A mediados de la década pasada, ‘No respires‘ se convirtió en uno de los éxitos sorpresa del género de terror, y colocó a su director Fede Álvarez, después de su estupendo remake de ‘Evil Dead’, en uno de los nombres propios más relevantes del género de terror, que confirmó con su sensacional miniserie para Apple TV+ ‘Calls‘. En 2021 Álvarez pasa a escribir la secuela directa de aquel éxito, ‘No respires 2‘ y acaba de llegar a Netflix, donde se ha encaramado rápidamente a los puestos principales de lo más visto.
La secuela tiene que llevar a cabo algunos malabarismos argumentales para solventar algunos problemas. Uno de ellos es que el veterano soldado ciego de la primera parte era allí el villano, y aquí tiene que convertirse en el protagonista, un antihéroe que no despierta ninguna simpatía. Años después de deshacerse de la forma más brutal de un grupo de adolescentes que habían entrado a robar a su casa, vive tranquilo en un nuevo hogar hasta que los pecados de su pasado se ciernen sobre él.
Mucho más brutal y salvaje que su precedente (y aquella ya era una película de una violencia asfixiante), esta nueva película pisa el acelerador de la forma más divertida e imprudente: el invidente sin escrúpulos al que daba vida magistralmente Stephen Lang es superado aquí por una némesis a la que solo le importa la venganza. Un King Kong vs. Godzilla de gente con armas contundentes muy a mano.
Sin duda, ‘No respires 2’ no es una película para todos los paladares, pero sí una para aquellos que en los ochenta se criaron con explotaciones de videoclub dirigidas a rentabilizar las pasiones más bajas del espectador. ‘No respires 2’ es pura adrenalina ciega, una descarga de emociones fuertes que, vistas las cifras que está alcanzando en Netflix, es justo lo que necesitaba más de un espectador.
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