Cuando pensamos en Urano se nos suele venir a la mente la imagen de una esfera perfecta de color celeste. Y no estamos equivocados, después de todo es lo que capturó la Voyager 2 en 1986, pero el Telescopio Espacial James Webb lanzado el 25 de diciembre de 2021 acaba de regalarnos una perspectiva un tanto diferente de este lejano planeta.
La “instantánea” compartida este lunes por la NASA nos muestra un entorno repleto de elementos como anillos, lunas y tormentas. Es decir, una escena mucho más completa de la que habíamos observado de la mano de la sonda espacial en la década de los ochenta. ¿La diferencia entre ambas? El espectro electromagnético que ha entrado en juego. Veamos.
Una captura sorprendente gracias a la NIRCam
La sonda Voyager 2 estudió Urano con varios instrumentos a bordo, pero la famosa imagen a la que nos referimos arriba fue capturada con un sistema de cámaras que operaba dentro del espectro visible, así que nos perdimos de muchas cosas no visibles por el ojo humano. La imagen de portada de este artículo, por su parte, ha sido capturada en el espectro infrarrojo.
Gracias a la NIRCam del James Webb podemos ver a Urano con su casquete polar estacional, que destaca en color blanco brillante y que se vuelve más prominente cuando se acerca el solsticio. Asimismo, la superficie del planeta muestra varias tormentas que, según los especialistas, pueden haber sido provocadas por efectos estacionales y meteorológicos.
La imagen también muestra 14 de las 27 lunas del planeta: Oberon, Titania, Umbriel, Juliet, Perdita, Rosalind, Puck, Belinda, Desdemona, Cressida, Ariel, Miranda, Bianca y Portia. Pero todavía hay más. El generador de imágenes del Webb, que cubre el rango de longitud de onda infrarroja de 0,6 a 5 micras, también ha capturado una variedad de galaxias y otra sorprendente imagen.
Desde la NASA afirman que estas observaciones son “invaluables” para futuras misiones a Urano. Recordemos que la única que ha visitado el planeta ha sido la Voyager 2. El estudio del helado planeta continuará, no solo para comprenderlo mejor, si no para utilizarlo como un “proxy” para estudiar indirectamente miles de exoplanetas de tamaño similar.
Imágenes: NASA (disponible para descargar en alta resolución)
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