San Francisco inauguró este domingo una obra que marca un antes y un después en su desarrollo urbano: la apertura de la avenida del Libertador a través del Centro Cívico, un tramo que por primera vez en 137 años permite la conexión continua entre el norte y el sur de la ciudad. El acto reunió a vecinos, familias y artistas locales, en un clima de celebración por un proyecto considerado histórico.
La nueva traza cuenta con dos carriles angostos de cuatro metros, uno por sentido, diseñados para mantener el carácter cívico y peatonal del sector. El sistema se completa con bolardos hidráulicos retráctiles programados por software, que habilitan o restringen la circulación vehicular según los horarios definidos por el municipio. Entre ambas manos se extiende un espejo de agua inteligente de 50 metros, que aporta identidad y moderniza la estética del espacio.
En su mensaje durante la inauguración, el intendente Damián Bernarte remarcó que la ciudad vive un momento trascendente y que esta intervención representa un salto hacia adelante, alineado con una transformación urbana que ya es visible en distintos puntos de San Francisco. Valoró el equilibrio alcanzado entre la modernización, la incorporación de tecnología y el respeto por la esencia cívica del lugar, al permitir una convivencia ordenada entre peatones y vehículos.
Bernarte también destacó que la obra responde a una visión de futuro que busca acompañar el crecimiento de la ciudad y evitar que su desarrollo quede detenido en estructuras del pasado.
Por su parte, el diputado Ignacio García Aresca celebró la concreción del proyecto y resaltó que decisiones de este tipo requieren convicción política y planificación. Consideró que la apertura tendrá un impacto duradero, al igual que otras obras que con el tiempo se integraron de manera natural al paisaje urbano y a la vida cotidiana.
Luego tuvo lugar el desfile de autos y motos clásicas, con vehículos vinculados a distintos momentos de la historia sanfrancisqueña, que aportaron un marco simbólico al recorrido por el nuevo tramo urbano.

Más tarde, el cantante Exequiel Trucco interpretó un repertorio de tangos, mientras que el cierre artístico estuvo a cargo del espectáculo “La Argentinidad”, presentado por el Ballet Mayor de la Escuela de Danzas Folklóricas, bajo la dirección de Mario Bessone.






































