Comenzaremos preparando nuestra masa casera de pizza. Para ello en un bol echamos el agua templada y el aceite, la levadura seca y el azúcar. Removemos con unas varillas y dejamos diez minutos para comprobar que la levadura hace espuma y funciona correctamente.
Entonces vamos añadiendo la harina con la sal y amasando con las manos hasta lograr una masa elástica y que no se pegue. La dejamos en un recipiente en un lugar templado una hora para que leve. Cuando pase el tiempo desgasificamos y la estiramos encima de una bandeja de horno o piedra de pizza, aún crecerá todavía un poco mientras que se prepara el relleno. Precalentamos el horno a 220 grados con calor por abajo.
Seguimos picando la cebolleta en rodajas finitas y la pechuga de pollo en tiras. Colocamos una sartén al fuego y calentamos el aceite de oliva, sofriendo a fuego lento la cebolleta durante unos minutos, una vez hecha la retiramos y salteamos el pollo. Salamos la carne. Pasamos todo para un plato y reservamos.
Extendemos la mermelada de arándanos por la base de la pizza como si fuese la salsa de tomate clásica. Repartimos encima la cebolleta, los trozos de queso brie y el pollo. Esparcimos las nueces en trozos. Horneamos durante 25 minutos.