En plena crisis política en Perú, que derivó en la destitución y detención del presidente Pedro Castillo por parte del Parlamento, la Cancillería argentina, encabezada por Santiago Cafiero, hizo un llamado todos los actores políticos y sociales de ese país para que “resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional”.
“Argentina lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú, y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el estado de derecho y el orden constitucional”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de un breve mensaje en su cuenta de la red social Twitter.
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Perú, un país es crisis
El ahora expresidente peruano disolvió el Congreso y la oposición denunció un golpe de Estado. Varios de los ministros de su entonces gabinete renunciaron.
Quien fura su ministro de Economía, Kurt Burneo anunció su dimisión a través de Twitter: “Habiéndose vulnerado el Estado de Derecho y en la línea con mis principios democráticos, presento mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Economía y Finanzas”, escribió.
Luego le siguieron el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Félix Chero y el canciller César Landa. “Respetuoso de la institucionalidad democrática y ante el anuncio del cierre del Congreso y la conformación de un gobierno de emergencia nacional, renuncio irrevocablemente a mi cargo de ministro de Justicia y Derechos Humanos”, dijo Chero.
Una vez disuelto el Parlamento y con varias renuncias sobre la mesa, Castillo anunció el adelantamiento de las elecciones legislativas y la crisis se desencadenó exponencialmente.
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La vicepresidenta Dina Boluarte rechazó “la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso” y también consideró que “se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”.
Fue entonces que el Congreso Peruano se reunió y destituyó a Pedro Castillo con 101 votos a favor. Boluarte asumió en su reemplazo.
