Un gobierno «extremely hardcore»: Elon Musk está aplicando a EEUU la misma receta que ha aplicado a todas sus empresas

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Elon
Musk
no
recibió

ni
un
solo
voto
en
las
elecciones

de
EEUU,
ni
recibe
ni
un
dólar
del
gobierno
estadounidense.
Sin
embargo,
muchos
le
consideran
la
persona
más
poderosa
del
país,
y
le
ha
declarado
la
guerra
a
la
burocracia.

No
hace
ni
dos
semanas
que

Donald
Trump
fue
investido

como
47º
presidente
de
los
Estados
Unidos,
pero
Elon
Musk
ha
tenido
tiempo
de
sobra
para
meter
a

un
ejército
de
ingenieros
veinteañeros

hasta
la
cocina
de
la
Administración
estadounidense.
Que
un
ciudadano
privado,
sin
cargo
oficial
y
sin
obligación
de
rendir
cuentas
ante
nadie
pueda
acceder
a
información
clasificada
ha
encendido
todas
las
alarmas
en
el
país.


El «Modo
Demonio»
de
Elon
Musk
.
El «modus
operandi»
que
ha
mostrado
DOGE
durante
sus
primeras
semanas
de
operativa
lleva
el

sello
personal
de
Elon
Musk
.
Basta
con
observar
mínimamente
lo
sucedido
cuando
Elon
Musk

tomó
el
control
de
Twitter
,
eliminando
funciones
y
despidiendo
a
su
personal,
para
encontrar
el
mismo
patrón
en
la «toma
de
control»
de
Donald
Trump
que

ha
ejecutado
DOGE

en
las
dos
últimas
semanas.

El
millonario
ha
empleado
este
sistema
de
acoso
y
derribo
de
la
estructura
establecida
en
todas
sus
empresas
o
proyectos.
Su
biógrafo

definió

este
escenario
como «Modo
Demonio»,
en
el
que
Elon
Musk
ordena
pararlo
todo
y

eliminar
todo
lo
innecesario
o
superfluo
,
sin
importar
si
en
el
proceso
se
incumplen
algunas
normas
o
regulaciones.
Según
cita
en
su
biografía,
Elon
Musk
considera
estas
operaciones
como «darle
un
meneo
a
las
cosas
y
purgar
toda
la
mierda
del
interior
del
sistema».


Trabajar
en
modo «extremely
hardcore»
.
Cuando
Elon
Musk
entra
en
ese «Modo
Demonio»
exige
a
sus
empleados
un

compromiso
de
trabajo
extremo
,
calificandolo
literalmente
como «extremely
hardcore».
De
nuevo,

algo
que
ya
vimos

en
el
desembarco
de
Musk
en
Twitter.

Ahora,
el
equipo
de
DOGE
también
está
aplicando
esa
disciplina
de
trabajo
extrema
e
incluso
han
montado
camas
para
dormir
en
las
oficinas
del
edificio
anexo
a
la
Casa
Blanca
que
se
convertido
en
su
cuartel
general,

según
fuentes

de

The
New
York
Times
.
Según
publicaba
el
propio
Musk,
están
trabajando

incluso
fines
de
semana
.


EEUU
no
es
una
empresa
.
Elon
Musk
aplicó
ese
ejercicio
de
optimización
en
Space
X
cuando
desarrollaba
sus

primeros
motores
Merlín
,
con
los

satélites
de
Starlink

y
con
el
cohete
Starship.
Tesla
también
sufrió
el «modo
demonio»
de
Musk,
cuando
se
enfrentaba
a
la

bancarrota
de
la
compañía

si
no
incrementaba
el

ritmo
de
producción
de
su
Model
3
.
Elon
Musk
incluso

dormía
bajo
la
mesa
de
su
despacho

mientras

encontraba
fórmulas

para
optimizar
la
línea
de
montaje.

El
millonario
ha
aplicado
estas
optimizaciones
en
todas
sus
empresas
empleando
una
política
de

desafío
a
las
regulaciones
,
lo
cual
las
dejaba

expuestas
a
sanciones
.
No
obstante,
son
empresas
privadas
y,
como
tal,
deben
ser
conscientes
del
riesgo
de
incurrir
en
esas
infracciones
y
asumir
las
consecuencias.
Sin
embargo,
lo
que

muchos
se
preguntan
en
EEUU

es
si
el
gobierno
de
un
país
puede
permitirse
ese
lujo.


DOGE
y
los
funcionarios
.
Una
de
las
primeras
batallas
de
DOGE
ha
sido
contra
los
funcionarios,
que
comenzó
cuando
el
presidente

derogó
las
medidas

que
protegían
a
los
funcionarios
de
carrera,
aquellos
que
realizan
su
trabajo
en
la
administración
independientemente
de
quien
gobierne.

