Un
joven
de
15
años,
oriundo
de
Cesena
(Italia)
ha
sido
denunciado
ante
la
Fiscalía
del
Tribunal
de
Menores
de
Bolonia
por
una
serie
de
delitos
informáticos
que
incluyen,
entre
otras
cosas,
la
alteración
de
rutas
marítimas
de
grandes
petroleros
en
el
Mediterráneo.
Según
la
prensa
italiana,
el
adolescente
comenzó
su
incursión
en
el
mundo
del
hackeo
de
forma
meramente
lúdica,
buscando
maneras
de
acceder
a
sitios
supuestamente
protegidos.
Su
primer
objetivo
fue
el
sistema
digital
de
su
instituto
técnico,
donde
logró
modificar
sus
notas,
elevándolas
de
un
5
a
un
6,
un
pequeño
ajuste
que
dejaba
clara
su
habilidad
para
irrumpir
en
sistemas
informáticos
sin
necesidad
de
trampear
de
forma
relevante
sus
calificaciones.
Del
boletín
de
notas
al
control
de
rutas
marítimas
Pero,
no
conforme
con
ello,
el
joven
decidió
dar
un
salto
cualitativo
pasando
a
hackear
portales
que
gestionan
las
rutas
de
petroleros
y
barcos
de
transporte
en
el
Mediterráneo.
Desde
la
comodidad
de
su
habitación,
y
utilizando
únicamente
un
ordenador
personal,
consiguió
alterar
los
trayectos
de
varias
embarcaciones,
desviándolas
de
sus
rutas
originales.
Aunque
esto
no
provocó
daños
materiales
ni
otra
clase
de
accidentes,
la
intrusión
en
sí
misma
reveló
importantes
fallos
de
seguridad
en
estos
sistemas...
y
la
gravedad
de
la
manipulación
desencadenó
una
investigación
que
involucró
a
múltiples
organismos.
Rápidamente,
descubrieron
que
no
había
sido
tan
bueno
al
cubrir
sus
huellas,
y
los
responsables
de
la
protección
de
los
portales
pudieron
rastrear
los
accesos
no
autorizados
hasta
Cesena,
lo
que
permitió
a
la
Policía
Postal
identificar
al
joven.
¿Cómo
puede
un
hacker
alterar
la
ruta
de
un
petrolero?
Aunque
muchas
personas
imaginan
que
los
barcos
siguen
contando
con
un
capitán
que
gobierna
el
rumbo
manejando
directamente
el
timón,
la
realidad
es
diferente.
Hoy
en
día,
las
rutas
marítimas
de
los
grandes
buques,
incluidos
los
petroleros,
están
gestionadas
mediante
sofisticados
sistemas
de
navegación
y
planificación
automatizada.
Estos
sistemas,
conocidos
como
Electronic
Chart
Display
and
Information
Systems
(ECDIS),
integran
datos
de
geolocalización
por
satélite
(GPS)
y
mapas
digitales
para
trazar
y
ajustar
las
rutas
de
los
barcos.
Los
hackers
con
conocimientos
avanzados
pueden
explotar
vulnerabilidades
en
estos
sistemas
al
acceder
a
portales
mal
protegidos
o
utilizando
software
que
engaña
a
los
servidores.
Una
vez
dentro,
pueden
modificar
parámetros
como
las
coordenadas
de
destino
o
las
rutas
programadas,
todo
ello
sin
necesidad
de
interferir
físicamente
con
la
tripulación.
Fue
la
investigación
sobre
rutas
marítimas
lo
que
sacó
a
la
luz
la
manipulación
de
los
registros
escolares
Consecuencias
Cuando
se
supo
que
había
alterado
sus
notas,
el
Ministerio
de
Educación
italiano
tuvo
que
emitir
un
comunicado
desmintiendo
que
los
sistemas
ministeriales
hubieran
sido
vulnerados.
Según
sus
declaraciones,
el
joven
probablemente
accedió
a
un
registro
electrónico
gestionado
por
una
empresa
privada
contratada
por
el
instituto.
Dada
la
edad
del
hacker,
el
caso
ha
sido
remitido
al
Tribunal
de
Menores
de
Bolonia,
que
evaluará
cómo
proceder.
Aunque
el
adolescente
enfrenta
posibles
sanciones
legales,
el
incidente
también
plantea
preguntas
sobre
cómo
encauzar
talentos
como
el
suyo.
En
muchos
casos
similares,
los
jóvenes
hackers
han
sido
reclutados
por
empresas
de
ciberseguridad,
transformando
una
infracción
en
una
carrera
prometedora.
Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA