Ya os decía que es una receta bastante sencilla, y lo vais a comprobar enseguida. Lo único que nos dará algo de trabajo es preparar las pastas filos, barnizándolas con mantequilla derretida o con aceite de oliva virgen extra, ayudados con una brocha de silicona.
Comenzamos precalentando el horno a 200ºC y metiendo el queso crema que vayamos a utilizar en el congelador para que quede más compacto y facilite nuestro trabajo. Podéis hacer la receta con queso tipo Philadelphia o con quesos de más sabor como las Tortas del Casar, la Serena, la de Trujillo y otras similares.
Con cuidado, sacamos dos hojas de pasta filo del envase, barnizamos una de ellas y la cubrimos con la otra, dando otra capa de mantequilla sobre la que queda encima. Con un cuchillo afilado, cortamos triángulos tal como veis en las imágenes.
Con una cuchara, colocamos un pegote de la Torta del Casar en la zona ancha de cada triángulo y después lo vamos enrollando hasta terminar con el vértice que quedará en el centro. Aplastamos con cuidado los extremos de los cigarritos para queden cerrados y no se escape el queso en el horno.
Pintamos los cigarritos con la yema del huevo y los horneamos durante unos 5 a 7 minutos hasta que veamos dorada la pasta filo, que habrá quedado crujiente y quebradiza. Cortamos el dulce de membrillo en trocitos cuadrados o rectangulares y colocamos uno encima de cada cigarrito para servirlos inmediatamente.