A la hora de comprar una casa de segunda mano, además de intentar comprarla al mejor, hay otros aspectos que debemos tener en cuenta. Y al margen de temas como la situación, la orientación, la distribución o del grado de reforma que hay que realizar para entrar a vivir, o para ponerla en alquiler, hay otro tema aspecto que hay que estudiar muy bien si no quieres llevarte un susto una vez que has firmado: la existencia de cargas pendientes.
Estas cargas son pagos que la vivienda tiene pendientes, y que una vez firmada la venta, se traspasan al comprador. Pueden ser una hipoteca, un arrendamiento, un embargo, un impago de la factura de la luz, de la cuota o una derrama de la comunidad… Y si has firmado sin comprobar que la vivienda está libre de cargas, después de llevarte el susto, tendrás que afrontar su pago.
De ahí la importancia de comprobar si el inmueble que vas a comprar tiene deudas. Y en caso de que las tenga, es mejor salir corriendo, o dejar muy claro en el contrato de compraventa quien se hará cargo de pagar esas cargas.
Cómo saber si una vivienda tiene cargas pendientes
Por suerte, tenemos muchas maneras de saber si la propiedad que vamos a adquirir tiene cargas pendientes, con el fin de no llevarnos un susto tras la firma. En el caso de cargas hipotecarias, fiscales o embargos, lo más adecuado es acudir al registro de la propiedad. Allí, deberás pedir una nota simple del inmueble. Además, puedes hacerlo de manera online mediante la página web del Colegio de Registradores. Y no hace falta que lo hagas tú si no tienes tiempo, puede hacerlo tanto el comprador como el vendedor, tu gestor administrativo o incluso la agencia inmobiliaria. Lo importante es tener esa nota simple que te informe del estado del inmueble antes de entregar una señal para la compra, o de firmar el contrato de compraventa.
Si pides una nota simple informativa, tendrás toda la información relativa al inmueble: su titularidad, descripción, cargas, incluyendo la cuota de la participación de la propiedad, con las posibles hipotecas que la agraven.
La certificación de dominio y cargas es un documento legal, más amplia que la nota simple, que expide el Registro de la Propiedad. En esta certificación se recogen los datos actualizados de una propiedad, detallando el tracto histórico de la propiedad, así como las cargas inscritas que tiene el inmueble. Como es un documento público firmado por el registrador, este documento acreditará frente a terceros, o incluso en un juicio, que el inmueble está libre de cargas.
También deberías pedir el recibo de pago de la última anualidad del Impuesto de Bienes Inmuebles para asegurarte de que está pagado, así como intentar conocer los posibles pagos pendientes en la comunidad de vecinos. Podemos estar hablando de la cuota de la comunidad, pero también de derramas por obras, reparaciones o por la calefacción en caso de que sea comunitaria. En este caso podemos acudir al presidente de la comunidad, o al administrador de fincas que gestiona el inmueble. En este caso, el gestor podrá emitirte un certificado que refleje si la vivienda está al corriente de pago con la comunidad.
Fotografía de portada | Point3D Commercial Imaging Ltd para Unsplash
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