El 15 de marzo de 2017, María Eugenia Cadamuro fue vista por última vez saliendo de su vivienda en la calle Bv. Agüero de Jesús María.
Desde entonces nadie supo nada de ella y su paradero era un misterio.
Tras tres meses de búsqueda, su cuerpo aparecería enterrado en un campo ubicado sobre la ruta 60.
Por el caso, el único acusado es el hijo de «Maru», Jeremías Sanz, que permanece detenido en la cárcel de Bouwer, desde abril de 2017.
Está imputado de homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por mediar violencia de género, en concurso ideal.
La investigación penal se cerró en octubre del año pasado y ahora se espera el inicio del juicio, que estará a cargo de la Cámara 8º del Crimen de Córdoba.