La
salsa
a
la
pimienta
es
una
de
las
salsas
más
clásicas
que
se
utilizan
principalmente
para
acompañar
carnes
de
ternera
por
lo
general
carnes
rojas,
nobles,
como
son
el
entrecot
o
el
solomillo,
aunque
pensándolo
bien
un
lomo
de
cerdo
no
maridaría
nada
mal
con
esta
salsa
que
os
traigo
hoy.
Por
ser
una
salsa
a
la
pimienta,
no
tiene
por
que
ser
necesariamente
picante.
De
hecho
una
buena
salsa
a
la
pimienta
es
la
que
sabe
a
pimienta,
pero
que
no
pica.
Lo
que
os
recomiendo,
eso
sí,
es
que
compréis
unas
bayas
de
pimienta
variadas
y
muy,
muy
frescas,
para
que
aporten
todo
su
sabor
a
nuestra
salsita.
Lo
primero
que
debemos
hacer
es
triturar
los
granos
de
pimientas
variadas
en
un
mortero
y
los
esparcimos,
vuelta
y
vuelta,
sobre
la
carne
que
queramos
preparar.
En
mi
caso
un
solomillo
de
ternera.
En
una
sartén
hacemos
damos
el
punto
a
la
carne
que
deseemos.
Y
entonces
desglasamos
los
restos
que
hayan
quedado
con
ayuda
del
vino
de
oporto
y
el
brandy
o
coñac.
Lo
flambeamos
y
dejamos
que
reduzca
hasta
la
mitad.
Cuando
haya
reducido
hasta
la
mitad,
añadimos
la
nata
y
el
glas
de
carne.
Y
dejamos
que
espese.El
glas
de
carne
es
una
preparación
que
se
obtiene
a
partir
de
un
fondo
oscuro
reducido
a
fuego
lento
durante
horas
y
horas
hasta
que
obtenemos
una
sustancia
oscura
y
muy
densa.
También
hay
preparados
en
el
supermercado.
Al
final
añadimos
unos
granos
de
pimientas
molidas
y
dejamos
cocer
un
par
de
minutos.
Como
el
glas,
suele
tener
sabor
salado,
probamos
la
salsa
y
afinamos
el
punto
de
sal
si
hiciese
falta.
Con
qué
acompañar
la
salsa
a
la
pimienta
En
mi
caso,
he
hecho
esta
receta
de
salsa
a
la
pimienta
para
aprovecharla
con
un
buen
solomillo
de
ternera.
Además
lo
he
acompañado
de
una
patata
asada
hecha
al
microondas
y
unos
tomatitos
cherry
que
he
pasado
ligeramente
por
la
plancha.
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