamos,
esta
“forma”
nos
la
conocemos
de
sobra,
y
para
mi
gusto,
es
una
de
las
más
ergonómicas.
Con
poco
más
de
160
milímetros
de
alto
no
termina
de
ser
incómodo
en
mano,
mucho
ayudan
los
contenidos
187
gramos
de
peso,
una
buena
marca
cuando
superar
los
200
es
habitual.
Y
sin
que
la
batería
se
vea
afectada,
que
como
veremos
después,
da
un
muy
buen
rendimiento.
La
botonera
sigue
en
su
disposición
habitual
(arriba
volumen,
abajo
desbloqueo)
y
se
sitúa
en
el
lateral
derecho;
el
lateral
izquierdo
queda
huérfano
de
elementos
que
lo
interrumpan,
se
van
todos
al
superior
(altavoz,
micrófono,
conector
jack
y
sensor
de
infrarrojos)
e
inferior
(puerto
USB-C,
segundo
altavoz
y
bandeja
para
SIM).

El
módulo
que
aúna
los
sensores
es
una
evolución
de
la
generación
anterior
En
general,
es
un
teléfono
bien
construido,
sin
fisuras,
y
que
se
identifica
por
el
módulo
de
cámaras,
ahora
“dividido”
en
tres
por
unas
finas
líneas.
En
este
sentido,
bebe
de
su
hermano
mayor,
el
Redmi
Note
13
Pro+
5G,
que
eleva
las
especificaciones
al
máximo.
Ahora
sí,
paso
a
comentar
el
frontal
dominado,
como
no
podía
ser
de
otra
manera,
por
su
imponente
pantalla
AMOLED.
Es
casi
imposible
encontrar
un
teléfono
compacto
hoy
en
día,
las
casi
7
pulgadas
son
una
norma.
En
este
caso,
no
me
he
encontrado
con
un
móvil
incómodo
en
mano,
todo
lo
contrario,
y
eso
que
este
Redmi
Note
13
Pro
5G
alberga
un
panel
de
6,67
pulgadas,
igual
a
la
anterior
generación.
El
terminal
trae
preinstalado
un
cristal
protector
que
agarra
las
huellas
con
mucha
facilidad,
por
debajo
la
pantalla
viene
recubierta
de
la
solución
Gorilla
Victus
de
Corning:
no
ha
sufrido
ni
un
arañazo
durante
estas
semanas.

La
pantalla
se
ve
únicamente
interrumpida
por
la
cámara
frontal
que
se
aloja
en
el
típico
recorte
circular,
justo
en
la
mitad.
A
destacar
el
buen
aprovechamiento
del
frontal:
la
pantalla
tiene
biseles
muy
reducidos,
casi
simétricos
en
las
partes
superior
e
inferior.
Por
suerte,
esto
es
cada
vez
más
habitual
en
la
gama
media,
y
se
agradece
sobremanera.
Una
pantalla
para
disfrutar
de
cualquier
contenido

Pantalla
AMOLED
a
lo
grande.
Ya
no
hace
falta
acudir
a
teléfonos
caros
para
una
buena
experiencia
visual
Siguiendo
con
la
pantalla
del
Redmi
Note
13
Pro
5G,
puedo
decir
que
cumple
sobradamente
las
expectativas.
Hahblamos
de
un
panel
AMOLED
muy
brillante,
con
los
ángulos
de
visión
típicos,
sin
sorpresas
pero
con
muy
buenas
sensaciones:
influye
la
resolución
1,5K,
que
Xiaomi
ha
querido
dar
un
salto,
liviano
pero
relevante.
Con
1.800
nits
de
brillo
máximo,
sin
ningún
problema
para
visualizarla
en
exteriores
con
su
brillo
típico
inferior.
Buena
definición
e
interpretación
del
color,
de
hecho,
no
he
decidido
“tunearla”
en
los
ajustes
de
HyperOS,
me
convence
cómo
viene
de
fábrica.
Ahora
bien,
en
relación
a
los
120
hercios,
por
el
lado
de
la
pantalla
los
alcanza,
aunque
se
ven
lastrados
por
la
potencia
de
su
interior.

