Cuando llega el verano y el sol empieza a pegar fuerte, una de las dudas frecuentes de las embarazadas es si hay algún tipo de riesgo para el bebé, o incluso para ellas mismas, de que el sol les dé directo en la barriga y también en los pechos, si le gusta hacer topless.
Las recomendaciones no son distintas al resto de las personas, aunque hay que tener en cuenta que en el embarazo hay que tener especial precaución a la hora de tomar el sol.
Debido a la acción de las hormonas, aumenta la sensibilidad cutánea y se produce un aumento de la melatonina, por lo cual la embarazada tiene que protegerse especialmente de los rayos del sol por el riesgo de cloasma o melasma, también conocido como ‘paño del embarazo‘. Son unas manchas color marrón que aparecen en la cara, sobre todo en el bigote, los pómulos y la frente.
Es decir, que si la embarazada se pone al sol de manera responsable no pasa nada si expone su tripa o su pecho al sol. Con responsabilidad, quiere decir usando protector solar y evitar hacerlo en las horas centrales del día, cuando la radiación solar es más intensa.
El sol directo en la barriga, ¿hay algún riesgo?
El bebé no corre ningún riesgo puesto que está dentro del útero protegido por el líquido amniótico y los rayos solares no atraviesan la piel y los tejidos. Aunque pueda llegar a notar mayor intensidad lumínica, no le afecta en absoluto.
El sol sí puede dar en la tripa, pero siempre con precaución. No hay por qué esconder la barriguita si la protegemos con la crema adecuada y no la exponemos en las horas de mayor radiación. Así que, si te gustan los bikinis también son para las embarazadas.
Lo único a tener en cuenta es que al exponer la barriga al sol puede oscurecerse la línea alba, esa que suele salir en el embarazo y que recorre el centro de la tripa hasta el ombligo.
De igual manera, al distenderse la piel aparecen estrías, por lo que es imprescindible mantener la piel siempre bien hidratada, antes, durante y después de la exposición solar.
¿Y en los pechos?
A muchas mujeres les gusta hacer topless, y de igual manera, hay que tener precaución a la hora de exponer los pechos al sol. Es una zona sensible que suele recibir menos la luz solar y puede sufrir quemaduras más graves.
Es muy importante insistir aquí con la protección solar, renovarlo cada dos horas y evitar las horas de mayor radiación solar.
También hay que tener en cuenta que es una zona en la que suelen aparecer estrías debido al aumento de volumen de los senos durante la gestación. Así que, aunque no sea algo que se pueda evitar, sí se puede minimizar. Mucha hidratación es la clave.
Por su parte, las areolas -la piel de color oscuro que rodea el pezón-, al igual que la línea alba, también se oscurecen durante el embarazo, así que es probable que si expones los pechos al sol, se vuelvan aún más oscuras.
Toma el sol con seguridad
En el embarazo es seguro tomar el sol, pero siguiendo ciertas precauciones, ya que tu piel es más sensible durante la gestación. Algo que es esencial que uses y reapliques cuando sea necesario es una buena crema con protección solar alta (+50 FPS).
Debes tener cuidado al elegir el adecuado para ti, pues no todos son seguros de utilizar durante el embarazo. Escoge una crema de protección solar libre de PABA y preferentemente con filtros minerales. Aplícala antes de exponerte al sol y vuelve a colocártela cada dos horas.
Evita las horas de mayor radiación solar, que son regularmente cuando el sol de encuentra más elevado, entre las 11:00 y 17:00 horas. En caso de que debas salir durante las horas de mayor radiación, toma algunas precauciones para cubrirte del sol, como llevar un sombrero de ala ancha o ropa ligera que cubra la barriga.