Corría el año 2008 cuando ‘Operación Triunfo’ en Telecinco ficha por segundo año consecutivo a Risto Mejide y, con él, a la polémica. Un calvario que se cobra a su primera gran víctima: Virginia Maestro. La joven sevillana de 25 años se proclama como ganadora frente a Pablo López tras numerosas nominaciones, abucheos y constantes rifirrafes con sus compañeros.
«Pagué un precio más alto de lo que jamás me pude imaginar: la falta de humanidad. No hace tanto yo no podía hablar de esta movida sin derrumbarme muchísimo. El mensaje que a mí me llegó es ‘tú no te merecías ganas’. Me sentí culpable mucho tiempo, pero yo no hice las reglas», se ha sincerado la propia Virginia 14 años después en ‘Socialité’.
Maestro ha dado un paso al frente ahora que ha podido superar aquel duro episodio que vivió en la academia: «Era un circo. Yo sin comerlo ni beberlo me convertí en el centro de la crítica y la polémica por ser como soy. Lo entienda yo o no, yo representaba una amenaza. Desde la persona que presencia algo y no hace nada a la persona que te increpa de continuo y se ríe de ti», ha continuado señalando a sus compañeros.
Incluso ha respondido a Esther Aranda, que hace unos meses la señalaba en el programa ‘Querido Hater’ como «una mustia» y como una ilegítima ganadora del programa: «Para que algo te duela la gente te tiene que importar, tiene que haber un cariño que ni hubo ni habrá. Casi me siento halagada, parece que le sigo molestando un poco«, le ha soltado a modo de zasca con elegancia.
Sobre Risto Mejide
En este caso, Virginia piensa que ser la favorita de Risto Mejide no le favoreció para nada: «Había más de uno y más de una gilipollas. Hombre, ‘la protegida de’ no es la idea que una tiene cuando aguanta tres meses y una semana como una jabata. Necesité ir a terapia, pedir ayuda es fundamental», ha reconocido la cantante.
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La noticia Virginia Maestro se sincera sobre lo que sufrió en ‘Operación Triunfo’ por culpa de sus compañeros y por Risto Mejide: «Había gente gilipollas» fue publicada originalmente en Poprosa por Darío del Alcázar .