Desde
los
ajustes
del
Redmi
Note
13
Pro
5G,
es
posible
cambiar
el
«Esquema
de
colores»
en
distintos
modos
predefinidos,
y
con
la
posibilidad
de
personalizar
la
temperatura
del
color
al
detalle.
Para
mí,
este
panel
no
tiene
ningún
problema
mayor,
evidentemente
está
lejos
de
alto
nivel
pero
seguimos
hablando
de
un
teléfono
de
gama
media.
Biometría

La
pantalla
cuenta
con
un
sensor
de
huellas
óptico
muy
rápido
Tampoco
hay
sorpresas
en
los
métodos
seguros
de
desbloqueo:
vinee
equipado
con
un
sensor
bajo
la
pantalla,
de
tipo
óptico,
que
sin
embargo
responde
a
las
mil
maravillas.
Es
rápido,
cuestión
de
milisegundos,
aunque
sus
limitaciones
aparecen
cuando
hay
un
poco
de
sudor
o
humedad,
teniendo
que
repetir
la
lectura
de
mi
dedo.
Y
no
falta
el
reconocimiento
facial,
que
utiliza
la
cámara
frontal
como
en
la
inmensa
mayoría
de
Android:
no
es
lo
más
seguro,
aunque
se
comporta
de
buena
manera
para
desbloquear
este
Redmi
Note
sin
tocar
la
pantalla.
Audio

En
el
apartado
sonoro,
el
Redmi
Note
13
Pro
5G
mantiene
un
buen
nivel
gracias
a
la
adición
de
dos
altavoces,
muy
bien
situados
como
mencioné
anteriormente.
Que
estén
en
los
marcos
superior
e
inferior
mejora
la
recepción
del
sonido,
encima
con
buena
potencia
(alrededor
de
90
dB
en
volumen
máximo),
y
con
una
calidad
más
que
decente.
No
es
el
móvil
que
mejor
suena,
eso
está
claro,
sus
graves
podrían
ser
algo
más
contundentes.
Eso
sí,
de
los
últimos
gama
media,
es
con
el
que
más
he
escuchado
música
en
ratos
libres.
¿Que
le
conecto
unos
auriculares?
Sin
problemas
con
una
buena
ristra
de
códecs
compatibles.
Con
unos
Pixel
Buds
Pro
usando
AAC,
devuelve
buena
calidad,
sin
problemas
de
conexión.
Como
siempre
digo,
en
este
sentido,
importa
más
el
accesorio
que
el
propio
móvil.
Xiaomi
añade
en
este
móvil
Dolby
Atmos:
al
contrario
que
en
el
Motorola
G85
que
analicé
hace
poco,
este
Redmi
Note
no
necesita
una
app
separada.
En
«Efectos
de
sonido»
es
posible
elegir
entre
el
sonido
como
lo
entiende
Dolby
o
bien
el
stock
de
Xiaomi.
Un
punto
a
favor
de
HyperOS
en
relación
al
audio
es
su
completo
ecualizador
gráfico:
con
varios
presets
y
unas
barras
deslizables,
podemos
personalizar
el
sonido
en
este
Redmi
Note.
Cumple
con
nota
aquí
Xiaomi.
Bien
en
CPU,
cumplidor
en
GPU

Por
mucho
‘Pro’
que
luzca
en
su
nombre,
estamos
ante
un
gama
media,
algo
vitaminado
respecto
a
los
modelos
base,
por
lo
que
no
hay
un
salto
demasiado
reseñable
entre
ellos,
tampoco
con
la
anterior
generación.
Y
eso
no
tiene
porqué
ser
malo:
el
Redmi
Note
13
Pro
5G
monta
un
chip
de
Qualcomm,
en
concreto
el
Snapdragon
7s
Gen
2.
¿Qué
esperar
de
este
SoC?
Pues
en
resumen,
cumple
sobradamente.
HyperOS
se
mueve
fluido,
sin
excesivos
lags
(que
alguno
aparece
de
vez
en
cuando)
y
con
tiempos
de
carga
casi
inapreciables.
Eso
sí,
no
esperes
un
rendimiento
de
gamas
superiores.
Los
Redmi
Note
en
estos
últimos
años
buscan
más
el
equilibrio
que
la
potencia
bruta,
al
contrario
que
POCO.
En
la
unidad
que
he
estado
probando,
cuenta
con
8
GB
de
memoria
RAM
y
256
GB
de
almacenamiento
interno.
Sin
problemas
con
la
multitarea,
a
pesar
de
que
el
sistema
de
Xiaomi
suele
cargarse
aplicaciones
en
segundo
plano.
No
negaré
que
no
me
termina
de
convencer
el
desempeño
del
terminal,
pero
esto
se
debe
más
a
un
software
irregular
del
que
luego
hablaré
en
profundidad.

