No
tendría
mucho
que
pensar
para
decidir
que
este
plato
de
albóndigas
en
salsa
de
tomate
es
uno
de
los
que
más
recuerdos
me
traen
de
mi
infancia.
Sin
ser
un
plato
de
fiesta,
el
día
que
en
mi
casa
había
esta
receta,
ya
hacía
que
se
convirtiera
esa
hora
de
la
comida
en
un
rato
especial.
Hoy
os
quiero
mostrar
la
receta
tradicional
de
albóndigas
en
salsa
de
tomate,
esperando
que
cuando
las
preparéis
también
sea
para
vosotros
un
plato
tan
especial
como
lo
es
para
mí.
Si
os
gusta,
podéis
probar
también
la
receta
de
albóndigas
con
patatas,
un
manjar,
o
la
versión
vegetariana
de
albóndigas
de
berenjenas.
Comenzaremos
haciendo
la
salsa
de
tomate,
para
ello
picamos
menuda
la
cebolla
y
uno
de
los
dientes
de
ajo.
En
una
cazuela
de
fondo
grueso
ponemos
a
calentar
el
aceite
y
sofreímos
en
él
la
cebolla
y
el
ajo
lentamente
durante
10
minutos.
Añadimos
el
tomate
triturado
y
cocinamos
durante
30
minutos
a
fuego
lento,
añadiendo
pimienta,
media
cucharadita
de
azúcar
y
sal.
Agregamos
el
vino
blanco
y
dejamos
durante
otros
cinco
minutos
a
fuego
medio
para
que
se
evapore
el
alcohol.
Reservamos.
Para
la
carne,
colocamos
esta
en
un
bol.
Seguidamente
en
un
bol
más
pequeño
o
en
el
vaso
de
una
batidora
con
cuchillas
echamos
los
huevos,
la
leche,
el
vino,
los
otros
dos
dientes
de
ajo
picaditos,
el
pan
rallado,
sal
y
pimienta,
así
como
perejil
fresco
picado.
Removemos
bien
y
batimos
hasta
que
los
ingredientes
se
mezclen.
Vertemos
esto
sobre
la
carne
y
lo
integramos
en
ella.
Dejamos
reposar
durante
10
minutos.
Rectificamos
de
sal.
Echamos
harina
(o
pan
rallado)
en
un
plato
y
vamos
dando
forma
a
las
albóndigas
al
tamaño
que
nos
guste,
pero
todas
iguales.
Pasamos
por
la
harina
(o
el
pan
rallado)
y
reservamos.
En
una
sartén
grande
echamos
el
aceite
y
lo
calentamos,
friendo
en
él
las
albóndigas
por
tandas.
Una
vez
acabemos,
echamos
las
albóndigas
en
la
salsa
de
tomate
y
dejamos
que
se
cocine
todo
junto
a
fuego
medio
durante
20
minutos.

Con
qué
acompañar
las
albóndigas
Esta
receta
de
albóndigas
en
salsa
de
tomate
es
ideal
para
tomar
con
niños,
que
suelen
ser
muy
fans
de
este
plato.
Como
acompañamiento,
una
ración
de
arroz
blanco
clásica
o
unas
patatas
fritas
no
fallan
y
ya
tendremos
un
plato
de
los
de
siempre
bien
rico.
En
DAP
|
Patatas
fritas
En
DAP
|
Salsa
de
albóndigas