Hoy
en
día
si
tienes
un
teléfono
relativamente
moderno,
lo
normal
es
que
tenga
carga
relativamente
rápida
incluso
si
es
barato
(en
Android
hasta
en
los
móviles
de
menos
de
200
euros
vas
a
encontrar
carga
a
unos
25
–
30W),
pero
si
es
un
gama
media
o
todo
un
buque
insignia,
con
más
razón
todavía:
allí
hay
cargas
rapidísimas
que
superan
los
100W.
De
hecho,
si
echas
un
vistazo
a
nuestro
ranking
con
los
móviles
con
la
carga
más
rápida,
verás
terminales
que
alcanzan
los
240W
y
la
carga
de
300W
está
en
el
horno
ya.
Pero
una
cosa
es
que
tu
móvil
tenga
carga
rápida
y
otra
que:
1.
venga
con
cargador
en
la
caja
y
2.
que
el
cargador
incluido
te
permita
alcanzar
la
máxima
carga
disponible
de
tu
teléfono.
Y
ya
si
optas
por
comprar
un
cargador
o
coges
uno
que
tienes
por
casa,
puedes
llevarte
la
desagradable
sorpresa
de
que
de
carga
rápida,
poco
o
nada.
Te
contamos
cómo
saber
si
un
cargador
tiene
carga
rápida
y
es
compatible
con
tu
teléfono.
Cuál
es
la
carga
máxima
admitida
de
tu
móvil
El
apartado
de
la
batería
de
un
móvil
tiene
su
aquel
a
la
hora
de
elegir
un
teléfono.
Así,
interesan
características
como
la
capacidad
de
la
batería
(medida
en
mAh),
la
autonomía
estimada
y
también
si
dispone
de
carga
rápida.
Todo
esto
aparece
en
la
hoja
de
especificaciones
del
producto
y
pueden
ser
reclamos
en
su
lanzamiento.
En
lo
relativo
a
la
carga
rápida,
esta
característica
se
cuantifica
con
vatios
de
carga
(W),
una
medida
que
si
no
tienes
fresca
la
física
del
instituto,
puede
saberte
a
poco
a
la
hora
de
determinar
cómo
de
rápido
es
la
carga
de
un
teléfono…siempre
y
cuando
las
condiciones
acompañen.
Y
aquí
es
cuando
aparece
a
escena
el
cargador,
ya
sea
el
que
venía
en
la
caja,
uno
que
estamos
reutilizando
u
otro
que
hemos
comprado.
Antes
de
empezar:
de
vatios
y
tecnologías
de
carga
Esos
vatios
de
carga
son
en
realidad
potencia
eléctrica,
por
lo
que
la
carga
rápida
podría
definirse
de
forma
simplificada
como
el
aumento
de
la
potencia
eléctrica
suministrada
a
una
batería,
es
decir,
que
se
incrementa
la
energía
proporcionada
por
unidad
de
tiempo.
Como
consecuencia
de
ese
subidón,
se
reducen
los
tiempos
para
su
carga.
Y
ahora
es
cuando
volvemos
al
insti
y
la
ínclita
Ley
de
Ohm,
esa
que
relaciona
el
Voltaje
(Voltios)
como
el
producto
de
la
Intensidad
(Amperios)
por
la
Resistencia
(Ohmios).
Pero
es
que
además
la
Potencia
es
el
producto
entre
el
Voltaje
y
la
Intensidad.
Quédate
con
las
unidades
de
medida
porque
las
retomaremos
después.
A
modo
de
referencia,
un
cargador
lento
de
los
de
toda
la
vida
tiene
una
potencia
de
5W
resultante
de
su
voltaje
de
5
V
y
una
intensidad
de
1
Amperio.
A
partir
de
aquí
hay
diferentes
combinaciones
de
voltaje
e
intensidad
que
dan
potencias
de
carga
superiores,
es
decir,
más
rápida.
Pero
no
acaba
aquí
la
cosa.
Además
de
la
potencia
de
carga
influyen
otras
características
como
los
estándares
de
carga
rápida,
las
especificaciones
del
cable,
el
tipo
de
conector,
el
tipo
de
batería
y
hasta
el
tipo
de
dispositivo
que
estemos
usando.
En
lo
relativo
a
los
estándares
de
carga
rápida,
en
el
mercado
vamos
a
encontrarnos
algunos
como
Qualcomm
Quick
Charge,
MediaTek
Pump
Express,
Power
Delivery,
SuperCharge,
OPPO
VOOC
o
OnePlus
Dash
Charge,
entre
otros.
Algunos
son
desarrollados
por
fabricantes
de
móviles,
otros
de
fabricantes
de
chips,
pero
también
los
hay
más
generales
como
ese
Power
Delivery,
el
estándar
universal,
incluida
por
diferentes
fabricantes
como
Google,
Samsung
o
Xiaomi.
Lo
importante
aquí
es
que
cada
estándar
de
carga
cuenta
con
sus
propias
características
y
condiciones,
lo
que
implica
que
no
todos
los
cargadores,
cables
y
dispositivos
nos
permitan
lograr
esa
máxima
carga
rápida.
