Sol Post, el inclasificable restaurante con el mejor atardecer de Formentera entra en la Guía Repsol

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Situada
en
el
extremo
occidental
de
Formentera,

Cala
Saona

es
uno
de
los
puntos
más
emblemáticos
de
las
islas
Pitiusas
para
disfrutar
de
la
puesta
de
sol.
Con
tamaño
escenario,
y
en
una
isla
tan
turística
como
esta,
el
lujoso
hotel
familiar
que
domina
la
cala
podría
apostar
por
servir

cócteles

y
pescado
a
precio
de
oro
a
cambio
de
un
asiento
en
su
bonita
terraza.

En
vez
de
esto
quieren
traer
a
Formentera
su
primera

estrella
Michelin
,
con
una
nueva
propuesta
gastronómica
de
alta
cocina,
la
de
su
recientemente
renovado

restaurante
Sol
Post
,
que
ni
ellos
saben
cómo
definir.
Lo
que

tienen
es,
de
momento,
su
primer
Sol
Repsol,
conseguido
en
la
gala
de
Tenerife,
celebrada
el
pasado
17
de
marzo.

¿Cocina
creativa?
¿Cocina
fusión
catalanosalvadoreña?
Poco
importan
las
etiquetas
cuando
encontramos
una

cocina
original

que,
pese
a
ciertos
errores
comprensibles
en
un
restaurante
que
lleva
abierto
semanas,
funciona
en
casi
todos
sus
platos:
de
los
atrevidos

snacks

a
unos
sublimes
postres,
que
ya
quisieran
muchos
restaurantes
estrellados
que
fracasan
estrepitosamente
en
los
últimos
compases
de
sus
menús.

Para
entender
qué
pretende

Sol
Post

es
mejor
empezar
contando
la
historia
de
sus
protagonistas.

Joan
Costa
,
miembro
de
la
cuarta
generación
de
hosteleros
que
regenta
el

Hotel
Cala
Saona
,
volvió
al
negocio
familiar
para
ocuparse
de
su
dirección
gastronómica.
Entre
sus
objetivos,
renovar
la
oferta
de
Sol
–el
chiringuito
a
pie
de
playa
del
hotel,
donde
se
ofrece
una
recomendable
cocina
mediterránea–
y
darle
una
vuelta
a
su
restaurante
Sol
Post,
con
una
mayor
ambición
gastronómica.

Costa,
de
28
años,
empezó
a
buscar
cocineros
que
pusieran
en
marcha
el
proyecto
y
recabó
en

Clara
Campoamor,

la
actual
pastelera
del
restaurante
–familia
de
nuestra
más
insigne
sufragista–
de
su
misma
edad,
con
la
que
había
coincidido
en
la
escuela
de
cocina
Hofmann.

Cocineros

Cocineros


De
izquierda
a
derecha:
Armand
Vidal,
Clara
Campoamor
y
Mauro
Rivas.
(Foto:
Peter
Marconiph)

Campoamor,
por
entonces,
ejercía
en
el
dos
estrellas
Michelin
de
Barcelona

Cinc
Sentits.

Y
allá
se
fue
Costa
con
su
pareja
y
su
tía
a
probar
la
cocina.
Le
gustó
tanto
que,
básicamente,
le
ha
levantado
al
chef

Jordi
Artal

buena
parte
del
equipo
de
su
restaurante:
además
de
Campoamor,
los
cocineros

Arnau
y
Armand
Vidal,

hermanos,
y
el
salvadoreño

Mauro
Rivas.

“Buscaba
un
jefe
de
cocina
y
para
mi
sorpresa
no
era
un
jefe
de
cocina,
sino
que
era
un
equipo”,
explica
Costa.
“Cosa
que
ya
me
gusta
porque
si
ya
tienen
una

dinámica
de
trabajo

funcionan
bien”.

Maiz

Maiz


Guiso
de
maíz
blanco
con
crema
agria,
polvo
de
huitlacoche
y
maíz
frito.
Detrás,
una
exquisita
pupusa
de
rabo
de
toro.
Los
aperitivos
se
sirven
en
la
terraza,
para
poder
disfrutar
de
la
espectacular
puesta
de
sol
de
la
cala.


