Las curvas definen el uso y la zonificación de este piso parisino transformándolo en un espacio diferente, al tiempo que mantiene la esencia y la tradición de la arquitectura de la zona en forma de molduras y techos altos.
El inmueble pertenece a una joven familia italiana de espíritu un tanto nómada que recientemente ha fijado su nueva residencia en París. El piso elegido es un dúplex (con una planta alta pequeña y abuhardillada) de cuya reforma integral se ha encargado el Studio de arquitectura noa*.
La joven pareja solicitó al estudio que el resultado final fuese el de una casa muy acogedora capaz de transmitir la sensación de «estar en casa». Un reto apasionante para el estudio italiano que se metió de lleno a buscar sensaciones, imágenes y recuerdos de la familia.
Como resultado de la comunicación con la familia, el estudio se inspiró el espíritu nómada de ésta y en la concha, que simboliza el confort doméstico para hacerles sentir como en casa. El otro elemento inspiracional lo tomaron de los tejados de pizarra y del Sena. Esto es, del París más clásico.
La curva es sin duda, la firma estilística del apartamento. Su movimiento ondulante también está presente en la distribución ya que las diferentes funciones de la vida se suceden de forma natural.
Los accesorios y los muebles diseñados por el estudio noa* de madera de roble querían transmitir al apartamento la elegancia del distrito de Marais, donde se encuentra la propiedad. El color del mármol gris azulado, las telas de los cojines y tapizados, la elección de materiales y colores para los suelos, techos y paredes están todos inspirados en los tejados de París.
La curva se define en planta con un despiece de suelo que nos marca el camino. En la planta baja la zona de día es de parquet de roble blanqueado en espiga francesa, mientras que el «camino» o pasillo de circulación es de terrazo. Esta pasarela divide el suelo en dos islas: por un lado, un espaco con vistas al Sena, donde la gente puede leer o charlar, amueblado con asientos de roble y cojines de cuero negro. Por otro lado, en el espacio de cocina y salón, la mirada se posa sobre el elegante mármol azul grisáceo utilizado para el revestimiento de la chimenea y la encimera de la cocina.
El sofá Chester blanco y un acogedor comedor con banco completan el mobiliario. La escalera sinuosa de formas orgánicas supone el punto focal de la planta. A donde nos conducen todas las miradas y también el «camino» de terrazo.
La zona de servicio (lavandería, aseo, vestidor) continua tras el recorrido de las escaleras y se cierra y oculta con un muro curvo.
En la planta baja hay además dos dormitorios y un baño. El dormitorio principal está amueblado con una bañera exenta, tallada en un solo bloque de mármol «Botticino Fiorito». Los lavabos y platos de ducha están hechos del mismo material.
En la planta superior abuhardillada se encuentra una sala polivalente equipada con un home cinema y una habitación de invitados con baño. El resultado es un proyecto con un ambiente sereno, tranquilo y acogedor, un piso de líneas curvas y olor a madera, donde te sientes inmediatamente como en casa.
Vía Studio noa*. Imágenes Antoine Huot
Nos ha inspirado:
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