Villa del Totoral. Carlos Sangoy es secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, pero sigue el tema del desabastecimiento de agua potable que padece la localidad desde mucho antes de ocupar este cargo.
Falta de caudal en la red, bajas de presión, cortes inesperados por roturas de cañerías son problemas que aquejan desde hace más de una década a la Villa.
En los próximos días inaugurarán una obra que solucionará gran parte de estos inconvenientes: la Provincia hizo, en una primera etapa, un acueducto de 3 mil metros de extensión y ahora agregó dos perforaciones con una cisterna de un millón de litros más otro reservorio de 500 mil litros en la zona de Bv. Allende, con una cañería nueva a lo largo de 2 mil metros, y la ampliación en algunos sectores de la trama urbana.
Desde 2009, la Municipalidad trabaja en lograr que las redes sean alimentadas con el caudal suficiente. La localidad ha tenido un crecimiento demográfico importante y los servicios no crecieron a la par de la población. De hecho, hay proyectos de urbanización que no fueron iniciados porque la Municipalidad no podía garantizarles la provisión de este servicio.
También se amplió la red a la zona de El Pedacito, donde hay grandes clientes que utilizan agua en actividades que no son domésticas.
En la Villa había una cañería colocada en la década los ’90 y otra tendida en 2011, cuando se consiguió solucionar parcialmente el desabastecimiento, en especial en la temporada estival.
Sin embargo, la perforación existente no alcanzaba a proveer el agua necesaria, en buena medida por el elevado consumo que hay en la Villa, donde no hay medidores. Este es uno de los grandes temas a encarar en el corto plazo: la restricción para llegar a los niveles de uso normales.
La nueva obra.
Los trabajos realizados -en etapa de prueba- tienen como objetivo contar con un volumen que mantenga la red abastecida adecuadamente. Ahora están extrayendo 150 mil litros por hora de dos perforaciones nuevas en un terreno de 1 Ha expropiado por la Provincia. Este trámite demoró un año y tres meses el inicio de la obra.
Simultáneamente, están probando el sistema de automatización de la planta de captación construida en el lugar, donde colocaron tableros con sensores que encienden un generador -acorde a las potencias que requieren las bombas- si se corta el suministro eléctrico y emiten avisos que reciben las autoridades encargadas del lugar. También tiene una alarma para posibles bajas en la napa, que detiene el bombeo. Todos estos incidentes quedan archivados en una memoria del sistema.
En el mismo lugar se hace el tratamiento del agua extraída.
Por otro lado, construyeron una cisterna en la zona denominada La Loma, con capacidad de almacenamiento de 500 mil litros. Está a 12 metros sobre el nivel de la línea troncal. En ese sector de la localidad creció mucho el número de viviendas. Para que no se queden sin agua, colocaron impulsores automáticos que aumentan la presión según las necesidades de 20 a 27 manzanas. Este equipamiento fue ubicado, estratégicamente, al Oeste de la zona fabril.
En 2019-2020, la inversión inicial fue de 35 millones de pesos, pero hasta ya destinaron a estas mejoras cerca de 60 millones porque por el proceso inflacionario hubo una redeterminación de precios.
Con todo lo hecho, la Municipalidad podrá darles agua a unos 500 usuarios más de los que tiene en la actualidad.
Las roturas de cañería persistirán porque no se han hecho las adecuaciones correspondientes y es un tema sobre el cual están trabajando. No descartan poder presentar un proyecto para su solución definitiva ante la Nación. Los costos de las cañerías son muy elevados y las arcas municipales no están en condiciones de afrontar esta mejora.
“Si no nos preocupamos por el tema de la medición del consumo podemos llegar a tener problemas nuevamente porque los vecinos no ahorran, usan mucha más agua de la normal”, sostiene el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad.
Para solucionarlo, están elaborando un cronograma de mejoras en tal sentido que llevaría, aproximadamente, dos años.
18-06-2021