Acostumbrados, quizás demasiado, a que las series ambientadas en cárceles sean duras —ya se regocijen en la violencia (‘Oz‘), la mezclen con adrenalina (‘Vis a Vis‘) o en el drama humano (‘Condena‘)— resulta extrañamente refrescante la dirección que toma ‘Screw’, drama de seis episodios que podéis ver en Filmin.
Y la dirección, más similar a la de ‘Orange is the New Black‘ es la de la comedia. Bueno, más bien la del drama ligero con alivio cómico en lo que conocemos el día a día de un grupo de funcionarios de prisiones que trabajan en un módulo de hombres, criminales no (demasiado) peligrosos. La serie está creada y escrita por Rob Williams, que insufla en ella muchas de sus experiencias como voluntario en cárceles.
En el centro tenemos la historia de dos mujeres: una es Leigh Henry (Nina Sosanya), la responsable del módulo que aspira a ser algo más y hacer cambios reales; la otra es Rose (Jamie-Lee O’Donnell), la chica nueva y sin mucha preparación que tendrá que lidiar con el día a día y que dificultará (no demasiado conscientemente) el propósito de lograr un día tranquilo en el módulo.
Un buen equilibrio entre el drama y el humor
Lo primero que se nota al ver ‘Screw’ es que el guionista viene de trabajar en ‘Killing Eve‘. No solo por el hecho de estar protagonizada por dos mujeres, interpretadas con mucha soltura y entereza, sino por cómo equilibra con bastante tino el drama humano carcelario con un agradecido toque de humor negro.
La mirada a la vida en la cárcel por parte de Williams tiene mucho de reflexión sobre lo que supone la privación de libertad a algunos individuos y si eso sirve realmente ya no para la rehabilitación sino también para la sociedad general.
Pero el guion se quiere centrar más en los carceleros, en los screw, y su día a día. Con sus peculiaridades individuales —que si algunos están quemados, otros más volcados e interesados, etc.— y, claro está, cierta misoginia en el entorno laboral. También su trato con los presos y actitudes desde ciertas permisibilidades hasta alguna que otra corrupción.
Sin embargo, durante toda la serie (son seis episodios) no dejé de tener la sensación de que ese componente de «las protagonistas no son lo que aparentan» queda más como un añadido que algo integral de la obra por cómo se desarrolla durante el metraje. Quizás más en el caso de Leigh que en el de Rose.
Esto, a mi juicio, empaña ligeramente una bastante notable serie carcelaria que acierta bastante en su tono. Moviéndose entre violencia y la compasión por los personajes, ‘Screw’ ofrece una mirada refrescante y humana a la vida entre rejas.