Si has sufrido o sientes estrés y padeces ansiedad, de seguro tienes deseos de sentirte menos preocupado y nervioso y para ello, además de realizar ejercicio regular, una buena dieta puede ayudarte y te contamos cómo.
¿Cómo saber si tengo ansiedad?
Aunque siempre es recomendable consultar un profesional de la salud mental, podemos distinguir la presencia de ansiedad en síntomas como problemas para dormir bien y conciliar el sueño, tensiones musculares, problemas digestivos, dolor de cabeza, experimentar una preocupación constante o miedo irracional a que determinadas cosas sucedan.
También podemos experimentar ataques de ansiedad que son relativamente breves y que se presentan con sudoración, temblores, taquicardia, dolor de pecho, mareos e incluso, problemas para respirar.
Si sufres de alguna de estos síntomas, quizá estés sufriendo ansiedad y es momento de hacer algo para revertir la situación.
Así es como la dieta puede ayudarte
Según un estudio publicado en la revista científica International Journal of Endocrinology, una dieta de calidad y ordenada puede ser de mucha ayuda para controlar y revertir o prevenir la ansiedad.
En este sentido, resulta clave recordar las siguientes pautas nutricionales:
- Consumir suficiente cantidad de magnesio, un mineral que interviene en la transmisión del impulso nervioso y la contracción muscular y que se ha asociado a la ansiedad cuando falta en el organismo. Podemos encontrarlo en semillas, frutos secos, legumbres y granos enteros o cereales integrales varios.*
- Reducir el consumo de alcohol y de cafeína al máximo en la dieta habitual, ya que pueden agravar o generar síntomas de ansiedad. Debemos considerar que más allá del café, podemos encontrar cafeína en bebidas energéticas, té, refrescos y más.
- Evitar los azúcares añadidos y los alimentos que los contienen, pues pueden producir en nuestro cuerpo alteraciones hormonales que producen y acentúan síntomas de ansiedad. Así, resulta clave eliminar ultraprocesados de la dieta habitual y evitar el azúcar de mesa, la miel, los siropes y jarabes.
- Consumir suficiente vitaminas del grupo B, esto incluye diferentes vitaminas que intervienen en el sistema nervioso y que pueden contribuir a reducir los síntomas de ansiedad si sus niveles son adecuados. Encontramos las mismas en cereales integrales, frutos secos, semillas, levadura de cerveza, hígado de ternera o vacuno y huevo.
- Ingerir alimentos ricos en zinc como las ostras, almejas, carnes vacunas, hígado, levadura de cerveza y otros. Este elemento se ha asociado a menores síntomas de ansiedad en el organismo.
- Garantizar el consumo de omega 3, un tipo de grasa muy sana para el organismo y que podemos obtener de alimentos como pescados azules o ricos en grasas (atún, bonito, sardinas, anchoas, salmón) y también, de semillas, frutos secos, soja y aceites de los mismos, entre otras fuentes alimenticias.
- Llevar una dieta ordenada, es decir, a conciencia y planificada de ser posible, pues al parecer esto brinda seguridad y reduce síntomas de ansiedad en el día a día, ayudando a sobrellevar y controlar la situación.
Una buena dieta no sólo puede ayudarnos a tener un peso sano y lucir bien, sino también, beneficiar nuestra salud mental y reducir la ansiedad que tanto puede afectar nuestra calidad de vida.
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