Will Smith lleva ya más de dos décadas siendo una de las mayores estrellas de Hollywood. Eso se debe a películas como ‘Soy Leyenda’, película que rodó a las órdenes de Francis Lawrence y que esta noche podéis recuperar en Antena 3 a partir de las 23:00.
Adaptación de la aclamada novela de Richard Matheson que ya sirvió previamente como base para ‘El último hombre sobre la Tierra’ en 1964 y ‘El último hombre… vivo’ en 1971, ‘Soy leyenda’ es una versión muy libre del material original, lo cual le valió no pocas quejas cuando se estrenó a finales de 2007.
De más a menos
‘Soy leyenda’ cuenta la historia de Robert Neville, un hombre inmune a la extraña pandemia que arrasó con la práctica totalidad de la población. Muchos acabaron simplemente muertos, pero otros se convirtieron unos peculiares vampiros que se van alimentando de los pocos supervivientes.
Uno de los grandes aciertos de la película es que el personaje interpretado de forma notable por Smith tiene como acompañante a una perra que recuerdo que en su momento formó un lazo bastante especial con el público, tanto por la química que comparte con el actor como por ser la protagonista de una de las escenas más aplaudidas de ‘Soy Leyenda’.
De hecho, la película funciona mucho mejor cuando se centra en ellos dos que cuando introduce nuevos personajes en la historia, creando así una división clara entre lo que sucede antes y después de ello. Hasta entonces, Lawrence estaba sabiendo conjugar con cierta soltura su lado más introspectivo con la necesidad de ofrecer una gran espectáculo al público dado su elevado presupuesto.
Es también a partir de entonces cuando la película se desvía más del material original y personalmente creo que lo hace para peor. Sigo estando a favor de hacer todos los cambios que se crean oportunos en una adaptación, pero siempre que sea para mejor o al menos algo estimulante y complementario. Aquí simplemente hay cierto bajón de interés y menos mal que se quedaron con el final que aparece en la película y no el alternativo…
La película tuvo una gran acogida por parte del público, consiguiendo una recaudación mundial de 585 millones de dólares cuando su presupuesto había sido de «solamente» 150 millones. Eso sí, se quedó algo lejos de los 960 logrados por ‘Piratas del Caribe: En el fin del mundo’, la película más taquillera de 2007. También la más cara, que costó la friolera de 300 millones de dólares.