España
no
es
el
único
país
en
que
se
celebra
el
Día
de
Reyes
con
un
bollo
propio,
nuestro
queridísimo
roscón
de
Reyes.
También
Francia
tiene
su
Galette
de
Rois,
Portugal
su
Bolo
Rei
y
México
su
Rosca
de
Reyes.
Esta
última
es
la
que
os
enseñamos
hoy
y
os
recomendamos
que
hagáis
porque
es
tremendamente
deliciosa.
De
masa
suave,
esponjosa
y
ligeramente
aromática
y
cobertura
crujiente,
la
Rosca
de
Reyes
mexicana
es
una
locura
y
aún
mejor
que
nuestro
Roscón.
La
Rosca
de
Reyes
mexicana
se
adorna
con
futas
escarchadas,
dulce
de
membrillo
y,
lo
más
curioso,
costrones,
tiras
de
una
masa
que,
al
hornearse,
recuerdan
a
las
galletas
de
mantequilla.
En
el
interior
de
la
rosca
se
colocan
varios
muñequitos
de
plástico
que
representan
al
niño
Jesús.
Según
la
tradición
mexicana,
quien
encuentra
el
muñequito
se
compromete
a
hacer
una
fiesta
y
a
preparar
tamales
para
todos
los
presentes
el
2
de
febrero,
Día
de
la
Candelaria,
otra
festividad
mexicana.
En
un
cuenco
mezclamos
la
levadura
con
el
agua
templada
y
removemos
bien
hasta
diluir.
Dejamos
reposar
durante
10
minutos,
en
un
lugar
templado,
hasta
que
empiece
a
burbujear.
Añadimos
un
par
de
cucharadas
de
la
harina,
amasamos
hasta
homogeneizar,
tapamos
con
papel
film
y
dejamos
levar
media
hora
cerca
de
una
fuente
de
calor.
Mientras
tanto
mezclamos
los
ingredientes
secos
colocando
la
harina,
el
azúcar,
la
ralladura
de
media
naranja
y
un
pellizco
de
sal
en
un
recipiente
hondo
y
amplio.
Podemos
añadir
también
una
cucharadita
de
anís
en
grano
molido
para
aromatizar.
En
otro
cuenco
hondo
mezclamos
dos
huevos,
una
yema
de
huevo,
el
zumo
de
naranja
y
85
g
de
mantequilla
en
pomada.
Añadimos
estos
últimos
a
la
mezcla
de
ingredientes
secos
y
mezclamos
bien.
Cuando
la
mezcla
de
la
levadura
haya
reposado
lo
suficiente,
la
incorporamos
a
la
masa
anterior,
junto
con
la
fruta
escarchada
cortada
en
pequeños
dados.
Amasamos
durante
unos
20
minutos
aproximadamente
o
hasta
que
la
masa,
que
es
bastante
pegajosa,
se
haya
vuelto
lisa
y
se
pueda
despegar
de
la
superficie
de
trabajo
sin
problema.
Si
este
no
fuera
el
caso,
añadimos
más
harina,
poco
a
poco,
sin
pasarnos
para
que
quede
hidratada.
Introducimos
la
masa
en
un
recipiente
embadurnado
de
mantequilla,
cubrimos
con
un
trapo
limpio
y
dejamos
levar
en
un
sitio
cálido
hasta
que
doble
su
volumen.
Esto
puede
llevar
varias
horas,
dependiendo
de
la
temperatura
ambiente.
Cuando
esté
lista
desgasificamos
amasando
ligeramente,
damos
forma
de
rosca
ovalada
y
colocamos
en
una
bandeja
de
horno
para
dejar
levar
nuevamente.
Mientras
tanto
preparamos
los
costrones,
que
son
las
tiras
blancas
que
decoran
el
bollo.
Mezclamos
los
45
gramos
de
mantequilla
restantes
con
el
azúcar
glasé
hasta
obtener
una
crema.
Añadimos
la
yema
de
huevo
y
la
harina
y
amasamos.
Tomamos
porciones
de
la
masa,
las
estiramos
y
aplastamos
con
las
manos
haciendo
tiras
de
unos
2
cm
de
ancho
por
12
de
largo.
Cortamos
tiras
de
dulce
de
membrillo
y
fruta
escarchada.
Pincelamos
la
rosca
con
huevo
batido
y
colocamos
los
costrones
sobre
la
superficie,
junto
con
las
tiras
de
dulce
de
membrillo
y
fruta
escarchada.
Espolvoreamos
con
azúcar
y
cocemos
en
el
horno,
pre
calentado
a
190ºC
con
calor
arriba
y
abajo,
durante
10
minutos.
Bajamos
la
temperatura
a
180ºC
y
cocemos
10-15
minutos
más
o
hasta
que
esté
dorado.
Retiramos,
atemperamos
y
servimos.

Con
qué
acompañar
la
Rosca
de
Reyes
mexicana
Esta
Rosca
de
Reyes
mexicana
es
una
auténtica
locura.
Recién
horneada
o
después
de
unas
horas,
nos
la
podríamos
comer
entera
de
una
sentada.
Si
la
acompañamos
con
una
bebida
caliente
o
fría,
como
un
café
con
leche,
una
infusión,
un
vaso
de
leche
o
un
chocolate
a
la
taza,
tenemos
un
desayuno
o
merienda
muy
completo.
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