Este
avance
permite
a
personas
con
movilidad
reducida
acceder
al
agua
de
manera
segura
y
cómoda,
promoviendo
la
igualdad
de
oportunidades
y
la
inclusión
social.
El
Club
Sportivo
Belgrano
marcó
un
hito
en
su
historia
y
en
la
comunidad
local
con
la
instalación
de
un
ascensor
electrónico
en
la
pileta
del
Predio
Social,
convirtiéndola
en
la
primera
100%
inclusiva
de
la
ciudad.
Verónica
Boscarol,
responsable
del
Departamento
de
Inclusión,
celebró
la
iniciativa:
«Es
un
sueño
hecho
realidad.
Muchas
personas
que
antes
no
podían
disfrutar
de
la
pileta
ahora
podrán
hacerlo,
mejorando
su
calidad
de
vida
y
sintiéndose
parte
de
nuestra
comunidad».

Por
su
parte,
el
presidente
del
club,
Juan
Manuel
Aróstegui,
destacó:
«Esto
es
una
muestra
del
camino
que
hemos
recorrido
para
ser
cada
día
más
inclusivos.
Es
un
logro
que
no
solo
beneficia
a
nuestros
socios,
sino
que
enriquece
a
toda
la
ciudad
de
San
Francisco.
Sportivo
Belgrano
es
sinónimo
de
progreso
e
inclusión.»
Apoyo
Institucional
y
Características
del
Ascensor
Este
avance
fue
posible
gracias
a
una
inversión
de
10
millones
de
pesos
del
Ministerio
de
Desarrollo
Humano,
en
el
marco
del
‘Programa
Provincial
de
Promoción
de
los
Derechos
de
las
Personas
con
Discapacidad
y
sus
Organizaciones’.

El
ascensor
electrónico,
de
fabricación
nacional
y
marca
Kreiff,
cuenta
con
características
de
última
generación:
- 
 Capacidad
 de
 carga:
 Hasta
 160
 kg.
- 
 Seguridad
 total:
 Diseñado
 para
 evitar
 lesiones
 tanto
 en
 usuarios
 como
 en
 asistentes.
- 
 Operación
 sin
 esfuerzo:
 Control
 remoto
 extensible
 que
 facilita
 el
 uso
 sin
 necesidad
 de
 fuerza
 física.
- 
 Batería
 de
 litio:
 Prolonga
 el
 funcionamiento
 y
 asegura
 confiabilidad.
La
pileta
inclusiva
también
abre
nuevas
oportunidades
para
actividades
recreativas
y
terapéuticas,
fortaleciendo
el
compromiso
del
club
con
su
Proyecto
Deportivo
e
Institucional
2021-2031.
«Queremos
que
este
sea
solo
el
comienzo
de
muchos
cambios
positivos.
Soñamos
con
un
club
donde
todos
puedan
disfrutar
plenamente,
sin
barreras
ni
limitaciones»,
concluyó
Boscarol.

 
            







































