Salas más diez, el posible 11 de River ante Unión por Copa Argentina

La
conclusión
más
evidente
que
le
quedó
a


Marcelo
Gallardo
en
el
empate
de


River
ante
Lanús
fue
que


Maxi
Salas
no
puede
faltar
en
el
11
frente
a
Unión
por
los
octavos
de
final
de
la


Copa
Argentina,
este
jueves
(desde
las
21.15)
en
Mendoza
,
ya
sea
como
centrodelantero
o
en
otra
función
de
ataque.
Porque
el
potente
expunta
de
Racing

cambió
el
funcionamiento
del
equipo
del
Muñeco
en
la
Fortaleza
con
su
ingreso
en
reemplazo
de
Borja
en
los
segundos
45’.
Por
esa
voracidad
ofensiva
que
contagia
energía
positiva,
la
intensidad
de
cada
uno
de
sus
movimientos
incisivos
o
de
presión
alta
y
su
potencia
física
para
fajarse
con
los
defensores
rivales
y
generar
espacios,
el
correntino
de
27
años
es
una
fija
en
este
duelo
decisivo.

Es
Salas
más
diez.

A
29
días
de
su
esguince
distal
en
el
ligamento
colateral
medial
en

la
rodilla
izquierda
(ante
San
Lorenzo
en
el
Monumental),

Salas
volvió
a
jugar
con
la
7
de
River

frente
al
Granate
y
repitió
la
agresividad
que
había
mostrado
en
su
estreno
con
la
Banda
ante
Platense
(convirtió
un
golazo),

Instituto
y
el
Ciclón
(hasta
su
lesión,
a
los
19’).
Porque
el
zurdo
pateó
tres
veces
al
arco
(uno
bloqueado
por
un
defensor)
y
dos
de
sus
remates
desde
afuera
del
área
fueron
tapados
por
grandes
atajadas
de
Losada.
Además,
tuvo
el
67%
de
efectividad
en
los
pases
(14/
21
con
precisión),
aguantó
la
pelota
de
espaldas,
ganó
tres
de
los
cinco
duelos
que
disputó
desde
el
piso
más
dos
en
el
aire
y
recuperó
una
pelota
en
la
zona
baja
del
lateral
derecho.

El
rendimiento
de
Salas
reflejó
un
contraste
tan
grande

con
el
resto
del
equipo
-mucho
más
con
el
nivel
de
Borja-

que
recuperó
su
lugar
en
una
formación
que
MG
tratará
de
ir
puliendo
para
el
mata-mata
de
los
cuartos
de
Libertadores

ante
Palmeiras.

Un
11
que
se
acerca
al
ideal
del
deté,

por
las
vueltas
de
Montiel,
Martínez
Quarta
y
Acuña
en
defensa,
de
Enzo
Pérez
y
Nacho
Fernández
en
el
medio
y
de
Driussi
en
un
tridente
de
ataque
junto
a
Salas
y
Colidio
o
Juanfer,
según
la
lectura
previa
que
realice
MG
y
la
elección
del
dibujo
táctico:
puede
arrancar
con
un
4-3-3,
4-1-3-2
ó
4-2-3-1
flexible
capaz
de
mutar
según
el
trámite
y
necesidades
del
partido.

La
duda
que
se
le
presenta
a
Gallardo,
y
que
intentará
disipar
en
las
próximas
horas
según
el
estado
físico
del
futblista,
es
el
retorno
de
Paulo
Díaz,
quien
ayer
se
entrenó
a
la
par
del
grupo
(igual
que
Fabricio
Bustos,
a
punto
de
recibir
el
alta
médica
del
esguince
de
tobillo
izquierdo
que
sufrió
con
Godoy
Cruz)
y
se
siente
preparado
para
jugar.
En
caso
de
que
PD17
no
esté
en
plenas
condiciones,
el
entrenador
cuentas
con
dos
opciones
de
reemplazo
que
pasaron
el
examen
en
la
Fortaleza:
el
misionero
Juan
Portillo
o
el
juvenil
Lautaro
Rivero.

Arriba,
la
incógnita
pasa
por
la
continuidad
de
un
Colidio
apático
y
más
chocador
que
desequilibrante
en
los
últimos
juegos
o
el
retorno
de
Quintero
desde
el
inicio:
el
10
sigue
aportando
destellos
de
lucidez
pero
aún
sin
el
ritmo
que
necesita
de
él
Gallardo,
que
se
fastidió
con
la
última
pelota
que
perdió
ante
Lanús.

Franco
Armani;
Gonzalo
Montiel,
Lucas
Martínez
Quarta,
Marcos
Acuña;
Nacho
Fernández,
Enzo
Pérez,
Giuliano
Galoppo;
Facundo
Colidio
o
Juanfer
Quintero,
Sebastián
Driussi
y
Maxi
Salas.