Quiche de espinacas, receta fácil y versátil

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Las

quiche

son
elaboraciones
socorridas
y
versátiles,
que
igual
sirven
para
solucionar
una
cena
familiar
que
para
protagonizar
un

menú
de
Navidad
.

Su
preparación
es
mucho
más
sencilla
de
lo
que
pueda
parecer
y
admite
infinidad
de
rellenos,
la
de
hoy
es
una

quiche
de
espinacas

que
está
para
ponerle
un
piso.

El
relleno
es
jugosísimo
y
la
causante
de
ello
es
esta
verdura
de
hoja
que
cocemos
en
un
poco
de
agua
y,
después,
escurrimos.
Lo
tradicional
es
usar

nata
líquida

como
elemento
lácteo,
aunque
también
se
puede
utilizar
yogur
natural,
queso
crema
o,
incluso,
leche.
Echa
mano
de
lo
que
tengas
en
la
nevera,
porque
te
quedará
igualmente
rica.

Y
sobre
la
masa.
Siempre
me
decanto
por

hacerla
en
casa

antes
que
comprar
una
lámina
de

masa
quebrada

en
el
supermercado.
La
diferencia
es
considerable,
aunque
hay
que
reconocer
que
es
muy
cómodo
que
nos
la
den
hecha.
Yo,
por
si
las
moscas,
te
explico
cómo
hacerla
y
ya
tu
decides.
Sea
como
fuere,
no
dejes
de
hacer
esta
receta
porque
te
va
a
traer
muchas
alegrías.

Empezamos
preparando
la

masa
quebrada
.
Hacemos
un
volcán
con
la
harina
y
añadimos
un
pellizco
de
sal
y
la
mantequilla,
que
habrá
de
estar
muy
fría,
cortada
en
dados.
Trabajamos
con
las
yemas
de
los
dedos
hasta
que
no
se
noten
trozos
de
mantequilla.

Hacemos
un
hueco
en
el
centro
y
añadimos
el
agua
(bien
fría)
y
mezclamos
hasta
conseguir
una
masa
homogénea,
sin
pasarnos
con
el
amasado
para
que
no
nos
quede
una
masa
dura.
Envolvemos
la
masa
en
papel
film,
la
aplastamos
ligeramente
y
la
dejamos

reposar
durante
30
minutos

en
la
nevera.

paso a paso quiche de espinacas

paso a paso quiche de espinacas

Mientras
tanto
lavamos
las
espinacas
y
las
introducimos
en
una
cazuela
con
un
poco
de
agua.
Tapamos
y
cocemos
durante
unos
seis
u
ocho
minutos,
no
más.
En
seguida
se
vuelven
tiernas
y
están
listas.
Las
pasamos
a
un
escurridor
y

retiramos
el
exceso
de
agua
.
Dejamos
atemperar.

Batimos
los
huevos
y
el
queso
crema
en
un
recipiente
hondo
y
agregamos
la
nata
líquida,
el
queso
rallado
(nos
reservamos
un
poco
para
más
adelante)
y
las
espinacas
atemperadas.
Salpimentamos
al
gusto,
teniendo
en
cuenta
que
el
queso

tiene
mucha
sal
.
Ojo
con
pasarse.

Extendemos
la
masa
ya
fría
y
reposada
sobre
una
mesa
con
un
poco
de
harina,

para
que
no
se
nos
pegue
,
usando
un
rodillo.
Forramos
con
ella
la
base
y
laterales
de
un
molde
de
22
cm,
retirando
el
exceso.
Pincelamos
la
superficie
con
la
mostaza
y
volcamos
el
relleno
en
su
interior.
Espolvoreamos
con
el
queso
rallado
reservado.

Introducimos
el
molde
en
el
horno,
precalentado
a
190ºC
con
calor
en
la
parte
de
abajo.
Lo
colocamos

en
el
suelo
del
horno

para
que
el
calor
llegue
directo
a
la
masa
y
la
base
no
quede
cruda.
Después
de
30
minutos,
cambiamos
a
calor
arriba
y
abajo
y
subimos
el
molde
al
centro
del
horno.
Cocemos
15
minutos
más
o
hasta
que
la
superficie
se
vea
dorada.
Dejamos
reposar
unos
minutos
antes
de
desmoldar
y
servir.

¡Gracias!

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votos

Con
qué
acompañar
la
quiche
de
espinacas

La
combinación
de
espinacas
y
queso
encuentra
un
equilibrio
perfecto
en
esta
quiche,
una

elaboración
deliciosa
y
jugosa

que
combina
muy
bien
con
una
ensalada
de
hojas
verdes.
Es
una
solución
elegante
a
una
comida
o
cena
de
diario
y
una
elaboración
muy
adecuada
para
incluir
en
un
bufé
de
celebración.

En
DAP
|

Quiche
de
verduras

En
DAP
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Quiche
de
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y
queso
azul