En la audiencia pública por el loteo «El Iván», que se proyecta en la zona este de Jesús María, al lado del Bº Santa Elena, un grupo de vecinos de Jesús María y localidades de Sierras Chicas se manifestó en contra del avance del emprendimiento urbanístico.
El proyecto es de 178 lotes, de los cuáles cerca de 50 fueron arrasados por el agua tras las crecidas del río en 2015.
Sin embargo, parte del terreno que fue afectado se rellenó y el loteador construyó defensas con engavionado, por exigencia de la Municipalidad y la Provincia.
Una de las cuestiones que criticaron los vecinos en la audiencia es que ni el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) ni la factibilidad otorgada por el municipio en abril de este año, consideraron el estudio Geo-hidrológico del río Guanusacate elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA), que específicamente recomienda que ese loteo «no debiera ser ocupado».
«Hay una gran cantidad de objeciones de carácter hidrológico hecho por un organismo de máximo nivel que sorprendentemente no están incorporados en el EIA ni en la factibilidad», sostuvo el biólogo Federico Kopta, del Foro Ambiental Córdoba, uno de los oradores que tuvo la audiencia. De ese modo expresó su rechazo al avance del emprendimiento.
Por su parte, el secretario de Ambiente y Servicios Públicos, Hugo Cagliero, argumentó que para otorgar la factibilidad de construcción se ampararon en un estudio de suelo realizado por la UNC y presentado por el loteador.
En respuesta a las críticas de los vecinos sobre la omisión del informe del INA, dijo que ese documento técnico «no es vinculante» y que se realizó sin considerar las obras de defensa y remediación del sector.
En tanto, el desarrollista Cristian Hadrowa, al finalizar la audiencia declaró a la prensa que cumplió «en tiempo y en forma con cada una de las exigencias de la Municipalidad y la Provincia». A la vez, admitió que desconocía el informe elaborado por el organismo nacional sobre el río en el tramo urbano de Jesús María, que el propio municipio encargó en 2016.
