Esas
verduras
sueltas
y
variadas,
que
a
menudo
terminan
olvidadas
en
el
fondo
del
cajón
de
la
nevera,
pueden
transformarse
en
una
deliciosa
y
nutritiva
tortilla.
Siendo
una
solución
práctica,
ya
que
solo
necesitas
cortar
y
saltear
los
vegetales,
mezclarlos
con
huevos
batidos
y
cuajar
la
mezcla
hasta
obtener
una
tortilla
dorada
por
fuera
y
jugosa
por
dentro.
Así,
lo
que
parecía
un
puñado
de
vegetales
marchitos
se
convierte
en
una
cena
completa,
sabrosa
y
saludable.
Para
crear
la
tortilla
de
verduras,
el
primer
paso
es
reunir
todas
las
verduras
que
tengas
a
mano.
¿Un
trozo
de
calabacín,
la
mitad
de
una
cebolla,
unas
cuantas
hojas
de
espinaca
o
un
par
de
champiñones
que
se
quedaron
sin
usar?
Todo
es
válido.
Simplemente,
saltea
las
más
duras
antes
de
añadir
las
más
blandas.
Este
proceso
de
cocción
previo
realza
los
sabores
y
te
asegura
que
todas
las
piezas
queden
tiernas
al
mezclarlas
con
el
huevo.
MITOS
QUE
TIENES
QUE
SABER
DE
LOS
VEGETARIANOS
Se
me
cae
un
mito
Una
vez
que
las
verduras
estén
listas,
solo
tienes
que
incorporarlas
a
una
mezcla
de
huevos
batidos
y
verter
todo
en
una
sartén.
Puedes
darle
un
toque
extra
con
hierbas
frescas
como
perejil
o
cebollino,
un
poco
de
queso
rallado
e
incluso
especias
como
pimentón
para
darle
sabor
o
cúrcuma
para
darle
color.
La
buena
noticia
es
que
puedes
guardarla
y
consumirla
al
día
siguiente
sin
ningún
problema.
De
hecho,
a
menudo
su
sabor
se
intensifica
con
el
reposo.
Para
conservarla
de
manera
correcta,
deja
que
se
enfríe
completamente
a
temperatura
ambiente
antes
de
guardarla
en
un
recipiente
hermético.
De
esta
manera,
se
mantendrá
en
perfectas
condiciones
hasta
24
horas.
Al
día
siguiente,
puedes
comerla
fría
con
un
cuenco
de
arroz
blanco,
por
ejemplo,
o
calentarla
en
una
sartén
con
un
poco
de
aceite
para
que
recupere
su
textura.
En
DAP
|
Tortillas
de
calabacín
En
DAP
|
Tortilla
de
batata
y
cebolla
dulce










































