En pleno debate sobre el polémico proyecto de ley «Seguridad global», que reprime la difusión de imágenes de policías durante sus intervenciones, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció que pedirá la «suspensión» de los agentes acusados en este caso de violencia documentada por un video publicado en la redes sociales.
DOCUMENT: la séquence intégrale des 13 minutes de l’agression policière contre un producteur de musique parisien. Attention: images difficiles de violences et d’insultes racistes. pic.twitter.com/37EbfgID2T
— Loopsider (@Loopsidernews) November 26, 2020
Las imágenes publicadas por la web Loopsider muestran los golpes que propinaron tres policías el sábado último al productor musical Michel Zecler a la entrada de un estudio de música en París.
«Me llamaron varias veces negro de mierda mientras me golpeaban», denunció la víctima, que presentó una denuncia en la sede parisina de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN).
«Gente que debe protegerme me agrede (…), no he hecho nada para merecer esto», declaró ante la prensa. «Solo quiero que la ley castigue a estas tres personas», reportó la agencia de noticias France Press.
Inicialmente, tres agentes fueron suspendidos. Un cuarto, que llegó de refuerzo y es sospechoso de haber lanzado una granada lacrimógena en un estudio de música, fue suspendido también.
Darmanin, que comparecerá el lunes ante la comisión de Leyes de la Asamblea Nacional (Parlamento), dijo en la televisión pública que estos policías habían «mancillado el uniforme de la República».
El ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, dijo estar «escandalizado por estas imágenes» y reconoció que si no hubiera habido imágenes «no se habría conocido» este caso.
El líder de los Insumisos (oposición de izquierda), Jean-Luc Mélenchon, ha visto en ello la «prueba terrible del carácter crucial del derecho a filmar la acción policial».
Se refería al artículo 24 del proyecto de ley «Seguridad global», que penaliza la difusión maliciosa de la imagen de las fuerzas del orden.
El texto, que fue adoptado el martes por la Asamblea Nacional y debe ser examinado por el Senado, ha generado una viva polémica en los últimos días.
La iniciativa castiga con un año de cárcel y 45.000 euros (53.600 dólares) de multa la difusión de la «imagen de la cara o de cualquier otro elemento identificativo» de los miembros de las fuerzas del orden en acción, cuando «atenta» a su «integridad física o psicológica»
Mientras los sindicatos policiales, la derecha y la extrema derecha la aprueban, la izquierda y los defensores de las libertades públicas ven en la ley una «ofensa desproporcionada» a la libertad de informar y una señal de la deriva autoritaria de la presidencia de Emmanuel Macron.
El primer ministro, Jean Castex, anunció la creación de una «comisión independiente que se encargue de proponer una nueva redacción» del artículo, al que pretende someter al veredicto del Consejo Constitucional.