El poderoso show de Trueno y el golpe de efecto de Chano de reunir a Tan Biónica destacaron este viernes en la primeras horas de la jornada inaugural de Lollapalooza Argentina, que se realiza en el Hipódromo de San Isidro.
Cuando comenzaba a caer la tarde, en el escenario Samsung, Trueno hizo gala de su gran momento en un set en el que desplegó sus estilizadas rimas y hasta dedicó una buena parte a recordar su pasado de freestyler.
Junto a una orgánica banda de alto vuelo, que con vientos, solos de guitarras, coros y teclados se paseó por el neosoul, el hard rock, los ritmos latinos «a lo Santana» y el jazz; Trueno repasó sus grandes éxitos.
Al finalizar el show del gran exponente de los nuevos ritmos urbanos, en el escenario Flow, ubicado enfrente, se presentó Chano, quien puso en marcha un show deslucido, que solo buscaba empatizar desde las letras con su delicado momento personal, hasta que anunció que en breve iba a haber una sorpresa.
Se trató del regreso de Tan Biónica, que tras una cuenta regresiva de cinco minutos, mientras las pantallas mostraban fotos antiguas del grupo, irrumpió con el hit «Noche mágica», en medio de una lluvia de papel picado.
Con la promesa de un inminente recital en un estadio porteño, el grupo echó mano a algunos de sus hits ante un público que se animó con el reencuentro.
Poco antes, la cantante sueca Tove Lo había regalado un set de pop electrónico con claros mensajes de empoderamiento femenino y amor por el propio cuerpo.
También se presentó en la primera fecha del festival, la cantante de pop noruega Aurora.
Entre los puntos salientes de la primera tarde también se anotó el show de Dante Spinetta, acaso gran referente para la nueva generación, quien se dio el gusto de hacer debutar en estas lides a su hija Vida.
Ya con la noche instalada, el predio comenzaba a dar señales de los 100 mil tickets vendidos a la espera de Rosalía y Drake.