El problema y el atractivo de las antologías van siempre de la mano: lo bueno es la diversidad de propuestas, la amplitud de visiones que se pueden recoger sobre un tema común. Las contradicciones y las salidas de tono son tan valiosas como los puntos en común. Y el problema es la irregularidad: los episodios más flojos ven aún más reducido su atractivo al ser comparados con los que salen mejor parados.
Por suerte, en ‘The Boys presenta: Diabolical’, el spin-off de ‘The Boys‘ que sirve de aperitivo para la tercera temporada de la aclamada sátira superheroica de Prime Video, el cómputo global es muy positivo. Y eso sin perder el gran atractivo del formato, la variedad de visiones sobre el universo de la serie, que además refuerza uno de sus grandes valores: el mundo de ‘The Boys’ es una caricatura grotesca, pero también una tragicomedia con cierta sensibilidad.
‘Diabolical’ presenta ocho episodios de quince minutos (se quedan en apenas diez sin créditos), cada uno ofreciendo una perspectiva distinta de ‘The Boys‘. Los hay que inciden directamente en el argumento de la serie (los protagonizados por Butcher o Patriota), otros que tienen una relación meramente tangencial (como el que tiene apariciones especiales de Profundo) y otros que directamente usan un elemento como base (normalmente, las maldades de la corporación Vought) para ir en direcciones distintas.
Estos últimos son quizás los más interesantes. El homenaje a la animación de los ‘Looney Tunes’ (y a Roger Rabbit) escrito por Seth Rogen y Evan Goldberg, con un bebé con superpoderes sembrando el caos. O el de Justin Roiland, creador de ‘Rick y Morty‘, donde da rienda suelta a una de sus grandes habilidades, la avalancha de secundarios delirantes, aquí con un grupo de adolescentes con poderes ridículos que quieren vengarse de sus padres. O el que coescribe la cómica Ilana Glazer, en la que una crema de Voight que permite cambiar la apariencia da pie a una sátira de nuestra dependencia de la imagen.
Desigual, pero interesante
Es en estos episodios que van por libre donde los autores pueden permitirse lanzar mensajes que complementan o contradicen, por qué no, lo propuesto por ‘The Boys’, lo que sin duda arroja los resultados más estimulantes. Por ejemplo, uno de los mejores, el de Roiland, va más allá de una prolongación de la idea de que Vought es una corporación malvada: sus adolescentes con poderes absurdos es una relectura de los X-Men y de un tema clásico en el subtexto de los mutantes más jóvenes de Marvel, las relaciones con sus padres. Todo ello sin renunciar, por supuesto, al humor sangriento y salvaje que ya conocemos de ‘Rick y Morty’.
Es un curioso placer abordar cada episodio sin saber hacia dónde se orientará y dejarse sorprender por sus propuestas. El escrito y protagonizado por Awkwafina, por ejemplo, es una regurgitación paródica de las constantes visuales del anime más enloquecido, todo para reformular una de las obsesiones de la cultura pop japonesa más fascinantes: las mierdas (literalmente) kawaii.
Entre los menos afortunados están, quizás, la decepcionante apuesta de Andy Samberg por un inesperado drama de horror coreano más o menos puro, perfectamente acorde con la estética que le brinda Steve Ahn, pero que desentona con el tono general, más ligero. O el último, de Simon Racioppa, productor y guionista también de la fabulosa ‘Invencible‘, y que está demasiado pendiente de atender a la continuidad de ‘The Boys’ como para resultar genuinamente interesante por sí mismo.
Y aún así, hasta las que cojean son notables piezas de animación superheroica para adultos. La perspectiva global, como decimos, es muy interesante, y aunque conviene llevar vistas las dos temporadas de ‘The Boys’, ‘Diabolical’ va mucho más allá del mero preámbulo para la tercera temporada. Hallazgos como el superhéroe-narrador o la caústica visión de las redes sociales de varios episodios ya son extraordinarios por sí mismos.