El
Redmi
Note
13
Pro
5G
corre ‘Fortnite’
pero
no
podemos
esperar
mucho
de
su
GPU
Para
ver
su
potencia
bruta,
como
de
costumbre
le
he
pasado
unas
pruebas
sintéticas,
útiles
para
comparar
con
su
competencia
más
directa:

xiaomi |
Motorola |
honor |
SAMSUNG |
poco |
REALME |
|
---|---|---|---|---|---|---|
procesador |
Qualcomm |
Qualcomm |
MediaTek |
Samsung |
Qualcomm |
Mediatek |
ram |
8 |
12 |
8 |
8 |
12 |
8 |
GEEKBENCH |
1.020 |
933 |
786 |
1.019 |
1.025 |
937 |
3D |
3.036 |
1.567 |
1.301 |
2.809 |
3.050 |
2.253 |
PCMARK |
13.071 |
12.087 |
9.325 |
13.303 |
12.791 |
13.952 |
Junto
al
procesador
Snapdragon
encontramos
una
GPU
Adreno
un
tanto
desconocida,
capaz
de
ejecutar
cualquier
título
disponible
en
Android.
No
está
nada
mal:
no
se
le
resiste
‘Fortnite’,
tampoco
‘Genshin
Impact’,
por
poner
unos
cuantos
que
he
probado.
Además,
permite
estirar
algo
la
calidad
gráfica
hasta
el
nivel
medio
en
la
mayoría
de
ajustes,
con
concesiones
en
los
fotogramas
por
segundo
como
es
natural.
No
hablo
de
60,
sino
de
20-25
FPS.
Suele
calentarse
cuando
lleva
un
rato
exprimiendo
las
capacidades
de
CPU
y
GPU,
nada
alarmante,
y
la
disipación
no
es
mala
una
vez
cortamos
la
actividad
demandante.
Autonomía

Los
Redmi
Note
llevan
años
ofreciendo
buena
autonomía,
más
que
suficiente
para
un
par
de
jornadas.
En
esta
ocasión
y
con
este
chip
enfocado
en
la
eficiencia,
las
buenas
sensaciones
se
mantienen:
me
ha
durado
hasta
un
par
de
jornadas
intensas,
con
una
media
de
3
horas
al
día
de
pantalla
activa.
Si
ya
venías
de
una
generación
anterior
sabes
que
Xiaomi
no
falla
en
términos
de
batería.
En
mi
uso
habitual,
le
he
dado
mucha
caña
en
navegación
web,
streaming
de
vídeo,
algo
de
GPS
y
algunas
sesiones
de
gaming.
No
he
conseguido
agotar
su
batería
en
un
solo
día,
que
no
digo
que
no
sea
posible
con
otro
tipo
de
tareas
más
exigentes.
En
juegos
como
‘Fornite’,
se
aprecia
un
descenso
más
acelerado
del
porcentaje
de
batería,
sin
ser
alarmante,
es
lo
que
tiene
poner
el
hardware
a
tope
de
revoluciones.

Así
que
sobresaliente
en
autonomía
para
el
Redmi
Note
13
Pro
5G:
a
no
ser
que
tengas
la
pantalla
encendida
durante
muchas
horas,
no
echarás
en
falta
una
batería
de
más
capacidad.
Son
5.000
mAh
muy
bien
aprovechados,
quizá
podamos
exigir
para
la
próxima
generación
una
batería
más
grande,
algunos
fabricantes
están
superando
los
6.000
mAh.
Aunque
la
autonomía
sea
más
que
suficiente,
no
está
de
más
tener
una
carga
rápida
capaz
de
rellenar
la
batería
en
pocos
minutos.
Es
un
recurso
muy
útil
para
momentos
de
apuro,
con
67
vatios
en
apenas
cinco
minutos
tengo
para
unas
horas
extra.
Y
de
aquí,
otro
punto
a
favor
de
Xiaomi:
incluye
el
cargador
en
la
caja,
apto
para
aprovechar
la
potencia
de
carga
rápida
del
terminal.
-
5
minutos
de
carga:
17
%
de
batería. -
10
minutos
de
carga:
30
%
de
batería. -
20
minutos
de
carga:
42
%
de
batería. -
30
minutos
de
carga:
63
%
de
batería. -
50
minutos
de
carga:
95
%
de
batería. -
Total:
55
minutos
de
carga
aproximadamente.
HyperOS
le
sienta
bien,
con
las
pegas
de
siempre

