Los sistemas de aire acondicionado y el climatizador de nuestros coches cuentan con la función recirculación del aire o reciclaje del aire. Este es uno de esos botones desconocidos porque apenas usamos. Sin embargo, su presencia se debe tanto a razones de comodidad como de seguridad. Así funciona la recirculación de aire. Vamos a ver por qué existe este sistema y cuándo es útil utilizarlo.
El aire que ventila el habitáculo procede normalmente del exterior. Este aire tradicionalmente era aspirado por una boca de ventilación situada bajo el parabrisas, pero en los diseños actuales suele estar más escondida. Cuando el aire es aspirado, atraviesa el bloque de acondicionamiento que lo dirige y modula en función de las preferencias seleccionadas de temperatura y orientación: ya sea hacia el parabrisas, hacia el frente o hacia los pies, o una mezcla de estas localizaciones.
El botón de recirculación del aire sirve para seleccionar de dónde queremos que el coche tome el aire. Por defecto, es aire del exterior, pero si pulsamos el botón de reciclaje el coche se volverá prácticamente hermético y se volverá a utilizar el aire del habitáculo. Decimos prácticamente, porque en realidad el aire del habitáculo nunca queda completamente aislado del exterior. En cualquier caso, con la recirculación en marcha el aire circula y atraviesa los filtros del sistema antes de volver al habitáculo.
La recirculación del aire es ideal para evitar que entre aire sucio al habitáculo
Tener aire fresco en el coche afecta a la seguridad y al confort. La función principal del reciclaje del aire es evitar que entre aire sucio en el habitáculo. Por ejemplo, en un atasco dentro de un túnel, cuando pasamos cerca de una refinería o cuando pasamos por una zona cargada de polvo en el aire, el botón de recirculación del aire es nuestro amigo.
No dudes en pulsar el botón de recirculación del aire para evitar que entre polvo y/o malos olores en el habitáculo. Obviamente su efecto no es instantáneo, ya que tendrá que reciclar el aire para eliminar esas incomodidades, pero es bastante rápido.
Además, cuando usamos aire acondicionado o climatizador, la recirculación del aire puede ser útil para enfriar o calentar más rápidamente el habitáculo.
Así, si queremos bajar la temperatura del habitáculo en verano, el climatizador usará aire cada vez más frío con cada ciclo, pues utilizará el aire del habitáculo, que acaba de enfriar, y no aire caliente del exterior. El sistema alcanzará la temperatura deseada con mayor facilidad. En cualquier caso, no deberíamos utilizar la recirculación más de 10 minutos.
No es aconsejable usar mucho tiempo el sistema de recirculación del aire
Una vez hemos dejado atrás la zona o el suceso que hizo necesario el uso de la recirculación del aire es recomendable desconectarla y que el coche renueve el aire del habitáculo. Algunos coches disponen de un temporizador que por lo general limita la recirculación a unos 10 minutos, y así desconecta automáticamente el reciclaje del aire.
No es aconsejable abusar del sistema de recirculación del aire. Por una parte puede crear condensación en las lunas del vehículo, especialmente en invierno, y por otra parte el aire recirculado es un aire enrarecido que puede provocar somnolencia, reduciendo la concentración y los reflejos del conductor.
En cualquier caso, es importante que estén limpios los filtros del sistema de ventilación o climatización del coche, y que se vayan cambiando según las indicaciones del fabricante en cuanto a intervalos de tiempo. De lo contrario, a la larga pueden convertirse en un nido de bacterias que respiraremos cada vez que usemos la recirculación del aire. Por último, es aconsejable no fumar si usamos la recirculación del aire en un coche con climatizador, ya que el humo del tabaco se deposita en el evaporador del sistema y es causa frecuente de malos olores.
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