Siguiendo
el
mismo
patrón
que
en
Twitter
de
2022,
se
envió

un
correo
electrónico

a
más
de
dos
millones
de
funcionarios
bajo
el
asunto «Fork
in
the
road»
(bifurcación
en
el
camino).
En
ese
correo,

se
les
invitaba
a
renunciar

con
solo
responder
el
correo
a
cambio
de
recibir
el
equivalente
a
su
salario
hasta
septiembre
a
modo
de
indemnización
por
despido.
En
2022,
el
truco
del
correo

no
le
salió
del
todo
bien
,
ya
que
la
compañía
tuvo
que
pagar
indemnizaciones
a
sus
exempleados.
En
este
caso,
tampoco
ha
tenido
demasiado
éxito
y
la
medida

ha
sido
llevada
ante
los
tribunales
.


Unos
ingenieros
veinteañeros
.
Otro
aspecto
de
la «toma
de
control»
de
DOGE
ha
sido
el

séquito
de
jóvenes,
veinteañeros

que
habían
estado

haciendo
prácticas

en
las
empresas
Elon
Musk.
Estos «hombres
de
negro»
de
DOGE

entraron
a
las
bases
de
datos

más
sensibles
de
la
Administración
sin
ni
siquiera
mostrar
una
credencial
de
empleado
del
gobierno,
dado
que
DOGE
es
un
órgano
consultor
externo,
no
una
agencia
gubernamental.
De
hecho,
en
muchos
casos
se
niegan
a

revelar
sus
nombres
.

A
los
funcionarios
que
se
negaron
a
que
un
grupo
de
intrusos

tuvieran
acceso

a
los
datos
que
el
Departamento
del
Tesoro
tiene
de
millones
de
ciudadanos,

se
les
retiró
del
servicio
.
El
Secretario
del
Tesoro,
Scott
Bessent,

tuvo
que
ordenar

a
los
funcionarios
que
permitieran
el
acceso
al
equipo
de
Musk,
ya
que,
recordemos,
oficialmente
no
son
funcionarios
del
Gobierno.


Trump
desencadenado
.
La «toma
de
control»
de
DOGE
ha
suscitado
polémica
tanto
por
sus
métodos
intimidatorios
como
por
la
legalidad
de
sus
actos.
El
reciente

cierre
total

de
la
Agencia
de
Estados
Unidos
para
el
Desarrollo
Internacional
(USAID)
por
parte
de
DOGE

ha
hecho
saltar
las
alarmas

de
quienes
consideran
que
ni
DOGE
ni
Donald
Trump
tienen
la
potestad
de

cerrar
agencias
gubernamentales
.
Según
el

artículo
1
de
la
constitución

esa
es
una
prerrogativa
que

debe
darse
desde
el
Congreso
,
algo
que
no
se
ha
producido.

Por
lo
tanto,
no
solo
se
están
cuestionando
que «los
hombres
de
negro»
anónimos
de
DOGE
actúen
de
una
forma
opaca
accediendo
a
las
bases
de
datos
más
sensibles
del
Gobierno.
Se
pone
sobre
la
mesa
si
el
propio

Trump
se
estaría
extralimitando

en
sus
funciones
pasando

por
encima
de
las
competencias
del
Congreso
.


Ciudadano
Musk
.
En
medio
de
toda
esta
tormenta:
Elon
Musk.
Un
ciudadano
privado
que
no
rinde
cuentas
por
sus
actos
y
solo
responde
ante
el
presidente,
que

le
ha
dado
vía
libre

para
acceder
a
todos
los
ámbitos
del
gobierno
federal.
¿Recortará
los
fondos
de
la
NASA,
de
la
SEC
o
de
la
FAA
con
la
misma
ligereza
que
ha
empleado
con
USAID?
Es
difícil
de
definir
dónde
comienza
el
servicio
público
de
las
acciones
del
millonario
y
dónde
sus
intereses
privados.

Space
X
recibe
enormes
cantidades
de

dinero
de
la
NASA

y
el
incremento
de
misiones
con
la
agencia
espacial
americana
apunta
a
una
tendencia
al
alza
en
esa
vía
de
financiación.
Además,
Elon
Musk
tiene
en
su
mano
la
supervivencia
de
agencias
de
regulación
como
la
FAA
que
regulan
precisamente
el
ámbito
de
SpaceX,
por
lo
que
se
convierte
en
juez
y
parte,
dando
lugar
a
un

conflicto
de
intereses
más
que
evidente
.

Trump

aseguró
que

mantendría
a
Musk
lejos
de
aquellos
ámbitos
en
los
que
aparezca
un
conflicto
de
intereses
con
Elon
Musk
o
sus
empresas. «Donde
pensamos
que
hay
un
conflicto
o
un
problema,
no
le
permitiremos
que
se
acerque.
Algo
que
muchos
dudan
que
pueda
controlar
dado

el
poder
operacional

que
Elon
Musk
ha
alcanzado
en
la
Casa
Blanca,
convirtiendo
su
agenda
en
la
agenda
presidencial.

En
Xataka
|

El
saludo
nazi
de
Elon
Musk
es
en
realidad
la
culminación
de
algo
más
profundo:
su
giro
a
la
extrema
derecha

Imagen
|
Unsplash
(Jainam
Sheth
),
DVIDSHUB
(Joshua
Armstrong
)