Tradicionalmente,
Xiaomi
no
ha
sido
uno
de
los
fabricantes
más
involucrados
con
ir
al
día
respecto
a
la
versión
del
SO
de
Google.
Ahora
no
es
distinto,
pero
sí
que
ha
mejorado
sobremanera
su
política
de
actualizaciones,
dando
un
soporte
más
largo
a
sus
modelos
más
significativos
de
cada
año.
Este
es
uno
de
ellos,
y
aunque
ahora
mismo
está
una
versión
por
detrás,
pronto
saltará
al
esperado
HyperOS
2
con
Android
15
que
le
sentará
genial.
Pero
esos
no
son
los
problemas
de
HyperOS,
porque
seguimos
hablando
de
una
capa
muy
sobrecargada
de
bloatware.
En
ocasiones,
lo
simple
funciona,
y
hay
partes
del
software
de
Xiaomi
que
entorpecen
la
experiencia,
sobre
todo
si
vienes
de
capas
más
livianas.
Lo
mismo
ocurre
con
la
publicidad,
presente
en
algunas
de
sus
apps.

Por
lo
demás,
HyperOS
en
este
Redmi
Note
13
Pro
5G
pienso
que
está
bien:
se
mueve
con
soltura,
sin
muchos
tirones
en
la
interfaz.
Aguanta
el
tipo,
con
la
potencia
que
le
otorga
su
hardware,
y
sin
esperar
nada
más.
A
mí
visualmente
me
encanta,
a
pesar
de
esa
falta
de
consistencia
entre
las
apps
nativas
y
las ‘Google
Apps’.
Cámaras
sin
sorpresa,
con
buen
resultado

Los
tres
sensores
que
asoman
en
la
trasera
del
terminal
nos
dice
el
número
de
sus
cámaras.
Aunque
esto
no
significa
que
las
vayamos
a
usar
siempre:
el
Redmi
Note
13
Pro
5G
monta
una
cámara
principal
de
200
megapíxeles,
una
cifra
que
asusta
e
indica
la
gran
resolución
de
las
fotos
que
obtiene.
Durante
las
pruebas,
me
he
topado
con
la «norma»
de
la
gama
media:
un
sensor
principal
que
eclipsa
al
resto,
y
de
esos
un
ultra
gran
angular
decente.
Por
último,
el
macro,
es
más
bien
testimonial.
Ahora
bien,
para
domar
estas
cámaras,
se
necesita
una
aplicación
a
la
altura.
¿Lo
ha
estado?

La
app
de
cámara
de
HyperOS
nos
resulta
muy
familiar,
y
eso
es
un
punto
positivo
La
app
de
cámara
de
HyperOS
es
familiar,
venga
o
no
vengas
del
ecosistema
Xiaomi:
navegación
por
pestañas
y
la
categoría
«Más»
donde
editar
qué
modos
están
visibles
a
nuestra
selección.
A
destacar
algunos
adicionales
e
inéditos
como
«Cortometraje»
o
«Exposición
prolongada»
(permite
hacer
lightpainting).
Siempre
agradezco
tirar
en
RAW,
cosa
que
no
he
podido
hacer
en
el
modo
«Pro»,
por
lo
que
únicamente
extraemos
el
archivo
procesado
por
el
algoritmo.
Ahora
yendo
al
grano:
la
cámara
principal
cumple
sobradamente
para
la
mayoría
de
usuarios
que
compran
un
móvil
por
menos
de
300
euros.
De
día,
demuestra
que
casi
cualquier
gama
media
económico
sabe
comportarse.
Buena
nitidez,
balance
de
blancos
correcto,
y
unos
200
megapíxeles
que
se
aprecian
en
el
recorte,
también
en
el
detalle
fino.
Evidentemente
no
podemos
emparejarlo
con
teléfonos
más
caros,
pero
el
resultado
es
más
que
notable.

Cambiar
al
ultra
gran
angular,
implica
concesiones
a
nivel
de
detalle.
No
he
percibido
una
pérdida
alarmante,
siendo
muy
naturla
debido
a
un
sensor
de
menos
megapíxeles
y
una
óptica
con
menos
nitidez.
Eso
sí,
no
le
quito
mérito,
y
es
que
con
luz
natural
mantiene
el
ISO
a
raya,
y
no
queda
tan
malparado
frente
a
la
cámara
principal.

