Precalentar el horno a 175ºC y forrar o engrasar un molde rectangular de tipo plumcake, de unos 20 cm de largo. Comprobar que todos los ingredientes están atemperados y no fríos de la nevera.
Disponer la mantequilla troceada en un recipiente con el azúcar y la ralladura de limón al gusto; al menos 1 cucharadita, rallada fina y solo la parte amarilla. Batir con la batidora de varillas durante unos 4-5 minutos, removiendo de vez en cuando con una lengüeta, hasta obtener una crema homogénea.
Agregar los huevos de uno en uno, batiendo un poco entre ellos, y batir unos minutos más. Incorporar 5 ml de zumo de limón y el yogur, y batir un poco más. Finalmente incorporar la sal, la levadura, la lavanda y las harinas.
Batir a velocidad baja lo justo para integrar todo y terminar de mezclar con espátula o lengüeta. Llenar el molde, cubrir con semillas de amapola, presionando ligeramente para adherirlas bien, y llevar al horno.
Hornear durante unos 50 minutos, mejor si se gira el molde pasados 30 minutos para que se dore por igual. Vigilar a partir de 45 minuto para que no se queme, y comprobar que está listo pinchando con un palillo. Esperar unos minutos fuera del horno antes de desmoldar y dejar sobre una rejilla.