‘Salvar al soldado Ryan’: cómo la amistad entre Tom Hanks y Steven Spielberg estuvo a punto de dejarnos sin una de las mejores películas bélicas de la historia

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Un repaso a los devenires del cine bélico durante los últimas tres décadas va a terminar conduciéndonos irremediablemente al año 1998, cuando se estrenó la maravillosa ‘Salvar al soldado Ryan’. Un auténtico prodigio técnico, artístico y narrativo que un año después fue justamente recompensado con cinco Óscars, que incluyeron el de mejor dirección, y entre los que no figuró el galardón a la mejor película, que terminó injustamente en manos de ‘Shakespeare in Love’.

Friends will be friends

Por supuesto, esta historia es ampliamente conocida, pero lo que tal vez no lo sea es el hecho de que el largometraje en cuestión, tal y como lo conocemos, pudo no haberse llegado a materializar debido a la profunda amistad que unía —y sigue uniendo— a Steven Spielberg y Tom Hanks. Un vínculo que impidió que trabajasen juntos hasta su incursión en la II Guerra Mundial.

Así explicó el motivo el propio Hanks en una entrevista con el medio Desert News en el 98.

«He visto amistades terminar por una mala experiencia de rodaje, y era muy reacio a hacerlo por eso. A veces me asombra conocer a este gran tipo y ser su amigo, así que no había valido la pena arriesgar nuestra amistad hasta ahora».

Por su parte, Steven Spielberg, habló en los extras de la edición en DVD de ‘Salvar al soldado Ryan’ sobre el mismo tema, y sobre cómo él y Hanks pusieron siempre por delante su relación personal.

«Tom y yo dimos con el proyecto al mismo tiempo por casualidad y, también casualmente, somos muy buenos amigos. Nunca habíamos hablado sobre trabajar juntos como director y actor. Siempre habíamos sido felices con nuestros hijos jugando y yendo de vacaciones juntos, y con nuestras mujeres siendo las mejores amigas y, no sabíamos. No queríamos poner en peligro una amistad, así que nunca hablamos de trabajar juntos».

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Pero, entonces, el libreto del filme llegó a sus vidas, y el entusiasmo ante un proyecto que sabían especial terminó imponiéndose.

«Tom independientemente de mi lectura, había leído ‘Salvar al soldado Ryan’, y cuando Richard Lovett de la agencia CAA le dijo que estaba a punto de ponerme con ello, Tom dijo, ‘Bueno, esto ha planteado un dilema complicado en mi vida, porque estoy a punto de involucrarme en ella’. Y Tom tuvo, ya sabes, hacer un examen de conciencia para ver si quería mezclar los negocios con lo personal, igual que yo.

Así que hablamos por teléfono y, básicamente, nunca quisimos tener una conversación sobre si queríamos mezclar lo personal con los negocios. Simplemente empezamos a decir, ‘Wow, qué guión tan bueno’, y ‘Podemos hacer mucho con él’, y ‘Qué historia tan increíble’, y qué era real y qué no sobre ella, y antes de que nos diéramos cuenta estábamos atrapados en una tormenta de entusiasmo, y queríamos convertirlo en una película».

Spielberg Hanks

Spielberg Hanks

Y así se dio forma a uno de los mejores filmes bélicos de todos los tiempos, y se demostró que las buenas amistades, las reales y comprometidas, no flaquean incluso cuando son sometidas a la presión, el caos y la tensión emocional que envuelve un rodaje. De hecho, a juzgar por sus fantásticas colaboraciones posteriores en ‘Atrápame si puedes’, ‘La terminal’, ‘El puente de los espías’ y ‘Los archivos del pentágono’, parece que han cogido el gusto a eso de mezclar trabajo y placer. Ojalá lo sigan haciendo durante mucho, mucho tiempo.