Sergio Marcús, fundador ‘La Agencia’ (una agencia de lanzamiento de negocios digitales), se define como «experto en el lanzamiento de infoproductos» y esta semana ha lanzado su primer libro basado en su experiencia en este sector, bautizado con el impactante título de «Factura 6 cifras en 7 días«.
En Genbeta hemos charlado con él para que nos explique qué hay detrás, no sólo de ese título, sino de todo el desconocido mundo de los infoproductos. De modo que empecemos explicando qué son, en palabras del propio Marcús:
«Infoproductos son productos que incorporan las experiencias, conocimientos y habilidades de sus creadores y que se entregan casi siempre de manera digital: el infoproducto estrella es el curso online, pero también es un infoproducto un ebook, un podcast, una masterclass, plantillas de diseño gráfico, etc».
Y además, nos señala otra característica importante de los mismos: «son uno de los negocios más rentables de la economía digital«.
¿Como terminó en este sector?
Marcús nos cuenta que cuando llegó al ‘mundillo’ de Internet y de los negocios digitales, para él era un ‘hobby’. En aquel entonces compatibilizaba su colaboración con Weblogs SL (la compañía fundadora de este medio) con un trabajo «de corbata». Hasta que llegó la crisis, se fue al paro, y decidió formarse, meterse de lleno en lo digital y dedicarse a la consultoría.
Y entonces llegó lo que lo cambió todo: le ofrecieron participar en una campaña de marketing de afiliación vinculada al lanzamiento de un curso online, que «recaudó medio millón de euros en una semana, cuando el precio del curso no llegaba a los 200 €».
«Ahí fue cuando dije ‘Dios mío, ¿qué es esto, que yo no me había enterado ni que existía?’. Empecé a investigar más sobre infoproductos, y descubrí que no estaba ante un caso excepcional dentro de ese campo
Fue entonces cuando decidí meterme por completo en ese mundo, dejé de lado el tema de la consultoría y creé una agencia de lanzamientos de infoproductos».
En esta piscina hay agua
«A mucha gente el título del libro le puede sonar a humo o a ciencia ficción«, nos explica, asegurando sin embargo que «cuando lo lean , verán que está documentado y es conservador. Si yo no lo hubiera conseguido, no lo habría llamado así:
«En mi primer lanzamiento se invirtió 8.000 euros en publicidad y durante la ‘semana de carrito abierto’ (cuando estaban abiertas las inscripciones), se vendieron 300.000 euros. En los primeros 6 meses de vida de la agencia ya había superado el millón de euros de facturación.
Vamos, que si necesitaba algún tipo de validación de que aquello funcionaba, ahí lo tenía. Y en los dos últimos años y medio, he ayudado a facturar más de 5 millones de euros».
Marcús explica que en este mercado se ha roto la barrera del millón de euros en una semana. «Y en el mercado americano hay lanzamientos que van por los 8 dígitos. En Brasil, en 2018, se vendieron 1000 millones de euros en infoproductos: el infoproducto más exitoso en el país es un curso de inglés que recauda más de 50 millones al año».
Nos cuenta también que en el mundillo de los lanzamientos es común usar conceptos como ‘7 en 7’ o ‘6 en 7’ (que significa, precisamente «cantidades de 6 cifras en 7 días», de ahí el título del libro). «¿Es un resultado normal el de las 6 cifras? Bueno, es un objetivo factible si haces las cosas bien».
¿Y el coronavirus?
La crisis del coronavirus, que tan dramática ha resultado para otros sectores, ha terminado siendo una buena noticia para el sector de los infoproductos. Nos cuenta que, durante el confinamiento, «la demanda de formación online ha crecido una bestialidad«.
Pero es que además está convencido de que esto es algo que ha llegado para quedarse: «La gente está viendo las ventajas del modelo, y descubriendo que se pueden encontrar muy buenos cursos en este campo».
Recuerda que, ya antes de la pandemia, Forbes calculaba que los infoproductos movían 300 millones de dólares al día, y que para 2025 podría llegar al ‘billion’ (a los 1000 millones de dólares): «En estos tres meses lo que hemos logrado ha sido acelerar» el momento en que se alcanzará esa cifra, vaticina.
«En España, durante el confinamiento creció un 280% la demanda de formación online».
