El comercio de barrio ha encontrado un arma de comunicación muy potente entre el negocio y sus clientes con la mensajería instantánea. Pedidos que nos llegan al móvil para recoger más tarde y de esta forma evitar colas y hacer que todo sea más rápido. Para agilizarlo todavía más se puede implantar algún método de pago electrónico de forma rápida y con total seguridad. Por eso, WhatsApp y Bizum, la combinación ganadora para muchos comercios ante el nuevo confinamiento.
Poco hay que contar de WhatsApp. La mayoría de las empresas lo conocen en su uso personal y muchas de ellas también lo utilizan de forma profesional, ya sea con la versión Business o con la normal. La comunicación es muy fluida y se pueden recoger pedidos sin problemas. El último paso para agilizar más todavía el proceso de compra sería realizar el pago. Y muchos pequeños comercios no tienen tienda online o pasarela de pago actualizada. Es aquí donde Bizum entra en acción.
En principio Bizum está pensado como un sistema de pagos entre particulares, para poder realizar pequeños pagos sin necesidad de conocer muchos más datos que el teléfono de la otra persona y saber si está dado de alta o no en el servicio. La mayoría de las entidades bancarias que operan en España permiten darse de alta en Bizum. De ellas fueron sus principales impulsoras.
Una vez completada el alta en el sistema de pago y asociada la cuenta bancaria dónde queremos recibir los mismos todo el proceso se realizaría de forma muy sencilla. El cliente nos hace el pedido de productos para recoger o con envío a domicilio si ofrecemos el servicio, lo preparamos una vez que tenemos el coste del mismo informamos al cliente que nos realiza el pago a través de Bizum. Y el círculo se cerraría una vez que venga a recoger el pedido o se lo llevemos a casa. Sencillo y rápido, tanto para el cliente como para el local.
Hay que tener en cuenta que este tipo de servicios, no necesariamente tiene que ser Bizum, tienen que contar con una gran cantidad de usuarios para que empiecen a resultar prácticos. También tenemos que informar a nuestros clientes para que aquellos que quieran lo puedan empezar a utilizar. Sobre todo ayuda a ahorrar tiempo en la recogida del pedido en el comercio local, algo muy importante si tenemos limitaciones de aforo.
Por último hay que tener en cuenta una variable interesante como es el pago sin ningún tipo de contacto. No tocamos dinero en metálico, no tocamos el datáfono ni tenemos que teclear nuestro PIN si pagamos con tarjeta. Y esto es una cuestión importante en estos días donde la higiene sanitaria es tan importante.
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