A medio camino entre una tortilla y un plato vegetariano, esta sartén tan mediterránea se prepara en un momento y es una receta sabrosísima y sana. Para elaborarla, ingredientes muy sencillos y frescos igual a los de la clásica ensalada griega, como tomates y aceitunas negras, pero además le he añadido unos huevos de corral riquísimos que me habían regalado. A diferencia de nuestra tortilla de patata no le daremos la vuelta sino que irá cuajando poco a poco con todos los ingredientes en el interior.
Comenzaremos batiendo los huevos con un pellizco de sal y una cucharada de perejil picado. Picamos la cebolleta menuda y seguidamente colocamos una sartén antiadherente al fuego y añadimos un chorrito de aceite de oliva, sofreímos la cebolleta cuatro minutos hasta que comience a estar dorada.
Añadimos los tomates cherry partidos a la mitad y las aceitunas negras y cocinamos durante otros dos minutos hasta que los tomates empiecen a verse blanditos. Encendemos el grill del horno.
Reducimos el fuego y añadir los huevos batidos, cocinamos durante cinco minutos hasta que veamos los huevos cuajados. Añadimos el queso feta desmenuzado por encima y gratinamos durante cinco minutos hasta que veamos la superficie dorada. Espolvoreamos con un poco más de perejil fresco.
Con qué acompañar la sartén
La sartén de ensalada griega es perfecta para una cena rápida y que no queramos manchar la cocina y ni muchos cacharros. Se sirve en la misma sartén bien caliente y se va repartiendo desde ella, pues al no girarla durante la cocción, la parte más vistosa siempre va a quedar en la superficie donde va el queso gratinado. Con buen pan y un postre de fruta o yogur, tenemos un menú bien completo.
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