Desde que nos hemos visto forzados a trabajar desde casa por el coronavirus se ha girado la tortilla y «las empresas, que no veían con buenos ojos el trabajar desde casa, han visto que teletrabajar es productivo». Pero estos cambios, nos cuenta, también repercuten en el campo formativo:
«Muchos se han empezado a cursar formación online por mera necesidad, y se han dado cuenta de que tiene muchas ventajas sobre la presencial: no sólo la calidad puede llegar a ser mucho mayor, sino además no obliga a perder tiempo desplazándote hasta el centro formativo, y nos permite estudiar a nuestro ritmo».
Además, hay una tendencia a que sean las propias empresas las que recurran a comprar masivamente infoproductos para formar a sus empleados, e irá a más porque
«En algunos campos muy concretos la mejor opción de formación es el infoproducto que ha creado el especialista de turno. Las empresas valoran que el mundo de los infoproductos está enfocado a conseguir resultados concretos, a conocimientos prácticos y específicos, en oposición al paradigma de la formación actual, basada en conocimientos generalistas que no se llegan a ‘aterrizar'».
Pero seguro que esto no es para mí….
Marcús tiene claro que los infoproductos no son un coto vedado a unos pocos grandes profesionales, sino que, por el contrario «son uno de los negocios de la economía digital que cuentan con una barrera de entrada mas baja«.
No es necesario que el infoproductor sea programador ni nada por el estilo, sólo que sepa mucho de algo que le apasione y, si tiene habilidad para transmitir ese conocimiento, podrá lanzar un infoproducto:
«Las barreras de entrada a nivel técnico son tan bajas que hay gente alcanzando las 6 cifras sin necesidad de tener página web, haciendo los lanzamientos sólo por WhatsApp.
¿Grabar el vídeo? Lo puedes hacer con un iPhone. ¿Subirlos a una plataforma? Puedes subirlos a Vimeo y luego embeberlos en otras plataformas. Es casi tan sencillo como escribir un blog, pero mucho más rentable.
Luego, si creces lo suficiente, puedes optar por externalizar tareas como las de captación de tráfico».
Por eso el libro no entra en detalle en el apartado técnico: está convencido de que lo relevante no es la plataforma tecnológica concreta que usemos, sino las técnicas de marketing por las que apostemos, aspecto que para él determina el 80% de los ingresos y que aborda con detalle en su libro: «De aquí a 20 años las plataformas han cambiado, pero las técnicas no lo habrán hecho».
Infoproductor, construye tu imperio
La propuesta que Marcús hace a sus lectores gira en torno a construir «un imperio digital en torno a un infoproducto» estrella que proporciona picos muy altos de ingresos durante breves periodos de lanzamiento espaciados entre sí.
«A veces, con un lanzamiento cada doce meses recaudas más de lo que ganarías manteniendo ese producto a la venta durante todo el año.
Pero tienes que complementar ese infoproducto con otros, como un producto de entrada (frontend), más barato y que se encuentre siempre en venta, permitiéndonos captar leads para el producto principal.
También hay productos backend, que ofreces después de lanzar el producto principal, como la venta de membresías para gente que desea una actualización continua».
Todo esto será lo que nos generará ingresos recurrentes: «el lanzamiento es la piedra angular sobre la que construyes tu negocio, pero no es lo único que vendes en tu negocio».
Una de las «estrategias estrella para la venta de infoproductos» que aborda Marcús en su libro es precisamente la del lanzamiento.
El autor nos habla de una serie de pasos destinados a atraer compradores hacia nuestro infoproducto estrella ofreciendo una formación previa gratuita, «construyendo el valor» de aquél antes de ofrecérselo a los usuarios (cosa que no se hace hasta el final del curso gratuito).
Dicha formación gratuita normalmente cuenta con cuatro lecciones y durante el transcurso de las mismas, además de impartir unos contenidos vinculados al curso que se quiere vender a continuación, se van activando diferentes ‘gatillos mentales’.
Estos están destinados a ir haciendo crecer el interés de la gente por ese producto que vas a venderle: por ejemplo, hablando de la historia y de la ‘autoridad’ de quien lo imparte, citando casos de éxito, etc.
Cuando la gente, tras la tercera sesión, ya te pregunta si vendes cursos, es que has hecho bien el lanzamiento: les has transmitido que ese curso es una gran oportunidad, y que tú eres la persona adecuada para impartirlo«.