Lukas MacNaughton, zaguero del equipo local, fue a disputar una pelota con Messi. En su afán por despejar ante la presión del 10, tocó el balón, pero le dejó la suela extendida, derechito a la pierna izquierda (y tan valiosa) del argentino.
Insólitamente, el agresor no fue ni amonestado y el VAR tampoco llamó al árbitro para que revisara la acción. MacNaughton trató de acercarse y explicarle la jugada al 10, pero éste enseguida le hizo el gesto de la plancha, lógicamente enojado. Lo atendieron los médicos y, por fortuna, pudo seguir en cancha.