En
interiores
con
luz
artificial
la
historia
cambia.
Mientras
que
la
cámara
de
200
megapíxeles
cumple,
son
evidentes
las
diferencias
respecto
a
la
ultra
gran
angular.
Como
digo,
para
una
foto
con
un
mayor
campo
de
visión,
el
resultado
no
está
nada
mal,
pero
no
podemos
esperar
sacarle
mucho
más
jugo.

Que
la
noche
aprieta
las
tuercas
a
las
cámaras
de
la
gama
media
no
es
novedad.
El
modo
noche
resuelve
algunas
de
las
dificultades,
y
mejora
el
detalle,
aunque
a
mi
parecer
palidece
en
el
balance
de
blancos.
Nada
mal
en
velocidad
de
obturación,
que
es
común
encontrarnos
móviles
que
se
toman
un
buen
tiempo,
no
es
el
caso
del
Redmi
Note
13
Pro
5G.

Más
difícil
todavía
se
lo
he
puesto
tocando
en
el
acceso
directo
que
nos
invita
a
hacer
zoom.
Los
dos
aumentos
no
son
ópticos,
puesto
que
no
cuenta
con
un
telefoto
dedicado,
y
como
es
obvio,
se
nota
demasiado.
Con
este
recorte
digital,
el
teléfono
abusa
del
sharpening
afilando
demasiado
los
detalles,
en
un
intento
por
recuperar
detalle.

Xiaomi
le
tiene
bien
pillado
el
punto
al
modo
retrato,
ya
sea
con
la
cámara
frontal
o
la
principal.
Puede
confudirse
con
algún
añadido
o
prenda,
pero
resuelve
bien
el
efecto
bokeh.
Eso
sí,
su
cámara
frontal
sufre
demasiado
de
noche,
sobreexponiendo
las
luces
constantemente
y
con
falta
de
nitidez
en
el
foco.
No
significa
que
sea
una
mala
cámara
para
videollamadas:
es
pareja
a
la
de
su
hermano
mayor,
el
Pro+.

Con
respecto
a
la
grabación
de
vídeo,
tenemos
una
resolución
máxima
de
4K/30fps
o
bien
1080p/60fps.
No
aspira
a
mucho
pero
se
agradece
el
OIS
del
sensor
principal,
el
mejor
preparado
para
grabar
algún
clip
casual.
Xiaomi
Redmi
Note
13
Pro
5G,
la
opinión
y
nota
de
Xataka
Android

Los
Redmi
Note
14
acaban
de
llegar
con
varios
cambios
pero
que
no
suponen
un
salto
demasiado
considerable.
Al
no
poder
competir
en
precio
con
la
generación
anterior,
este
Redmi
Note
13
Pro
5G
sigue
siendo
una
opción
más
que
recomendable:
rendimiento,
batería
y
unas
cámaras
más
que
decentes.
Además,
este
modelo
intermedio
de
los
Redmi
Note
13
guarda
una
diferencia
respecto
a
su
sucesor
que
agradará
a
muchos:
Qualcomm
por
encima
de
MediaTek.
Usualmente,
el
soporte
de
ROMs
y
actualizaciones
es
mejor
con
los
chips
del
fabricante
americano,
que
además
cumple
en
potencia
con
este
Snapdragon
7s
Gen
2.
Para
mí,
es
el
Redmi
Note
más
recomendable
de
los
últimos
años:
los
modelos
base
4G
y
5G
se
quedan
cortos
en
potencia,
mientras
que
este
se
muestra
en
equilibrio
por
debajo
de
la
versión ‘Pro+’
que
sobrepasa
en
precio
al
que
he
analizado.
Como
siempre,
Xiaomi
se
enfrenta
a
sí
misma
en
este
rango
de
precios,
y
sabe
moverse
como
nadie.
7,3
Diseño
7
Pantalla
7,5
Rendimiento
7,5
Cámara
7
Software
6,5
Autonomía
8,25
A
favor
-
Duración
de
batería -
Un
diseño
característico -
Buena
construcción -
Relación
precio-potencia
En
contra
-
HyperOS
peca
de
lo
mismo
de
siempre -
La
calidad
de
sonido
de
los
altavoces
*
Algún
precio
puede
haber
cambiado
desde
la
última
revisión
El
terminal
ha
sido
cedido
para
la
prueba
por
parte
de
Xiaomi.
Puedes
consultar
nuestra
política
de
relaciones
con
empresas
y
cómo
hacemos
estas
reviews.