Las
gambas
son
un
clásico
en
las
mesas
navideñas,
especialmente
en
la
cena
de
Nochevieja,
aunque
también
en
la
de
Reyes
y
Navidad.
Sin
embargo,
hay
un
detalle
que
muchos
pasan
por
alto
y
que
podría
cambiar
tu
percepción
sobre
este
delicioso
marisco.
La
famosa
“línea
negra”
que
se
encuentra
en
el
dorso
de
las
gambas
y
langostinos
no
es
otra
cosa
que
su
tracto
digestivo,
de
forma
que,
aunque
no
es
perjudicial
para
la
salud,
algunas
personas
prefieren
retirarlo
antes
de
consumirlas.
En
realidad,
este
hilo
negro
contiene
restos
de
alimentos
y
arena
que
el
animal
no
llegó
a
procesar,
lo
que
puede
afectar
ligeramente
el
sabor.
Por
ello,
limpiarlo
es
una
práctica
habitual
entre
los
cocineros
más
exigentes.
Así
lo
recuerda
también
el
conocido
farmacéutico
de
Tik
Tok,
@farmaceuticofernandez,
que
traduce
la
ecuación
a
sus
seguidores:
“Vas
a
cenar
caca
de
langostino”,
aunque
les
tranquiliza
asegurando
que
no
pasa
nada,
y
que
lo
importante
es
saber
lo
que
uno
se
está
llevando
a
la
boca.
Para
retirarlo,
basta
con
hacer
una
pequeña
incisión
en
el
lomo
de
la
gamba
con
un
cuchillo
afilado
o
un
palillo
y
tirar
suavemente
del
hilo.
Este
proceso
es
más
sencillo
si
las
gambas
están
crudas.
@farmaceuticofernandezNo
os
quiero
estropear
la
noche
pero…
vas
a
cenar
caca
de
langostino
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Si
decides
no
limpiarlas,
no
te
preocupes,
ya
que
cocinar
las
gambas
elimina
cualquier
bacteria
presente.
Sin
embargo,
como
siempre,
es
importante
asegurarte
de
que
el
marisco
esté
fresco
y
de
buena
calidad
para
garantizar
su
seguridad
alimentaria.
Otro
aspecto
clave
para
conseguir
un
sabor
de
diez,
es
la
forma
de
cocción.
Hervirlas
o
hacerlas
a
la
plancha
son
métodos
clásicos
que
realzan
su
sabor
natural.
Si
optas
por
prepararlas
a
la
plancha,
añade
un
toque
de
sal
gruesa
para
potenciar
su
sabor.
Foto
|
Terje
Sollie