Cataluña
y
El
Salvador
en
Formentera

Los
jóvenes
cocineros

Armand
Vidal

y

Mauro
Rivas

(26
y
29
años,
respectivamente)
ejercen
a
dúo
la
jefatura
de
cocina,
lo
que
se
traduce
en
unos
platos
donde
se
fusionan
las
tradiciones
gastronómicas
de
sus
dos
lugares
de
procedencia:
Cataluña
y
El
Salvador.

Curiosamente,
como
han
explicado
a
DAP
los
cocineros,
su
relación
en
Cinc
Sentits
empezó
siendo
regular
tirando
a
mala.
“Llegué
a
Cinc
Sentits
un
poco
por
casualidades
de
la
vida
porque
justo
acababa
de
cerrar
el
negocio
familiar
que
tenían
mis
padres,
una
finca
de
bodas
y
eventos”,
explica
Vidal.
Allí
hizo
migas
con
Campoamor,
pero
no
con
Mauro,
con
el
que
tenía,
confiesa,
una

relación
“nefasta”.

Frit

Frit


La
versión
del
frit
típico
de
Formentera
lleva
un
crujiente
de
patata,
con
gamba
roja,
yema
de
huevo
y
puré
de
aguacate
a
la
brasa.
Muy
rico.

Se
cuentan
siempre
las
historias
de
relaciones
de
amistad
que
acaban
con
el
rosario
de
la
aurora
y
no
tanto
las
que
empiezan
con
mal
pie
y
acaban
llegando
a
buen
puerto.
Hoy
Rivas
y
Vidal
trabajan
perfectamente
sincronizados
y
aunque,
como
ocurría
entre
Lennon
y
McCartney,
por
mucho
que
firmen
juntos
hay
una

autoría
principal,

se
ayudan
mutuamente
en
la
confección
de
los
platos.

“Lo
que
buscamos
es
pensar,
para
cada
producto,

cómo
lo
comería
yo
en
mi
casa

y
cómo
lo
haría
Mauro
en
la
suya”,
explica
Vidal.

A
veces
esto
resulta
en
platos
de
pura
fusión,
como
es
el
caso
del

pastelito
salvadoreño

relleno
de
cap
i
pota
–uno
de
los
más
logrados
platos
del
menú–
o
las

manitas
de
cerdo

crujientes
con
chayote
encurtido.
En
otras
ocasiones,
como
ocurre
en
los

snacks
,
hay
platos
100%
catalanes
o
salvadoreños:
así
podemos
probar
sus
versiones
de
la
pupusa
–la
tortilla
de
maíz
rellena,
que
es
el
plato
nacional
salvadoreño–
o
el

trinxat
.

Pastelito

Pastelito


Los
pastelitos
salvadoreños
rellenos
de
cap
i
pota
se
sirven
en
la
barra
de
la
cocina.
Muy
buenos.

En
otros
platos,
se
cuela
la
mano
de
Costa,
que
trata
de
que

Formentera

esté
también
presenten
en
la
oferta
de
Sol
Post.
Aparece,
por
ejemplo,
en
una
versión,
muy
libre,
del

frit
ibicenco

o
en
un
plato
de
colinabo
cocido
en
caldo
de
frijol,
que
se
acompaña
de
una
reducción
de
salsa
de

paloma
torcaz

guisada,
un
plato
típico
de
la
isla.

Pero,
al
margen
de
estos
toques,
lo
cierto
es
que
no
hay
demasiado
producto
local.
Incluso
en
el
plato
de
pescado
se
apuesta
por
a
la
omnipresente

lubina
de
Aquanaria,

acompañada
de
una
guarnición
sin
mucho
sentido
de
mejillones,
gazpachuelo
y
crema
de
erizos.
La

logística

en
Formentera,
explica
Costa,
no
es
sencilla,
ni
siquiera
en
lo
que
respecta
a
tener
con
regularidad
cierta
pesca
local,
que
depende
mucho
de
lo
que
también
se
compra
en
la
costa.
No
digamos
ya
en
lo
que
respecta
a
traer
productos
de
El
Salvador.

