En un momento como el actual donde las empresas necesitan más flexibilidad que nunca en muchas compañías han vuelto sus ojos hacia los equipos portátiles en un primer momento. Iniciado el teletrabajo de forma habitual, el stock de portátiles quedó bajo mínimos. Pasado un tiempo, a medida que los empleados pasaban más y más horas delante de sus equipoos empezaron a pensar que faltaban cosas. Y a la hora de renovar o adquirir equipos nuevos en mi oficina toca echar cuentas para elegir entre Pc y portátil.
Más allá del teletrabajo, es interesante ver el coste de ambos equipos, la facilidad para repararlos o mejorar sus prestaciones o la cantidad de periféricos que van a necesitar.
Porque aunque un portátil tenga todo lo necesario para trabajar, no es lo mismo hacerlo en movilidad, que sentados delante de una mesa de forma habitual, ya sea en casa o en la oficina. Y si vamos a pasar varios días 8 horas delante del portátil, no es lo más cómodo del mundo.
¿Cuánto cuesta un portátil de gama media para la empresa?
Si hablamos de un portátil para desarrollar labores ofimáticas, pantalla de 15,4″ y donde nuestros requisitos de movilidad son poder llevarlo en la mochila sin más los precios parten de unos 600 euros, aproximadamente. Hablamos de equipos con procesadores Intel Core i5, de décima o undécima generación, 8 GB de memoria RAM y un disco SSD de 500 GB aproximadamente con Windows 10 Pro.
Si queremos equipos enfocados a la movilidad, donde la batería es un factor importante, que tengan un mínimo de 8 horas de autónomía y poco más de un kilo de peso, manteniendo el resto de características antes reseñadas, lo normal es que tengamos que aumentar el presupuesto más o menos a los 800 euros, como mínimo, al menos si no queremos renunciar a nada.
Los periféricos del portátil
Lo cierto es que a poco que vayamos a tener un lugar de trabajo estable, más allá de que podemos coger el portátil un día para trabajar en diferentes lugares o llevarlo de viaje, vamos a querer que tenga al menos una pantalla externa más grande, un teclado completo de sobremesa y un ratón. Y en muchos casos una conexión de red cableada, algo que todavía se utiliza mucho en las empresas.
Los equipos portátiles cada vez son más delgados y en la mayoría de los casos no ayuda tener que estar conectando y desconectado todos estos periféricos. Así que la mejor solución es utilizar un dock, una pequeña base de conexión que a través de un USB C, se conecta al portátil y nos permite con una sola conexión de cable mantener todo conectado.
El coste de estas bases suele estar en torno a los 60 euros si buscamos algo de calidad mediana. A partir de aquí la cuestión se puede disparar hasta los 200 en el caso de apostar por una Surface Dock, por ejemplo. La realidad es que en los casos de los usuarios que prueban este modelo acaban por incorporar más de una.
En mi empresa hay un empleado que se mueve habitualmente entre dos sedes y en cada una de ellas dispone de un dock con sus correspondientes periféricos y el portátil se conecta en cada momento a ellas. Tenemos en cuenta que mantenemos la pantalla, teclado y ratón igual que en un sobremesa.
¿Cuánto cuesta un equipo de sobremesa para la empresa?
Por lo que respecta a los equipos de sobremesa, si partimos de la premisa anterior con similares características que hemos considerado para el portátil el precio estaría alrededor de los 500 euros, pero se podría ir hasta los 800 dependiendo de las características. Hablamos de equipos con caja estándar, si queremos algo de dimensiones reducidas el precio normalmente se encarece.
En caso de tener espacio, algo que no suele ser un problema en la mayoría de las empresas, se prefiere un ordenador de sobremesa con caja estándar. Aunque el precio parezca similar, lo habitual es que el rendimiento de estos equipos sea superior al que tendremos en un portátil de gama equivalente.
Los procesadores de equipos de sobremesa suelen ser más potentes y al final son más rápidos en su funcionamiento del día a día. Si a esto le sumamos que tenemos más flexibilidad en las configuraciones o la posibilidad de escoger los componentes, o apostar por equipos clónicos con los que abaratar mucho los costes.
¿Por qué vuelven los equipos de sobremesa?
La realidad es que el mercado de los equipos de sobremesa ha vuelto a repuntar, quizás casi cuando nadie lo esperaba. La empresa ha sido en gran parte responsable de este aumento de ventas.
Si como hemos visto no hay una gran diferencia de precio, aunque en relación calidad precio, sale ganando el equipo de sobremesa, ¿por qué vuelven este tipo de equipos y no se apuesta por portátiles directamente? Son varias las razones para ello:
- Todavía son algo más económicos, unos 100 euros por equipo, por lo que si tenemos que renovar varios en la empresa se nota en el presupuesto.
- Son más potentes, en un rango de precios equivalente. Puede que para la mayoría de tareas ofimáticas sea imperceptible, pero a medida que pasa el tiempo se notará más este rendimiento.
- Son más fáciles de reparar o ampliar, lo que al final significa que podemos tener un equipo en buen estado durante más años y una amortización en un mayor tiempo de la inversión realizada.
- Son más cómodos para trabajar. Y aquí hay que hacer la salvedad del dock, un portátil utilizando periféricos de equipo se sobremesa es la combinación perfecta. Es la opción más rentable si un empleado se mueve entre dos oficinas, por ejemplo.
Los periféricos, los grandes olvidados que marcan nuestra productividad
No solo son las pantallas, cada día de mayor diagonal, también el teclado o el ratón son parte de nuestro entorno de trabajo que determinan cómo de rápido podemos trabajar. A menudo no les prestamos la atención debida.
Y una pantalla se suele reutilizar durante años, pasando por varios equipos informáticos. Peor es en el caso del teclado, al que se le suele coger afecto al tacto de las teclas y vemos algunos muy antiguos todavía en uso, con las teclas y la serigrafía desgastadas.
¿Y para el teletrabajo?
Pues aquí la cosa cambia bastante, porque depende mucho del modelo de teletrabajo que adopte cada empresa. Algunas trabajan con una conexión directa al servidor, ya sea a través de escritorio remoto o si tienen aplicaciones descentralizadas en la nube.
En estos casos el portátil sería la mejor elección. Los empleados si tienen que trabajar desde casa se llevan su dispositivo y realizan sus tareas sin mayores problemas. Pero en la mayoría de empresas pequeñas no suelen trabajar así.
La mayoría utilizan sus ordenadores personales, de casa para trabajar remotamente conectados al ordenador de la oficina. Ya sea a través de una VPN, de un programa de conexión remota tipo TeamViewer o AnyDesk, la realidad es que se necesita tener un equipo de oficina potente, un sobremesa, porque al final será el que determine el rendimiento y no tanto el equipo remoto, que será una mera herramienta de conexión.
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