Al
margen
de
sus
logros
a
nivel
de
W,
menos
minutos
requeridos
para
la
carga
o
menor
calentamiento,
es
una
forma
de
diferenciarse
y
que
en
la
práctica,
si
quieres
maximizar
la
carga
rápida,
acabes
cayendo
y
compres
los
accesorios
de
la
marca.
Respecto
al
resto
de
condiciones,
quédate
con
que
el
tipo
de
cable
debería
ser
capaz
de
soportar
el
voltaje
e
intensidad
aportada
por
el
cargador
minimizando
pérdidas
energéticas
(ojo
a
su
calidad
o
su
grosor,
porque
puede
traducirse
en
una
mala
experiencia)
y
que
el
tipo
de
conector
debería
ser
compatible
con
el
estándar
de
carga.
Finalmente,
el
tipo
de
batería
se
relaciona
con
la
capacidad
y
la
velocidad
máxima
de
carga
y
el
dispositivo
cuenta
con
su
propio
circuito
interno
para
regular
la
transferencia
de
energía
y
además
ser
compatible
con
el
cable
y
el
cargador.
Qué
lío.
Teniendo
como
base
tu
teléfono
y
sus
especificaciones,
lo
más
determinante
son
esos
vatios
de
carga.
¿Por
qué?
Porque
si
a
la
hora
de
la
verdad
tienes
tu
móvil
y
usas
un
cargador
de
otra
marca
con
unas
especificaciones
de
potencia
distinta
pueden
pasar
dos
cosas:
si
el
cargador
tiene
menos
vatios,
la
carga
será
algo
menos
rápida.
Si
el
cargador
tiene
más
vatios
que
los
soportados
por
el
teléfono,
que
no
cunda
el
pánico:
los
dispositivos
cuentan
con
tecnologías
que
capan
esa
potencia
extra
para
minimizar
riesgos
de
deterioro
del
terminal
y
su
batería.
No
obstante,
lo
recomendable
es
usar
un
cargador
completamente
compatible.
Un
vistazo
al
cargador
Llegamos
al
punto
que
nos
interesa:
tenemos
un
móvil
con
unas
especificaciones
de
carga
en
vatios
a
un
lado
y
un
cargador
al
otro,
que
puede
ser
el
de
la
caja,
otro
que
teníamos
por
casa
o
uno
que
hemos
comprado
para
la
ocasión.
Si
vas
a
comprar
el
cargador,
entre
sus
especificaciones
aparecerá
tanto
la
tecnología
de
carga
(especialmente
si
es
una
propia)
y
su
potencia,
pero
estos
parámetros
eléctricos
también
aparecen
serigrafiados
en
alguna
cara
del
elemento
y
en
su
propia
caja.
El
dato
es
literalmente
letra
pequeña,
así
que
rebusca
con
atención,
sitúate
en
un
lugar
con
buena
luz
y
hasta
ponte
las
gafas.
Quizás
no
aparezca
en
vatios,
pero
sí
que
veremos
un
listado
con
voltaje
e
intensidad
de
salida
(Output)
y
solo
tendremos
que
multiplicar.
Allí
descubrirás
que
es
bastante
normal
que
aparezcan
varios
voltajes
e
intensidades
,
como
por
ejemplo:
5
V/3
A,
9
V/2
A,
12
V/1.5
A.
¿Cómo
saber
cuál
es
su
potencia
máxima
de
carga?
Será
simplemente
el
mayor
resultado
de
multiplicar
voltios
por
amperios,
en
este
ejemplo
serían
18
W.
Es
decir,
estaríamos
ante
un
cargador
(relativamente)
rápido
Esto
significa
que
el
cargador
puede
adaptar
su
salida
a
diferentes
voltajes
e
intensidades
según
las
necesidades
del
dispositivo.
En
este
caso,
debemos
fijarnos
en
el
resultado
mayor
que
obtengamos
a
multiplicar
voltaje
por
intensidad.
Así,
podemos
ver
que
la
potencia
máxima
que
puede
ofrecer
el
cargador
es
de
18
W
(12
V
x
1.5
A),
lo
que
lo
convierte
en
un
cargador
de
carga
rápida.
La
anterior
es
la
forma
más
adecuada
y
general
para
determinar
la
velocidad
máxima
de
carga
de
un
cargador,
aquí
tienes
otras
alternativas
que
pueden
complementarla:
-
Con
mensajes
y
animaciones.
Durante
la
carga,
Android
puede
mostrar
un
mensaje
con
información
del
tipo ‘Cargando’, ‘Cargando
rápidamente’
y
hasta ‘Cargando
lentamente’.
Marcas
como
Xiaomi,
OPPO
o
Realme
diferencian
animación
de
la
carga
estándar
frente
a
la
rápida. -
Con
una
aplicación.
Si
quieres
tener
más
información,
en
Google
Play
Store
vas
a
encontrar
apps
que
proporcionen
datos
sobre
la
carga
en
tiempo
real,
incluyendo
la
velocidad
o
el
tiempo
que
queda.
Un
par
de
aplicaciones
gratis
y
de
lo
más
útiles
para
este
escenario
son ‘Electron:
battery
health
info‘
y ‘AccuBattery‘.
Portada
|
Ricardo
Aguilar
(Realmte
GT3,
análisis
de
Xataka)
En
Xataka
Android
|
Carga
rápida:
qué
es,
tipos
y
cómo
saber
si
mi
smartphone
la
soporta