Mis
padres
no
viven
en
el
pueblo
que
ilustra
este
artículo,
pero
sí
en
uno
bastante
próximo
y
en
una
casa
con
un
arquitectura
bastante
similar.
Cuando
vives
en
un
rascacielos
o
en
un
piso
de
una
gran
ciudad,
es
fácil
pasar
desapercibido.
En
un
municipio
pequeño
y
en
una
casa
similar,
no
tanto:
puede
descubrirse
mucha
información
sobre
ti
solo
con
mirar
tu
fachada.
Por
eso
para
mi
familia
está
a
la
orden
del
día
extremar
ciertas
precauciones
de
seguridad
como
cerrar
las
ventanas
del
nivel
de
la
calle
o
no
dejar
la
puerta
abierta
bajo
ningún
concepto.
Y
entonces
llegó
Google
Maps.
La
sorpresa
les
llegó
cuando
enseñándoles
a
usar
Google
Maps,
inevitablemente
buscaron
su
casa
en
Street
View:
se
veía
ropa
tendida,
nuestras
macetas,
el
color
de
las
cortinas
del
interior
y
también
el
coche
de
mi
padre,
que
suele
aparcar
delante
de
casa.
Hay
mucha
información
al
alcance
de
personas
curiosas
y
amantes
de
lo
ajeno
y
mis
padres
así
me
lo
hicieron
saber.
A
grandes
males,
males
remedios:
para
calmar
a
mis
padres
tomé
una
determinación:
les
expliqué
que
era
posible
solicitar
a
Google
que
desenfocara
nuestra
casa
para
añadir
una
capa
extra
de
protección
y
mejorar
nuestra
privacidad.
Así
le
he
pedido
a
Google
que
desenfoque
mi
casa
en
Street
View
de
Maps
Parece
una
tontería,
pero
la
información
que
puede
obtenerse
de
un
análisis
a
fondo
de
la
imagen
es
valiosa:
si
está
habitada
o
abandonada,
qué
nivel
adquisitivo
hay
en
la
zona,
si
hay
objetos
de
valor
fácilmente
al
alcance,
los
accesos
al
inmueble
(por
ejemplo,
mi
casa
no
tiene
rejas
en
las
puertas,
pero
las
de
nuestro
vecino
sí).
Descubrir
lo
que
se
ve
en
Google
Maps
y
su
función
Street
View
es
tan
sencillo
como
escribir
en
el
cajetín
de
la
app
tu
dirección
y
pulsar
sobre
la
miniatura
para
visualizar
los
alrededores.
A
continuación,
tocamos
sobre
el
botón
de
los
tres
puntos
de
la
esquina
superior
derecha
y
allí
enrtramos
en ‘Notificar
de
un
problema‘.
En
ese
momento
aparecerá
un
formulario
que
tendremos
que
completar,
donde
habrá
que
elegir
qué
queremos
que
desenfoque,
en
este
caso
lo
que
nos
interesa
elegir
es ‘Mi
casa’.
Después
hay
que
certificar
que
efectivamente
tenemos
la
potestad
de
solicitarlo
(ya
sea
porque
es
nuestro
o
porque
estamos
de
alquiler)
y
proporcionar
más
detalles
que
la
identifiquen.
Finalmente,
añadimos
nuestro
correo
electrónico
y
hacemos
el
captcha
para
verificar
que
somos
una
persona.
En
el
proceso
Google
detalla
que
se
trata
de
una
operación
irreversible.
Será
cuestión
de
un
par
de
días
que
el
cambio
entre
en
vigor
en
caso
de
que
Google
lo
acepte,
ya
que
puede
haber
situaciones
en
las
que
lo
deniegue,
por
ejemplo
si
vives
en
un
edificio
de
interés
cultural
o
si
tu
casa
está
en
un
bloque
de
pisos
con
más
gente.
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