“Mañana
viene
la
hermana
de
Mauro
a
traer
ciertos
productos
de
Barcelona,
porque
si
no

no
tenemos
un
proveedor

que
pueda
conseguir
las
cosas”,
explica
Costa.
“Ha
tenido
que
coger
un
ferry
en
Barcelona
y
viene
y
se
vuelve
para
traer
productos
porque
es
muy
complicada
la
logística”.

Colinabo

Colinabo


Colinabo
cocido
en
caldo
de
frijol
y
acompañado
de
una
reducción
de
un
guiso
de
paloma
torcaz
y
tirabeques.
Buen
plato.


Unos
postres
de
categoría

La
presencia
de
las
Pitiusas
en
particular,
y
el
mediterráneo
en
general,
es
testimonial
en
el
menú
de
Sol
Post
hasta
que
aparecen
los
postres,
donde
Campoamor
consigue
centrar
el

relato
en
torno
a
la
isla.

Clara
Campoamor
es,
quizás,
la
gran
protagonista
de
esta
historia,
no
solo
porque
es
la
responsable
última
de
que
gran
parte
del
equipo
de
Cinc
Sentits
haya
acabado
en
Formentera,
sino
también
porque
sus
postres

son
lo
que
más
brillan

dentro
de
un
menú
en
el
que
no
le
falta
competencia.

Postre

Postre


Ses
Salines,
un
postre
inspirado
en
las
salinas
de
Formentera
con
gel
de
enebro
y
pimienta
rosa,
rocas
de
limón,
tierra
de
hierbas,
escarcha
helada
de
agua
de
mar
y

de
flores.
Brutal.

Campoamor
tiene
mucha
mano
no
solo
en
la
parte
técnica
–los
postres
están
muy
ricos,
no
son
nada
empalagosos
y
están
perfectamente
ejecutados–,
sino
también
en
lo
conceptual,
ofreciendo
un
relato
que
es
difícil
seguir
en
la
parte
salada
del
menú.
Personalmente,
si
ya
me
da
igual
lo
conceptual
en
la
música,
aún
más
en
lo
que
respecta
a
la
comida,
pero
no
puedo
dejar
de
reconocer
el

inmenso
mérito

de
lograr
que
un
postre
te
traslade
a
las
salinas
de
Formentera
o
a
una
higuera
centenaria
de
la
isla
y
funcione
a
las
mil
maravillas.
Hasta
los

petit
fours

están
buenísimos.

La
apuesta
gastronómica
del
Hotel
Cala
Saona

tiene
aún
detalles
que
ajustar,

sobre
todo
en
lo
que
respecta
a
un
servicio
que
resulta
muy
lento,
pero
hay
mimbres
de
sobra
para
que
Sol
Post
se
posicione
como
el
más
importante
referente
gastronómico
de
la
isla.

“Mucha
gente
viene
a
Formentera
buscando
sol
y
playa
y
buscando
un

chiringuito

donde
se
pueda
tirar
la
cubitera
por
encima
y
pueda
estar
con
los
pies
en
arena”,
explica
Costa.
“No
se
imaginan
que
aquí
pueda
haber
esto”.

Higuera

Higuera


Postre
en
honor
a
Na
Blanca
d’en
Mestre,
la
higuera
más
grande
de
Formentera.
Lleva
helado
de
hoja
de
higuera,
confitura
de
higo
y
aceite
de
hoja
de
higuera.
Tremendo.


Qué
pedir:

Sol
Post
funciona
solo
en
cenas
y
con
un
solo
menú,
Arrels,
de
120
euros.
La
sumiller
Cristina
Bonetti
prepara
un
maridaje
bastante
interesante
por
70
euros.

Sol
Post


  • Dirección:

     Carretera
    a
    Cala
    Saona,
    6.
    Formentera.

  • Ticket
    medio:

    150
    euros.

  • Horarios:

    cierra
    martes.
    Solo
    cenas
    en
    horario
    de
    20:30.

  • Reservas:

    971
    32
    36
    32
    y

    en
    su
    página
    web
    .

En
DAP
|

Dónde
comer
en
Ibiza