Un ángel de la guarda para Jordán, llamado Adriana

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El jueves al mediodía no fue un día más en la Escuela Roca, seguramente tampoco para sus directivos y ella, Adriana Almada que se desempeña en la empresa Nutrición Profesional y se encarga del Paicor de la institucion.

Ese día, Jordán de cuatro años, junto con sus compañeros fueron a almorzar al comedor del colegio, cuando en un momento se descompensó. Gracias al rápido accionar de Adriana y su conocimiento de maniobras de RCP y primeros auxilios, le salvó la vida.

Jordan se había tragado parte de un cierre de campera, seguramente jugando con el mismo y al quedar sin aire, se descompuso. Fue ahí, en un momento de desesperación para todos mientras esperaban la llegada de la ambulancia, dónde la «seño Adriana» como la llaman cariñosamente los chicos en la escuela, aplicó la maniobra de Hemlich para que el niño pudiera expulsar lo que le impedía respirar.

Hablamos con Adriana Almada, que nos comentó su capacitación con la «Asociación Kevin», lo que sucedió el día jueves y la importancia de aprender RCP. «Para mí el día jueves fue el que más me marcó porque si bien hice el curso de RCP con la Asociación, pensé que jamás me iba a tocar», relató.

Mientras Adriana conversaba con la directora del jardín, Marcela, vieron que mientras Jordán comía sentado, en un momento se dio vuelta, las miró y cayó de espaldas al piso. «Rápidamente nos dimos cuenta de que se había ahogado, Marcela sale corriendo para pedir auxilio en dirección», contó.

«Cuando expulsa lo que lo estaba ahogando, aflojó su cuerpito y lo primero que hizo fue pegar el grito para llorar, ahí me di cuenta de que había vuelto a respirar; gracias a Dios reaccioné a tiempo y lo pude hacer», manifestó Adriana.

Brindando un mensaje a la sociedad y remarcando la importancia que tiene aprender RCP, cerró: «Yo lo hice porque tengo hijos y porque trabajo acá; uno nunca está exento de que esto pase, yo le aconsejo a la gente que lo haga porque realmente es muy importante y las manos salvan vidas».