Nintendo
Switch
2
ya
está
aquí.
Cuando
llega
una
nueva
generación
de
consolas,
más
allá
de
los
nuevos
juegos
y
experiencias
que
permite,
hay
una
cuestión
de
fondo
que
quizá
no
interesa
tanto
a
todos
los
usuarios,
pero
es
de
vital
importancia
para
la
industria
tecnológica:
quién
firma
el
procesador.
Del
corazón
de
Switch
2
no
sabemos
mucho
más
allá
de
lo
que
las
pruebas
de
sus
primeros
juegos
dejan
entrever.
Y,
aunque
es
evidente
que
es
potente,
habrá
que
esperar
para
ver
cómo
los
desarrolladores
exprimen
a
fondo
su
chip
diseñado
por
Nvidia
y
fabricado
por
Samsung.
Es
evidente
que
la
consola
es
importante
para
una
Nintendo
que
veía
que
las
ventas
de
Switch
comenzaban
a
flaquear,
pero
igual
de
importante
es
para
esa
Nvidia
que
firma
una
unidad
de
procesado
con
la
que,
ahora
sí,
vuelve
a
subirse
en
el
caballo
de
batalla
en
el
segmento
de
las
consolas
híbridas.
Nvidia
vuelve
a
la
carga
Cuando
una
compañía
lidera,
lo
que
quiere
es
tener
aún
más
parte
del
pastel.
Nvidia
domina
el
mundillo
de
los
videojuegos
de
PC
con
mano
de
hierro
y,
aunque
AMD
está
haciendo
bien
las
cosas
con
sus
últimas
generaciones,
la
voz
cantante
la
sigue
llevando
la
compañía
liderada
por
Jensen
Huang.
Esa
batalla
contra
AMD
en
los
PC
es
muy
desigual,
pero
en
el
terreno
de
las
consolas,
la
historia
nos
dice
otra
cosa.
Ambas
se
ligaron
hace
décadas
a
los
videojuegos
en
plataformas
dedicadas
con
ATI
(antes
de
ser
parte
de
AMD)
diseñando
la
GPU
de
Game
Cube,
Wii
y
Xbox
360
y
Nvidia
encargándose
de
la
GPU
de
la
Xbox
original
y
de
PS3.
Con
el
salto
a
la
siguiente
generación,
Nvidia
se
salió
de
la
ecuación
y
dejó
el
terreno
libre
para
una
AMD
que
no
acertaba
con
sus
GPU,
tampoco
con
sus
CPU,
pero
sí
con
sus
APU.
Fue
su
tecnología
la
que
convenció
a
Sony
y
Microsoft
para
todas
sus
consolas
desde
Xbox
One
y
PS4
en
adelante.
Nvidia,
sin
embargo,
volvió
en
2017
con
su
chip
Tegra
y
una
nueva
alianza
con
Nintendo
para
el
lanzamiento
de
Switch.
No
era
el
más
avanzado
en
su
momento,
ese
Tegra
demostró
que
la
tecnología
estaba
lista
para
poder
crear
plataformas
que
ofrecieran
ese
tipo
de
experiencia
con
poder
de
sobremesa,
pero
en
formato
portátil.
Y
no
les
ha
ido
mal
ni
a
Nintendo…
ni
a
Nvidia
por
extensión.
152
millones
de
unidades
y
subiendo.
Sin
embargo,
las
cosas
han
cambiado
porque
Nvidia
ya
no
está
sola
en
esto
y
AMD,
junto
a
Valve
con
Steam
Deck,
demostró
que
su
tecnología
de
reconstrucción
de
imágenes,
generación
de
fotogramas
y
su
relación
potencia/consumo
podía
superar
a
lo
que
ofrecía
Nvidia
con
Switch.
Así,
hemos
visto
corazón
de
AMD
en
PC
consolizados
tan
impresionantes
como
el
Lenovo
Legion
Go
o
el
Asus
ROG
Ally,
y
es
un
segmento
en
el
que
Intel,
con
una
primera
propuesta
fallida
con
la
MSI
Claw
y
una
segunda
mucho
más
sólida
con
MSI
Claw
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AI+,
demuestra
que
también
tiene
algo
que
decir.
Nvidia
se
ha
mantenido
alejada
de
esos
PC
consolizados
por
un
motivo:
no
tenían
una
CPU.
Ahora
bien,
a
comienzos
de
este
año,
y
tras
meses
de
rumores,
Nvidia
presentó
Project
Digits.
Se
trata
de
un
ordenador
de
escritorio
para
la
IA
cuya
CPU
está
diseñada
por
Nvidia:
Grace,
de
20
núcleos,
que
aunque
sigue
siendo
ARM
y
llegó
hace
unos
años,
se
consolida
ahora
con
Digits
como
un
golpe
en
la
mesa
a
un
mercado
que
estaba
dominado
por
Intel
y
AMD.
La
apuesta
de
Nvidia
sigue
estando
lejos
del
usuario
promedio,
y
más
lejos
aún
de
los
jugadores,
pero
si
bien
es
posible
que
no
se
lancen
pronto
a
crear
procesadores
que
compitan
contra
Intel
y
los
AMD
Ryzen,
en
PC
de
escritorio,
esa
renovada
alianza
con
Nintendo
para
crear
Switch
2
puede
ser,
si
las
ventas
acompañan,
el
impulso
que
les
faltaba
para
terminar
de
decidirse
y
ser
el
tercer
jugador
en
la
batalla
de
los
PC
consolizados.
¿Su
propuesta?
Más
allá
de
potencia
bruta,
núcleos
de
inteligencia
artificial
para
empujar
el
hardware
más
allá
de
lo
posible
hasta
ahora.
Pero
claro,
tendrían
que
entrar
a
desarrollar
un
procesador
x86.
O
eso
o
tirarse
a
la
piscina
y
marcarse
una
aventura
con
una
Valve
que
ya
está
probando
SteamOS
compatible
con
ARM.
Aunque,
claro,
todo
esto
quedaría
en
nada
si
Nvidia,
a
la
que
dinero
no
le
falta,
hubiera
firmado
un
contrato
de
exclusividad
con
Nintendo
para
este
tipo
de
hardware.
Pase
lo
que
pase,
Jensen
Huang
parece
comprometido
con
la
visión
de
Nintendo,
y
puede
que
no
terminen
metiéndose
al
barro
con
Intel
y
AMD
como
la
tercera
compañía
en
discordia,
precisamente,
porque
con
Switch
2
y
su
tecnología
basada
en
la
IA
ya
tienen
motivos
más
que
suficientes
para
decir
un
“ey,
que
en
este
segmento
también
tenemos
mucho
que
decir
a
nivel
de
potencia”.
A
fin
de
cuentas,
por
muy
veterana
que
fuera
la
primera
Switch
y
muy
obsoleto
que
estuviera
su
corazón,
seguía
vendiendo
como
pan
caliente
pese
a
que
el
resto
de
sistemas
híbridos
ofrecieran
mucho
más
en
lo
que
a
potencia
bruta
se
refiere.
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